lunes, 14 de agosto de 2023

Vision Divine - When All the Heroes Are Dead (2019)

Octavo álbum de las huestes de Olaf Thorsen, y que tras siete años de silencio respecto a su anterior
lanzamiento, demuestran que la banda sigue muy en forma pese al paso de los años y unos cambios de formación que en general han sido a mejor. 

En este aspecto, el más llamativo vuelve a ser el cambio de vocalista. Una vez más, Fabio Lione abandona el barco, y es sustituido con bastante éxito por un semidesconocido Ivan Giannini. La otra novedad es la incorporación del omnipresente Mike Terrana a la batería, aunque en el momento de escribir estas líneas, ya había dejado también la banda, con lo que supongo que será el único álbum que grabará con Vision Divine

Entrando en materia musical, Vision Divine vuelve a presentarnos un álbum donde mezclan con su maestría habitual, estilos que van desde el consabido Power Metal con pasajes progresivos, el Hard Rock y el Heavy más tradicional. 

El álbum abre con una intro orquestal con unas melodías sencillas pero muy emotivas y que augura buenos presagios, dando paso al que fue el segundo single del álbum, "The 26th Machine", un alegato a las inteligencias artificiales que cada vez están más presentes en nuestro día a día. Se trata del típico tema de corte Power, con un estribillo muy pegadizo donde Ivan Giannini se presenta con un buen registro , aunque cuando tira mucho hacia agudo no termina de encandilarme. 

"3 Men Walk On The Moon" fue el primer adelanto del álbum, y para mí, es uno de los puntos álgidos del álbum. Un tema muy variado, con una atmósfera que acompaña perfectamente al concepto de la odisea de los primeros seres humanos que pisaron la luna (aunque fuesen dos y no tres). El tema está adornado por unos grandes solos, al igual que el resto del álbum, donde Olaf Thorsen se muestra bastante polifacético y hace un buen despliegue de técnicas más allá de sus archiconocidos Sweep picking. 

"Fall From Grace" es una canción más a medio tiempo, donde destaca el buen hacer de Ivan Giannini a las voces, y con un registro en medios que creo que deberían aprovecharlos un poco más. 

La sección media del álbum es quizá la que menos me emociona, con un tema bastante estándar como "Were I God", "When all the Heroes are Dead" en la que destaca la sección solista del tema, y "While the Sun is Turning Black", la habitual balada, que sin ser de las malas, no aporta gran cosa.

La cosa remonta, y de qué manera, en los últimos cuatro temas del álbum, a cuál mejor. "The King of the Sky" es el típico cañonazo Power que Vision Divine borda. Riffs a la velocidad de la luz, unas melodías de voz y unos coros muy bien armonizados, y rematados por un estribillo muy melódico, que deja un tema sencillo, directo y muy redondo. 

"On the Ides of March", que rememora el asesinato de Julio César, posee un enigmático riff de corte progresivo con unas imaginativas líneas vocales, y que desemboca en uno de los mejores estribillos del disco. 

"300" comienza con una siniestra melodía de teclado, cuyo ambiente rápidamente es retorcido por un rápido ritmo de batería. El tema es una nueva muestra de buen hacer musical, con mucho gusto en las melodías, y donde destacan las buenas armonías en los coros. 

Finaliza el álbum con "The Nihil Propaganda", un tema que enlaza con las preciosas melodías de la intro del álbum, dando esa sensación de concepto que da ganas de pincharse de nuevo el disco. 

Sin duda es un álbum digno de ser escuchado, y donde Vision Divine mantienen un buen nivel en su discografía. 

La formación que graba el álbum:

Ivan Giannini: Voces
Olaf Thörsen: Guitarra
Federico Puleri: Guitarra
Andrea "Tower" Torricini: Bajo
Alessio Lucatti: Teclados
Mike Terrana: Batería

Nota Final: 8/10



jueves, 15 de julio de 2021

Nevermore - Dead Heart In A Dead World (2000)

El año 2000 nos dejó otro buen disco de Nevermore, aunque con el paso de los años, no ha quedado entre los favoritos de los fans de la banda. Personalmente, a mí es un disco que me gusta bastante, aunque no llegue al nivel de otros de sus álbumes. 

En esta ocasión, a diferencia de los dos álbumes anteriores, la formación prescinde de un segundo guitarrista, y vuelve a presentarse como cuarteto, encargándose Jeff Loomis de todas las líneas de guitarra. 

