jueves, 23 de junio de 2016

Graspop Metal Meeting 2016 (II)

Viernes 17

La noche del Jueves transcurre tranquila para nosotros, aunque el festival pone a disposición del personal más noctámbulo, tanto pequeños conciertos de bandas tributo, como el Classic Rock Café, y algún otro lugar con música y cervezas hasta altas horas de la madrugada.

Tras una lluviosa noche, la mañana comenzaba dando una tregua con el tiempo, aunque los lodazales del recinto del festival eran cada vez más grandes, e incluso alguno ya tenía categoría de laguna. Algunas de las tiendas de ropa y merchandising del festival, tuvieron visión de negocio y esa misma mañana pusieron a la venta las clásicas botas de agua por un "módico precio" de entre 25€ y 30€.

Servidor se compró directamente unas por 30€, sin duda algo caras, pero valió la pena por la comodidad y la tranquilidad de poder transitar por cualquier lado sin preocupación alguna.

Ataviados con nuestras nuevas botas, y aprovechando que asomaba un poco el sol, nos acercamos a la zona de conciertos a primera hora, y aprovechamos a comer algo mientras tocaban Firewind. A esa hora había un pequeño puñado de fieles disfrutando del Power Metal de la banda, y con un Gus G. que se gustaba en cada solo y hacía las delicias del respetable.

En el apartado de las comidas, he de ponerle un pero al festival, y es que los precios de la comida eran algo altos. Los tokens del festival costaban 2,75€, y por ejemplo pedirte un Kebab o similar, costaba entre 4 y 5 tokens. Había también cosas más baratas. Por ejemplo, hamburguesas a 2 tokens, pero la hamburguesa en cuestión era sólo eso. Un pan con un trozo de carne y salsas. Nada de cebolla, tomate, queso, o similar.

Tras Firewind, saltaron a la escena del Mainstage los Monster Truck, con nosotros sentados tranquilamente al sol en uno de los suelos de madera. No conocía de nada a la banda, y el tipo de música que practican no es de lejos de mis favoritos, pero he de decir que se marcaron un gran concierto. Una gran presencia escénica, buenos coros y canciones muy bien ejecutadas. El estilo es una mezcla de Hard Rock, Stoner y algunos toques sureños, que consiguieron encajar muy bien con el momento.

Desde aquí nos desplazamos a la carpa Marquee para ver nuestro primer concierto señalado del día. Ahí se presentaban Carach Angren, una buena banda holandesa de Symphonic Black, a la que teníamos muchas ganas de ver, y a fe que no defraudaron.

Carach Angren salieron a las tablas con un currado telón de fondo y una cuidada puesta en escena, algo clásico en ellos y fundamental en su espectáculo. Además, durante su actuación salieron un par de bailarinas en algunos temas, mejorando aún más esa parte teatral del concierto.

Aprovecho este punto para hacer una pequeña reflexión sobre este tema. Obviamente en un concierto el aspecto musical manda. Pero si añades al espectáculo ese plus visual el resultado final es increíblemente más satisfactorio, y es una pena como no muchas bandas son capaces de ofrecer un poco más en el apartado visual. Algo tan simple como un telón ayuda y mucho a meter a la gente en ambiente.

Siguiendo con Carach Angren, la banda se presentaba en forma de cuarteto, y con la ausencia de un bajista en directo. Esto ya lo había visto en algún vídeo antes, y he de decir que me esforcé por momentos en intentar escuchar si había un bajo secuenciado detrás, pero no fui capaz de percibirlo.

El repertorio del concierto estuvo bastante equilibrado, aunque obviamente centrado en sus últimos lanzamientos. Una pena que no cayera alguna más de su increíble "Death Came Through a Phantom Ship", pero aún así una actuación muy compacta. Un gran sonido, una inmejorable puesta en escena con un Seregor que sin duda comanda los directos con una gran presencia. Creo que es un acierto la inclusión de un guitarrista de sesión, para permitirle explotar la teatralidad de su show. Sin duda un sobresaliente.

Terminada la actuación, aún tuvimos tiempo de salir a echar un ojo a The Winery Dogs, la superbanda formada por Ritchie Kotzen, Billy Sheehan y Mike Portnoy, que doblaría actuación el domingo con Twisted Sister. Lo poco que escuchamos no estuvo mal, aunque he de decir que el bueno de Kotzen llevaba unas pintas de lo peor... xD.

A estas alturas el cielo se había vuelto a encapotar y a llover por ratos. Un pequeño descanso y continuábamos la dura jornada del viernes, sin duda el día que más conciertos se nos acumularon para ver. El turno ahora era para los mágicos Arcturus, una de nuestras bandas favoritas del festival. De nuevo en la carpa, y con no mucha gente al principio de la actuación, conseguimos ubicarnos en las primeras filas.

El repertorio del concierto tuvo muchas luces y alguna sombra. Me gustó porque variaron algo el repertorio al que estaba acostumbrado, incluyendo alguna sorpresa como cuando visitaron su álbum "Aspera Hiems Symnfonia" con el "To Thou Who Dwellest in the Night", en vez del "Raudt og Svart". Un acierto, sin duda. Me gustó también la inclusión del "Painting My Horror", pero a la vez eché en falta algún tema del "Sham Mirrors", algo imperdonable. En cuanto a la selección de temas del nuevo álbum, me sorprendió negativamente que no incluyesen el "The Arcturian Sign".

