Las nuevas composiciones, unidas a la participación de estos músicos de primer nivel, llevan la música de Vintersorg a otro nivel. El cambio respecto a los anteriores lanzamientos es bastante notorio y se produce una evolución hacia nuevos terrenos musicales, mucho más progresivos y dejando un tanto atrás los toques más folk de los discos anteriores. Es por ello que este álbum requiere de más escuchas que los anteriores para poder asimilar y descubrir todos los detalles que encierra.
La producción de este álbum es exquisita, y en todo momento se tiene la sensación de que cada instrumento tiene el protagonismo necesario en cada parte. El peculiar sonido del bajo sin trastes de Steve DiGiorgio destaca sus imaginativas líneas de bajo, y ayudan a realzar las composiciones. Éstas son más complejas que en el pasado, y Vintersorg no tiene ningún miedo a experimentar con nuevos elementos, sin perder en ningún momento la esencia de la banda.
Las voces son como de costumbre otro de los puntos fuertes de este álbum, y es que la mejoría de Vintersorg como cantante es muy notoria en esta época, que además coincide con su entrada en Borknagar como vocalista. Cada vez con un control mayor de su voz y llegando con solvencia, a registros que antes parecían imposibles. Las letras del álbum también tornan hacia terrenos mucho más matemáticos y metafísicos, y al igual que en el "Cosmic Genesis", hay algunas letras escritas en inglés y otras en sueco. Concretamente, en este álbum se van alternando los idiomas, canción tras canción.
Dejando a un lado la peculiar intro "Quotation", en la que hacen alusión a una buena cita de James Maxwell, el álbum comienza con "Vem Styr Symmetrin?", un tema que alterna fuerza y melodía a partes iguales, y que posee un precioso y pegadizo estribillo.
"A Metaphysical Drama" es uno de los momentos más brillantes del álbum, en el que se van sucediendo las partes a cuál mejor. El equilibrio entre las secciones rápidas y a medio tiempo está muy logrado, y la utilización de las guitarras acústicas es exquisito. Aquí Vintersorg hace un buen despliegue de voces, especialmente en el estribillo, en el que alterna unas voces agresivas que transmiten locura y desesperación, con alguno de los registros más altos del álbum. Los teclados en este tema le confieren al mismo un espíritu especial y diferente.
"Universum Dunkla Alfabet" es un tema algo más parecido a lo que habían hecho hasta el momento y que sirvió como adelanto del álbum. Comienza con un duelo de solos, en una de las pocas muestras de guitarreo del álbum. Si acaso, el estribillo se hace algo más experimental frente al resto del tema. El trabajo de la sección rítmica, tanto del bajo como de la batería es muy destacable en este tema.
"E.S.P. Mirage" es un tema realmente impactante en el que los teclados son protagonistas, generando constantemente unas tensiones que te mantienen en vilo durante los cinco minutos del tema, y en el que Vintersorg pone de nuevo a prueba su voz en los registros altos. Hacia el final, hay una sección realmente progresiva que suena muy jazzera, y que es condenadamente buena.
Volvemos al sueco con "Spegelsfären", un tema que de nuevo va jugando magistralmente con los tiempos, con unos teclados que esta vez tienen como un rollo más "espacial", y en que el Steve DiGiorgio nos muestra sonidos que sólo él es capaz de sacar al bajo.
Y llegamos a "The Explorer", mi canción favorita del álbum. Un tema a medio tiempo, con unas melodías y unos coros evocadores, y un aire épico a la par que melancólico increíble. Una cosa que me cautiva de Vintersorg como vocalista, es la capacidad que posee de transmitir sensaciones con los diferentes matices de su voz, tanto en las limpias como en las guturales. Como siempre en sus álbumes, la armonización los coros está trabajada hasta el último detalle.
El álbum se completa con "A Star-Guarded Coronation", una bonita canción, con unas intrincadas líneas vocales durante las estrofas, que tienen su contrapartida en un estribillo pegadizo, que podrías escuchar una y otra vez sin cansarte nunca. La guinda la pone "Trance Locator", una furiosa píldora más cercana al Black Metal de poco más de dos minutos, en la que podemos escuchar un riff old-school que cierra el álbum de una manera peculiar y diferente.
Por ponerle algún álbum, podríamos decir que el disco sólo tiene ocho canciones para una duración de 41 minutos, y que se echa en falta algún tema más. Tras un discazo como "Comic Genesis", el listón estaba muy alto, pero Vintersorg saben cómo continuar con su exploración de nuevos terrenos musicales dentro de la escena extrema, dejándonos otra joya más en su discografía.
La formación que graba el álbum:
Vintersorg: Voces, Guitarra, Teclados
Mattias Marklund: Guitarra
Steve DiGiorgio: Bajo
Asgeir Mickelson: Batería
Nota Final: 9/10
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