Entrando en harina, el álbum abre el fuego con "Narcosynthesis" y su poderoso riff marca de la casa, alternando con un estribillo en una clave más moderna que funciona a la perfección. El tema evoluciona hacia una segunda parte más lenta, con un gran solo que hará las delicias de los amantes del buen guitarreo.

La producción y los arreglos en el disco, tienen un toque bastante moderno para la época, con algún toque incluso industrial que no hacen de menos al conjunto. 

El segundo corte, "We Disintegrate" es un tema algo más accesible y melódico que el primero. Con una larga entrada, nos deja un riff en el que destacan unos agudos de Warrel Dane, que nos recuerdan a su trabajo en Sanctuary. Desafortunadamente, apenas lo vuelve a usar en todo el disco, dejándonos con las ganas de más, ya que alternándolos con los tonos más habituales en los que cantaba en Nevermore, creo que hubiesen dado mucho juego en otros temas. Las preciosistas líneas vocales del estribillo, junto a unos acertados coros, consiguen darle un efecto hipnótico y muy melódico.

El ritmo del álbum, decae levemente con el siguiente par de temas. "Inside Four Walls" es un medio tiempo de corte progresivo, con algunos ambientes bastante siniestros, y un gran solo, pero que no está entre los cañonazos del disco. Algo parecido, aplica para "Evolution 169", un tema lento y denso, que desahoga en un buen estribillo. 

El siguiente trío de temas, vuelve a pisar el acelerador, cada uno de ellos a su manera. "The River Dragon Has Come" es un tema muy variado, con diferentes secciones rítmicas, de las que me gusta mucho la parte instrumental donde va el solo. Mencionar de nuevo, los agudos de Warrel Dane en la parte final del tema, y que ya no volveremos a escuchar. Tendría que repasar el "Enemies of Reality" para recordar si ahí los mete por última vez. 

"The Heart Collector" es una balada muy pegadiza y un tema que rápidamente se convirtió en emblemático de la banda. De hecho, en este disco, diría que hay una proporción de temas lentos, un poco más elevada de lo habitual en los discos de Nevermore. El trío ganador concluye con "Engines of Hate", poseedora de algunos de los mejores ritmos del disco, y al que favorece la buena producción del álbum.

"The Sound of Silence" descoloca un tanto al inicio, al escuchar los míticos acordes del tema de Simon & Garfunkel,  pero rápidamente desaparece el manto, y da paso a un tema que no termina de decir demasiado. 

Hacia el final, de nuevo tenemos dos temas lentos, "Insignificant" con buenas líneas tanto en el riff como en el estribillo, aunque con una estructura algo simple, y "Believe in Nothing" que fue el single escogido en su momento. Es una bonita canción, muy redonda, y con los ingredientes necesarios para intentar captar la atención del mainstream. 

El álbum finaliza con el tema que da nombre al disco. Quizá es el tema más progresivo, en el aspecto en que tiene bastantes partes diferentes, aunque no me parece que esté a la altura de las mejores canciones del disco. 

En conclusión, estamos ante un buen álbum, disfrutable y con recorrido, de una banda que aún no había dado lo mejor de sí misma.

La formación que graba el álbum:

Warrell Dane: Voces
Jeff Loomis: Guitarra
Jim Sheppard: Bajo
Van Williams: Batería

Nota Final: 8/10



lunes, 12 de noviembre de 2018

Nevermore - The Obsidian Conspiracy (2010)

Último disco de Nevermore antes de su separación en 2011, tras realizar la gira de presentación del álbum. Las tensiones en la banda llevaron a Jeff Loomis y a Van Williams a marcharse de Nevermore, dejando a Warrel Dane y a su inseparable Jim Sheppard como únicos miembros de la banda.

Este malestar se ve claramente reflejado en un disco que queda muy lejos del nivel alcanzado en su anterior "This Godless Endeavor", sin duda la obra maestra de Nevermore en toda su carrera. Tras cinco años en el que únicamente habían sacado el directo "The Year of the Voyager", llega al mercado este "The Obsidian Conspiracy" que no cumple con la mayoría de las expectativas creadas a su alrededor. Es interesante remarcar que tanto Jeff Loomis como Warrel Dane, habían sacado sendos discos en solitario en 2008, con lo que el esfuerzo a nivel compositivo no fue tan largo como cabría esperar.

