lunes, 5 de marzo de 2012

Edguy - Kingdom of Madness (1997)

En ciertas ocasiones Tobias Sammet, líder y compositor de Edguy, comentó cuando Helloween sacó su "Keeper of the Seven Keys III (The Legacy)", que ese "Keeper III" ya  había sido grabado por los propios Edguy, en clara referencia a que el legado del espíritu de los "Keeper" ya había tenido su continuidad, y desde mi punto de vista, este "Kingdom of Madness" es el disco de Edguy que mejor recoge esas influencias.  

Tras un comienzo prometedor con "Savage Poetry" de unos jóvenes Edguy, en 1997 sacan su segundo disco, este "Kingdom of Madness". Con una produccción algo mejorada pero sin llegar a tener demasiada calidad, Edguy nos presentan estos nueve temas que derrochan buenas melodías y acertados cambios de ritmo.  

Sin duda, Edguy han ido mejorando como músicos a lo largo de los años, pero la espontaneidad y la frescura que destila este disco no lo vamos a encontrar en posteriores lanzamientos, en ocasiones demasiado pomposos. En la parte más positiva tenemos las geniales melodías de las canciones, siendo todas de un nivel más que notable. El uso de los teclados es mucho menos preponderante que en sucesivos discos, y limitan su uso a partes muy concretas. Los puntos más flojos del disco son la producción y las baterías, que pese a cumplir con su cometido, se perciben algo limitadas.  

De las canciones en sí mismas, destacaría:

"Paradise", tema que abre el disco y cuyo riff principal es a medio tiempo pero que acelera en el estribillo dejando una canción muy atractiva.

"Wings of a Dream", clásico tema power, muy rápido y con una estructura que aunque algo típica, funciona a la perfección y que en la parte final nos ofrece unos pasajes muy emotivos.

"Heart of Twilight" rebaja un poco la velocidad del disco, y nos muestra una versión algo más heavy de la banda.

"Dark Symphony" es una pequeña intro instrumental que da paso a "Deadmaker", otro de los temas más heavies del disco.

"Angel Rebellion" es una de mis favoritas del disco. Comienza con una  intro acústica, y poco a poco va acelerando en el riff, y termina de redondearse con un estribillo que es de lo mejorcito del álbum.

"When a Hero Cries". Como os podéis imaginar por el título, es una balada. Está íntegramente tocada con el teclado. Cumple sin más.

"Steel Church", nos vuelve a poner las pilas con un tema bastante rápido y acertado, sobre todo en el estribillo.

Y finalizamos con "The Kingdom", una canción perfectamente asimilada a lo que en los "Keeper" de Helloween pudieron ser las canciones de "Halloween" y la homónima "Keeper of the Seven Keys". Estamos ante un tema de más de 18 minutos de duración. Como podéis suponer, en ese minutaje caben partes de toda índole, y eso es precisamente lo que hay. Un montón de partes muy bien enlazadas, en las que unas te llevan a otras de la manera más natural. Hay partes de la canción que son realmente muy buenas, y desde aquí sólo puedo recomendaros que la escuchéis si es que no lo habéis hecho ya. Aseguro desde ahora mismo que no os aburriréis. 

En resumen, nos encontramos ante un disco que recomiendo escuchar a todos los amantes del heavy/power. No quiero engañar a nadie. No encontraréis cosas novedosas en él, pero si te apetece ponerte un disco de power de vez en cuando, no dejes de intentarlo con éste. 

La formación que grabó el disco: 

Tobias Sammet: Voces, Bajo y Teclados
Jens Ludwig: Guitarra
Dirk Sauer: Guitarra
Dominik Storch: Batería

Nota Final: 7,5/10

 

jueves, 1 de marzo de 2012

Amorphis - Tales From The Thousand Lakes (1994)

Amorphis es una banda finlandesa que formada en 1990. Comienzan su carrera discográfica en 1992 con la edición de "The Karelian Isthmus", un disco de Death Metal cuya temática lírica está basada en un campo de  batalla de la historia finlandesa.

Dos años más tarde, en 1994, sale al mercado "Tales From The Thousand Lakes", segundo larga duración de la banda. En él se aprecia una gran evolución en las composiciones. El estilo se va alejando del clásico Death Metal y se adentra en terrenos más melódicos, incluyendo  elementos folk, progresivos y pequeños toques setenteros que ya no les abandonarán durante el resto de su carrera. Ahondando en esta evolución, la banda comienza a incluir voces limpias en contraste con las voces guturales, siendo de las primeras bandas en practicarlo, consiguiendo que este disco se haya convertido en un auténtico clásico imprescindible en la historia del metal extremo. El concepto del álbum, está basado en una recopilación de poemas épicos finlandeses, el Kalevala, y gran parte de las letras están extraídas y adaptadas del libro.

A lo largo de los diez temas que componen el álbum nos encontramos todos los ingredientes que hemos comentado. Tras la intro "Thousand Lakes", llega "Into Hiding", con un riff principal basado en una melodía con tintes árabes, y que mezcla ritmos Death con partes Doom, así como las voces guturales con las limpias que en este disco corren a cargo de Ville Tuomi como músico invitado. En posteriores discos Amorphis incorporará a un cantante, centrándose Tomi Koivusaari únicamente en las guitarras. "The Castaway" abunda mucho más en el folk, mientras que "First Doom" es un tema mucho más cañero de puro Death Doom. "Black Winter Day" es un tema muy atmosférico que da paso a "Drowned Maid" y "In The Beginning", dos de las canciones más melódicas del disco, para volver a un tema más Doom en "Forgotten Sunrise".

Finalizando ya, en "To Fathers Cabin" nos encontramos con los pasajes más psicodélicos del album, y cierra el disco una fantástica "Magic and Mayhem" que deja un gran sabor de boca y que resume a la perfección lo que es éste "Tales From the Thousand Lakes".

Sin duda uno de los discos que innovaron el Metal en los 90 y que demostró que es posible fusionar estilos que a priori totalmente alejados entre sí.

La formación que graba el disco:

Tomi Koivusaari – Voces, Rhythm guitar
Esa Holopainen – Lead guitar
Olli-Pekka Laine – Bajo
Jan Rechberger – Batería
Kasper Mårtenson – Teclados

Ville Tuomi - Voces limpias y narración (Músico invitado)

Nota Final: 9/10