Más allá de estos temas, la banda cumplió a un buen nivel, con un Vortex que cantó realmente bien, y que no se escondió en las partes con voces más agresivas. Como invitado especial estaba Sebastian Grouchot al violín, aunque no se le escuchaba demasiado. De hecho, Arcturus fue una de las bandas cuyo sonido me pareció más flojo, aunque no sabría decir de quién es la responsabilidad.

Con el tiempo justo de tomar una cerveza, comenzaban Moonspell su actuación en la misma carpa Marquee. Un juego de luces rojas y la intro "Perverse... Almost Religious" auguraban un comienzo de concierto apoteósico con su clásico "Opium". Me parece que fue tras "Awake" y "For a Taste of Eternity", que el imponente Fernando Ribeiro comentaba al personal que habían preparado un set especial por el vigésimo aniversario de su álbum "Irreligious" y que se lo iban a tocar entero.

Dicho y hecho. Los temas fueron cayendo uno tras otro, con un buen sonido y clavando todas las partes. Como sorpresa especial, durante el "Raven & Claws", salió como invitada Mariangela Demurtas, para cantar las partes femeninas. Mariangela es la actual vocalista de Tristania y además está casada con Ricardo Amorim, el guitarrista de Moonspell, así que todo queda en casa. Sin duda un gran concierto, tanto por la ejecución como por la sorpresa de poder escuchar el "Irreligious" enterito.

Ahora sí tocaba un merecido descanso, con la sorpresa de encontrarnos con unos amigos. Un fuerte abrazo para Viviane, Carolina y Dany.

El siguiente concierto en este apretado día era el de Megadeth, Lo cierto es que les tenía muchas ganas, tanto por el buen nivel del nuevo álbum, como por la presencia en la formación de Kiko Loureiro. Los lectores del blog sabréis que Angra es de mis bandas favoritas, así que la presencia del bueno de Kiko era un plus.

El caso es que el concierto estuvo muy bien, aunque como suele pasar con bandas de tanta trayectoria, el repertorio nunca deja satisfecho a todo el mundo. Este se basó principalmente en el último disco y en el "Rust in Peace". Sorprende un poco la inclusión de dos temas del "Cryptic Writings" y que no tocasen absolutamente nada del "Youthanasia", pero bueno.

La banda sonó muy compacta, con un Kiko totalmente integrado en la formación, y llevando bastante responsabilidad en la puesta en escena, moviéndose mucho, clavando su ejecución y cantando muchos coros. David Ellefson cumplidor como siempre y también ayudando mucho en los coros. Y es que lo que peor sensación me dio del concierto fue lo que le costaba al bueno de Mustaine cantar. Parecía que en cada frase se iba a quedar sin voz, pero aún así consiguió salvar el concierto, aunque como digo, muy apoyado por los coros. Mención también para la actuación de Dirk Verbeuren que cumplió con solvencia en la batería pese a su reciente incorporación.

Finalizado el show de Megadeth, aún quedaba por delante en mi lista, Amon Amarth, Black Sabbath en su gira despedida?, y el show especial de King Diamond tocando el "Abigail" entero. El castigo del día y la edad, nos obligó a tomar la decisión de descansar con Amon Amarth y Black Sabbath y reservarnos para el concierto de King Diamond, así que tocó hora de cenar y tomar unas cervezas sentados mientras veíamos los conciertos a través de las pantallas.

Y es que lo bueno del Graspop es que los conciertos de los escenarios principales se pueden seguir a través de las pantallas desde casi cualquier sitio. El concierto de Amon Amarth fue muy visual, y montaron un buen espectáculo. Fuegos, martillos, y una buena presencia en escena. El repertorio, como suele ser habitual en los últimos años, gira en torno a lo que ha hecho la banda desde 2006 en adelante, dejando casi en el olvido lo anterior, o con alguna presencia testimonial como el "The Pursuit of Vikings" y sobre todo el genial "Death in Fire".

Turno para los míticos Black Sabbath en su presunta gira despedida. Se presentaban con la formación clásica a excepción del batería, y tocaron un buen set basado principalmente en el "Paranoid", y con alguna sorpresa agradable como el "After Forever". El caso es que el ritmo del concierto fue lento, con largos parones, alguna ausencia prolongada de Ozzy y con un insulso solo de batería, que imagino daría un respiro a la banda, pero cortó aún más el ritmo del concierto.

Y finalizamos la jornada, con el que para mí ha sido el conciertazo de este festival, y es que King Diamond lo puso todo de su parte para que esto fuese así. Creo que con la mejor escenografía que he visto nunca, consistente en un decorado representando la mansión de los La Fey. El concierto se dividió en dos partes, con una primera en la que tocaron temas de otros discos de King Diamond, y un par de visitas para Mercyful Fate, y una segunda parte dedicada por entero al "Abigail".


La representación fue increíble, con un King Diamond muy teatral, apoyado por actores y con una puesta en escena inmejorable. La ejecución de todos los temas fue perfecta, con Andy LaRocque y Mike Wead tocando a muy buen nivel, y con un King Diamond en plena forma pese a sus 60 años recién cumplidos. En algunas partes, y para apoyar los agudos más altos, tenía como corista a Livia Zita, que no es ni más ni menos que su mujer.

Toda una experiencia musical y visual que ahonda en la reflexión que hacíamos al principio, y que logró convertir un muy buen concierto en una experiencia inolvidable.

Y hasta aquí dio de sí el Viernes. Continuará...





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