Detrás de una buena portada, y un cuidado artwork, encontramos un álbum con unas composiciones menos ambiciosas y sencillas que en anteriores lanzamientos. De hecho, se percibe un acercamiento hacia sonidos más modernos, riffs más simples y directos, y en general, canciones más orientadas al mainstream, sin perder de vista que Nevermore no es una banda sencilla de escuchar.

El álbum abre con "The Termination Proclamation", que arranca con un riff 100% marca de la casa, y que podría haber sido augurio de un gran álbum. Con los elementos clásicos de Nevermore como el gran trabajo de Jeff Loomis en el guitarreo, nos encontramos con un auténtico coitus interruptus tras apenas tres minutos de duración, dejando la sensación de que este tema podría haber sido mucho más.

Este es uno de los problemas de este álbum, y es que parece que hay canciones que no han tenido el desarrollo adecuado, y no las han dejado crecer o madurar, no sé si producto de las prisas o por una decisión buscada, que perseguía el objetivo de llegar a más audiencia.

De hecho el cambio de productor pudiera ir encaminado a ello, ya que me extrañaría que Andy Sneap hubiese permitido a Nevermore desaprovechar de esta manera un tema como este. El productor escogido en esta ocasión es Peter Wichers guitarrista de Soilwork, y que ya había sido el productor del álbum en solitario de Warrel Dane en 2008, aunque el propio Sneap se encarga de mezcla y máster. El caso es que nada que criticar al sonido del disco.

Tras el abrupto final del primer corte, sigue "Your Poison Throne", un tema que sin ser soberbio, mantiene el nivel y que muestra el cariz más melódico de este álbum respecto a los anteriores. La principal pega que le encuentro es la cantidad de veces que se repite el "Rise!", que acaba resultando algo cansino. 

"Moonrise (Through Mirrors of Death)" es uno de los momentos estelares del álbum. El tema se sustenta sobre uno de los mejores y más dinámicos riffs del álbum, aunque recuerda quizá demasiado al riff de "Narcosynthesis". Pese a ser de nuevo un tema cortito de 4 minutos, el desarrollo del mismo, esta vez sí es completo. Destaca el esfuerzo melódico en las mejores líneas vocales del álbum, y un gran trabajo de Van Williams en la batería. 

Tras este subidón, llega el primer bajón importante del álbum con "And the Maiden Spoke" que peca de un exceso de contrastes con líneas vocales lentas y sobreproducidas, cantadas sobre un riff furioso y un tanto esquizofrénico, y un estribillo de lo más ramplón, que lejos de servir de desahogo, te hunde un poco más en la vorágine de un tema poco claro.

Remonta de nuevo el vuelo con el tema más comercial del álbum, que por supuesto fue el escogido para el vídeo correspondiente. Más que un tema de Nevermore, parece encajar más en el rollo del álbum en solitario de Warrel Dane. En cualquier caso, y pese al tufillo comercial, es un tema con pegada, y que cumple su función a la perfección.

A partir de aquí, el álbum cae en una dinámica un tanto extraña, y da la sensación de bajón generalizado, entre otras cosas por la multitud de partes limpias y lentas. La balada "The Blue Marble and the New Soul" es un tema que al escucharlo, parece estar esperando a que tras la calma arranque la tempestad, pero ese subidón no llega, y la distorsión del último tramo no es suficiente para levantar el tema y llevarlo a un mejor nivel.

"Without Morals" es otro tema que podría haber sido escogido como single, ya que es de los más melódicos del disco. De nuevo, no es mal tema, pero para ser un disco de Nevermore, con uno o dos temas de este tipo es más que suficiente, y parece que la banda cae en la autocomplacencia de repetir la fórmula del mainstream.

"The Day You Built the Wall" vuelve a cortar el ritmo con el exceso de partes limpias, y con un riff que suena en exceso a metal moderno, salvando únicamente el solo del tema. Durante todo el álbum se pueden sacar cosas en claro, principalmente el trabajo del bueno de Loomis a las guitarras y del feeling de Van Williams a la batería, pero esto no es suficiente para que el disco llegue a más. "She Comes in Colors" repite la fórmula del comienzo con guitarras acústicas, aunque afortunadamente pasa a un riff bastante acertado aunque desaprovechado por unas líneas vocales que no están a la altura.

