Si escuchamos el álbum repararemos que el estilo de Power practicado por Kamelot, tiene un sonido 100% europeo, y nuestro continente es y ha sido el principal consumidor de esta vertiente del Metal. Dudo mucho que ningún oyente pudiese imaginar su origen estadounidense, si únicamente escuchase el álbum sin saber la procedencia de la banda.
Lo primero que destaca al escuchar "The Fourth Legacy", es el gran paso adelante dado por Kamelot en muchos apartados. El más evidente al comenzar la escucha del álbum, es la mejora en la producción de este lanzamiento respecto a los anteriores. Los primeros álbumes de Kamelot están producidos por el omnipresente en la escena estadounidense, Jim Morris, mientras que en éste, corre a cargo del auténtico dúo dinámico de la producción del Power en Europa.
Sascha Paeth y Miro, hacen una gran labor en este disco, y como decía, hacen que suene 100% europeo. Además, uno de los puntos fuertes en los que destaca esta pareja, es el buen trato que hacen de las orquestaciones.
Otra de las cosas en las que se nota una clara evolución a mejor, es en la voz de Roy Khan. El vocalista noruego ya había sido reclutado para el "Siege Perilous", su anterior lanzamiento. En él, la voz de Roy Khan suena algo insegura, aunque la producción tampoco es que ayude mucho. En cambio en esta ocasión, la voz suena muy bien y muy potente, y se convierte en uno de los símbolos identificativos de Kamelot. Mención a parte comentar que, al menos el público femenino con el que he hablado de ello, encuentran la voz del señor Khan muy sexy... jejeje.
Dejando de lado este tipo de apreciaciones subjetivas, lo cierto es que la voz de Roy Khan tiene personalidad, y aunque en los agudos más altos me da la sensación que llega algo justito, son realzados siempre con coros y arreglos, de manera que quedan muy logrados.
En el aspecto compositivo, el álbum va al grano, y la mayoría de las canciones duran entorno a 4 minutos, haciendo su escucha muy dinámica. Pese a que está muy centrado en el Power Metal, Kamelot siempre tiene un espacio para los pasajes progresivos en sus álbumes. En este disco se hacen muy patentes por ejemplo en "Alexandria", o la que cierra el álbum "Lunar Sanctum". También hay otros pequeños toques a lo largo del álbum que enriquecen las composiciones, como ese aire "moruno" que meten en algunos cortes.
El apartado de las mejores canciones lo tengo claro. Las más cañeras y más power son las mejores de éste álbum. Empezando por el principio, "The Fourth Legacy", "Nights of Arabia", "Until Kingdom Come", y un pelín por debajo "The Shadow of Uther". Cada una de ellas son auténticos cañonazos y que funcionan a la perfección también en el directo. Mención especial para la intro que abre el álbum, que me parece muy lograda y que consigue a la perfección preparar el camino para lo que viene a continuación.
En un segundo nivel pondría los cortes algo más relajados, como "Silent Goddess", "Alexandria", "The Inquisitor" o "Lunar Sanctum". En último lugar dejo las baladitas del álbum. Cierto es que no me suelen tirar mucho las baladas, y en esta ocasión no es diferente. Aunque si me tengo que quedar con alguna de las dos, me quedo con "A Sailorman's Hymn".
Sin duda un buen álbum, bastante equilibrado, con una ejecución más que notable por parte de los músicos, y que daría comienzo a la mejor época de Kamelot como banda.
La formación que graba el álbum:
Roy Khan: Voces
Thomas Youngblood: Guitarra
Glenn Barry: Bajo
Casey Grillo: Batería
Nota Final: 8/10
Estoy muy de acuerdo con la crónica.
ResponderEliminarEs un disco muy redondo, y sin duda con él comienza la edad de oro de Kamelot.
Lástima que con el Poetry For The Poisoned bajasen algo el nivel, pero tras la salida del tristemente venido a menos Roy Khan, y la entrada de Tommy Karevik al vuelto a estar a la altura.