Por suerte, el cierre del álbum con "The Obsidian Conspiracy" es bastante más inspirador, con un tema más en la onda de los Nevermore clásicos, con unos cambios de ritmo brutales y un trabajo espectacular en la sección rítmica.

En fin, luces y sombras para el final discográfico de una gran banda como Nevermore, que ya nunca podrá volver a reunirse tras el triste fallecimiento de Warrell Dane en diciembre de 2017.

La formación que graba el álbum:

Warrell Dane: Voces
Jeff Loomis: Guitarra
Jim Sheppard: Bajo
Van Williams: Batería

Nota Final: 7/10

martes, 14 de agosto de 2018

Enslaved - Below The Lights (2003)

Hoy nos vamos a enfrentar con el que probablemente es uno de los álbumes más peculiares, e incluso diría que único, en toda la discografía de Enslaved. La salida de Roy Kronheim, motivada por las discusiones en la dirección musical que debía tomar la banda, mejora el ambiente en el seno de Enslaved, y esa relajación se deja sentir en este álbum. No obstante, no deja de ser un periodo complicado, ya que durante la grabación del álbum, ya se sabía que Dirge Rep abandonaría la banda.

Si el anterior "Monumension", que ya comentamos aquí en su día, pecaba por ser un tanto desigual, este "Below The Lights" destaca precisamente por lo contrario. La solidez y el empaque de las nuevas composiciones es brutal, y todos los temas son sobresalientes.

Con respecto a "Monumension", podríamos decir que este disco sigue un tanto la senda abierta por "Convoys To Nothingness", principalmente en las atmósferas que ofrecen los temas, y es que si hay un término que puede definir este álbum es precisamente ese; atmosférico. No se me ocurre ningún otro álbum de Enslaved que suene tan denso, tan épico y tan atmosférico como éste.

Desde el comienzo inigualable de "As Fire Swept Clean The Earth", la escucha del álbum nos encapsula y aísla del mundo exterior, y sin ser un disco conceptual, nos ofrece un viaje musical en el que unas partes llevan a otras, generando una experiencia única.

El álbum ofrece algunos elementos novedosos como la proliferación de las voces limpias por parte de Grutle, que sin ser un experto en ellas, se lanza a las tablas y hace un trabajo más que satisfactorio. En la mente de la banda, ya estaba la idea de complementar a Grutle con un cantante que hiciese las voces limpias, tal y como ocurrió en el siguiente álbum con la incorporación de Herbrand Larsen.

La incorporación de Arve Isdal (a.k.a. "Ice Dale"), también le da un aire nuevo a las partes solistas. Sin ser un guitarrista supervirtuoso, tiene un estilo bastante definido que complementa a la perfección el universo Enslaved, y diría que también benefició a la banda en cuestión de imagen y presencia en directo.

Dentro de este trabajo sobresaliente, no puedo dejar de destacar algunos momentos estelares que me gustan especialmente, como la melancolía que emana de las evocadoras melodías de "As Fire Swept Clean The Earth", dejando su impronta en el comienzo del disco, y condicionando el resto de la escucha de este álbum tan especial.

"The Crossing", que puede ser la canción más completa del disco, y de alguna manera precursora del sonido "Isa" en las partes más atmosféricas, y sobre todo "Queen of Night", posiblemente la canción más progresiva del álbum, llena de contrastes entre las diferentes partes, y en la que destaca el solo brutal que se marca Arve Isdal.

No faltan en el álbum algunas piezas más dinámicas como "The Dead Stare" o la indefinible "Havenless", con unos ritmos brutales e hipnóticos.

La verdad es que de cada canción se pueden destacar partes que te pondrán los pelos como escarpias, y de hecho, estoy convencido que cada oyente tendrá entre sus favoritas diferentes canciones. Es más, según la época, mis favoritas del álbum han ido cambiando, algo que solo consiguen los álbumes realmente completos.

A partir de "Below The Lights", la banda entraría en una nueva fase con el lanzamiento de "Isa", quedando este álbum como un puente entre dos épocas de Enslaved, y con ese sentimiento único que indicábamos al inicio.

La formación que graba el álbum:

Grutle Kjellson: Voces, Bajo
Ivar Bjørnson: Guitarra, Teclados
Ice Dale: Guitarra
Dirge Rep: Batería

Nota Final: 10/10

jueves, 9 de agosto de 2018

Megadeth - The System Has Failed (2004)

El preámbulo de este álbum, pasa por 2002, cuando Dave Mustaine hacía oficial el cese de actividad de Megadeth debido a una lesión en su brazo. Según comentaba él mismo, los médicos le diagnosticaron un largo proceso de recuperación de unos dos años, y le dijeron que quizá no podría volver a tocar la guitarra. El anuncio, coincide más o menos con la peor época personal de Mustaine en relación a sus adicciones, con lo que el fin de Megadeth parecía una realidad.

El caso es que una rápida mejora con la rehabilitación, y una súbita conversión al cristianismo, provocan que Mustaine reemprenda la marcha compositiva cuyo desenlace es este "The System Has Failed".

Inicialmente este álbum iba a ser un proyecto en solitario, pero por un asunto contractual, fue obligado a sacarlo bajo el nombre de Megadeth. Para la grabación contrata músicos de sesión, entre los que destaca el mítico Chris Poland, que recordemos había grabado los dos primeros discos de Megadeth, y el versátil Vinnie Colaiuta, en una de sus pocas incursiones en el mundo del Metal. El bajo correría a cargo de un desconocido Jimmie Lee Sloas, siendo así el primer álbum de Megadeth que no contaría con la presencia de David Ellefson.

En este álbum se aprecia una franca mejora respecto a los anteriores lanzamientos, y de alguna manera hay una vuelta al Thrash Metal, aunque sigue habiendo algunos temas más orientados al Mainstream y también alguna que otra falta de ideas y temas de relleno.

El disco abre de forma correcta con "Blackmail The Universe", que sin ser un temazo, cumple con los riffs y con un buen trabajo a las guitarras. La cosa se tuerce un poco con "Die Dead Enough", un tema blandito que fue escogido como single y que tiene un vídeo bastante triste en el que únicamente sale Mustaine, como queriendo dejar claro que el disco es "suyo"... El guitarreo del final mejora un poco una canción que ya viene lastrada por un comienzo muy flojo, con unos arreglos de teclado que no hacen ningún bien al tema.

"Kick the Chair" es el tema que plasma en sus letras el concepto del disco. Es una buena canción que recuerda, quizá demasiado, a los buenos tiempos, y es que dentro de todo suena un poco a refrito de temas antiguos. Especialmente apreciable en las rítmicas de la parte del solo, que son muy parecidas a las del "Tornado of Souls".

"The Scorpion" es un tema que cae de lleno en el mismo saco que el "Blackmail The Universe". Un gran estribillo con unas buenas líneas vocales, se ve estropeado por una parte de estrofas regular y bastante repetitiva. Este defecto se repite a lo largo del álbum, y es que algunos temas se hacen algo repetitivos y cansinos, lo que entronca con esa falta de ideas que comentábamos antes.

La parte central del álbum es para mi gusto la mejor. "Tears in a Vial" es un tema que va a más con el paso de los minutos, y en el que hay un un solo que me encanta. "I Know Jack" es una pequeña intro con unas voces en off que da paso al que sin duda es el temazo del álbum, "Back in the Day". Un pepinazo de apenas tres minutos y medio, de esos temas redondos en los que todo fluye con sencillez, y que alterna caña con excelentes melodías.

A partir de aquí, el álbum cae en una dinámica de altibajos, tanto entre las diferentes canciones, como en las propias canciones en sí. Por ejemplo, "Something That I'm Not" tiene un buen estribillo y un buen solo, pero un riff simplón y repetitivo. Comentar a modo de curiosidad la colaboración en las voces de su hijo Justis, cuando contaba apenas 12 años.

Otros temas, como "Truth be Told", parecen abusar del corta pega de trozos que probablemente Mustaine tenía guardados en la recámara a lo largo de los años. Entiendo que este mismo comentario se le puede aplicar a la mencionada "I Know Jack" o a "Shadow of Deth". Partes de temas inacabados que se acaban convirtiendo en una especie de interludios totalmente prescindibles, especialmente el segundo de ellos.

De esta parte final rescataría "Of Mice and Men", con un riff bastante inspirado y unos pequeños cambios de ritmo que le dan el toque justo de variedad. Una lástima el pobre sabor de boca que dejan la mencionada "Shadow of Deth" y "My Kingdom". Hubiese sido más positivo para el global del álbum dejarlo en 10 canciones.

Podemos concluir indicando que fue un regreso a las tablas más que decente por parte de Megadeth. No será el álbum favorito de ningún fan, pero sin duda es disfrutable.

La formación que graba el álbum:

Dave Mustaine: Voz, Guitarra
Chris Poland: Guitarra
Jimmie Lee Sloas: Bajo
Vinnie Colaiuta: Batería

Nota Final: 7/10

lunes, 19 de febrero de 2018

In Flames - Clayman (2000)

Aprovechando el final de siglo, los suecos In Flames sacaron este álbum con el objetivo claro de dar un salto más en la popularidad de la banda. Siguiendo la estela del imprescindible "Colony", con la misma formación, mismo equipo productor y mismo estudio, la banda firma otro gran álbum, aunque alejándose cada vez más del Death y añadiendo un toque algo más comercial en algunos temas.

El mejor ejemplo lo encontramos en "Only For The Weak", un tema a medio tiempo que invita al headbanging pero que poco tiene que ver con lo que eran In Flames antes de este álbum. Ojo, que a mí la canción me parece un temazo e ideal como single, pero la gente que seguía a In Flames desde los primeros tiempos, empezaba a preguntarse qué derroteros estaba siguiendo la banda.

De hecho este álbum, puede ser considerado como el punto de inflexión entre los "antiguos" y los "nuevos" In Flames, aunque creo que desde hace un par o tres de álbumes, habría que aportar una nueva etiqueta para catalogar a los "últimos" In Flames, donde lo que era un coqueteo con el Metal alternativo, se ha convertido casi en la base del nuevo estilo.

Canciones como "Bullet Ride" o "Square Nothing" guardan cierta semejanza con el "Ordinary Story", que fue el single de su anterior "Colony", para lo bueno y para lo malo. Temas que alternan la fuerza de las melodías dobladas, ritmos bastante Heavys, la caña propia del Death y unas estrofas blanditas, con las voces limpias de Anders Fridén, que por cierto no son su fuerte. En general, encuentro al bueno de Fridén un vocalista bastante limitado, tanto en directo como en estudio, aunque en este último siempre se pueden tapar mejor las carencias. El caso es que frontman funciona bien, así que supongo que eso es parte de su permanencia en la banda.

En la sección más cañera de este "Clayman" tenemos por ejemplo "Pinball Map", un temazo repleto de energía que desemboca en un estribillo un tanto diferente, pero que no desluce el resultado final. Durante el tema se pueden escuchar algunos arreglos electrónicos que quedan muy bien, y que poco a poco la banda fue incluyendo más y más en sucesivos lanzamientos.

"As The Future Repeats Today" y "Clayman" son probablemente los mejores del disco. Son temas que definen a la perfección la mejor cara de los In Flames de esos años, con caña y melodía sin concesiones, pero al mismo tiempo dando un pequeño toque de originalidad a los temas, gracias a los arreglos electrónicos que vuelven a utilizar de nuevo durante el estribillo.

En un segundo escalón, podríamos incluir los cuatro últimos temas del álbum. "Brush the Dust Away", "Swim", "Suburban Me" o "Another Day in Quicksand". Buenos temas que poseen los elementos clásicos de la banda y que sin estar de relleno en el álbum, ni mucho menos, tampoco creo que formen parte de los favoritos de prácticamente nadie.

Entre los temas a medio tiempo, destaca por encima de todos, el mencionado single del álbum "Only For the Weak". El tema fue acompañado por un vídeo que auguraba lo peor, gracias entre otras cosas a los uniformes adoptados por la banda (que luego llevarían también a los directos), y esas posturitas con los pies juntos... En fin, si veis el vídeo y no estáis de acuerdo conmigo, lo entenderé, pero estoy seguro que muchos sabéis a qué me refiero. "Satellites and Astronauts" entra en el mismo saco, aunque con mucho menos feeling que el anterior, quedando un tema bastante aburrido.

En resumen, que este "Clayman" puedes verlo como la culminación del estilo de los inicios, o como el primer disco de la cuesta abajo musical que ha sufrido la banda. No obstante, a nivel de popularidad aún les quedaba por crecer, pero eso ya es otra historia.

La formación que graba el álbum:

Anders Fridén: Voces
Jesper Strömblad: Guitarra
Björn Gelotte: Guitarra
Peter Iwers: Bajo
Daniel Svensson: Batería

Nota Final: 8/10

viernes, 16 de febrero de 2018

Persefone - Spiritual Migration (2013)

Hoy quiero hablaros de una de las bandas más interesantes que he descubierto en los últimos años. Se trata de los andorranos Persefone, y su peculiar interpretación de la música que podríamos englobar la etiqueta del Death Melódico Progresivo. Pese a lo exótico de su nacionalidad, el germen de la banda lo crearon Carlos Lozano y Miguel Espinosa, ambos originarios de Albacete (España).

La banda formada allá por el lejano 2001, no ha hecho si no dar pasos de gigante a nivel musical, con cada nuevo lanzamiento hasta este "Spiritual Migration", disco que hasta la fecha y con el permiso del más reciente "Aathma", es su obra maestra.

Es muy difícil describir lo que vamos a encontrarnos en un álbum de estas características, pero acepto el reto de intentarlo, con el objetivo de dar a conocer un disco que se ha convertido en uno de mis favoritos de los últimos años. Sin duda, este "Spiritual Migration" no es un álbum de una sola escucha, ya que las composiciones de Persefone son complejas, y con multitud de exquisitos detalles que solo pueden ser descifrados y disfrutados con las sucesivas escuchas.

Siguiendo el razonamiento de la etiqueta utilizada anteriormente, podríamos decir que el álbum está bajo el amplio paraguas del Death, porque hay multitud de pasajes brutales en los temas en los que además, las voces agresivas de Marc Martins se hacen presentes. En estos mismos pasajes, los Blast Beats de la batería y los potentes riffs, no hacen sino acentuar esta agresividad que siempre tiene su contrapunto en secciones realmente melódicas, y vamos ahí con la segunda de las etiquetas.

Este álbum rebosa melodía por los cuatro costados, y dentro de las partes más cañeras comentadas antes, el regusto de los riffs de Death Melódico más tradicional está presente, pero llevado a un nivel muy superior tanto en ejecución como en composición. Dentro de este apartado de la melodía, es obligado ir más lejos, y mencionar otro punto clave de la música de Persefone, que son los pasajes atmosféricos. La capacidad que poseen los teclados de Miguel Espinosa de transportar al oyente a otra dimensión es increíble, y si a ello le sumas las partes en las que su voz, limpia en este caso, se erige en protagonista, nos da como resultados algunas de las secciones más emotivas y evocadoras del álbum.

Y como no podía ser de otra manera, nos queda la manida etiqueta del Progresivo, pero que en este caso es quizá la más acertada. Un álbum de música extrema, melódico y progresivo a partes iguales. La manera de cómo evolucionan los temas, y éstos a su vez dentro del álbum, es apoteósica. Desconozco si el álbum es conceptual a nivel lírico, pero desde luego a nivel musical a mí me lo transmite al 100%. La ubicación de los temas y los pequeños guiños al inicio del tema "Return to the Source", cierran a la perfección el círculo que se inicia en "Mind as Universe".

A nivel instrumental, el álbum está en un sobresaliente. Los riffs, leads y solos de Carlos Lozano son simplemente increíbles. De nuevo los adjetivos de complejo y melódico, se unen en una simbiosis perfecta para expresar lo que nos ofrece la escucha de "Spiritual Migration". Finalmente, no puedo dejar de destacar las baterías de Marc Mas, que son sencillamente acojonantes, ya que no solo acompañan a estos temazos, sino que suman y mucho, a lo largo de todo el álbum.

La producción, está muy lograda para los medios de los que puede disponer una banda de este tamaño, y todo está cuidado al detalle, con multitud de capas y arreglos que rellenan los temas completamente. Mención especial también para un Artwork que casa totalmente con el concepto del álbum, y que está realizado nada menos que por Travis Smith.

Sé que este álbum podría generar una reseña aún mayor, pero creo que con lo dicho es más que suficiente. Un álbum de matrícula de honor, 100% recomendable y disfrutable.

La formación que graba el álbum:

Marc Martins: Voces
Carlos Lozano: Guitarra
Jordi Gorgues: Guitarra
Toni Mestre: Bajo
Miguel Espinosa: Teclado, Voces
Marc Mas: Batería

Nota Final: 10/10