miércoles, 4 de septiembre de 2013

Anathema - Eternity (1996)

Los británicos Anathema comenzaron su andadura allá por el año 90, y rápidamente se convirtieron en abanderados del Doom Metal moderno junto a otras bandas de las islas como My Dying Bride o Paradise Lost. Tras los primeros álbumes, pronto se mostrarán como una banda predispuesta a la evolución y experimentación, y este "Eternity" es quizá el primer álbum en el que comienzan a abandonar el Doom, y tienden a un estilo algo más suave, y con ritmos menos pesados.

Estamos de nuevo ante un disco muy atmosférico, igual que su predecesor, y a lo largo del álbum encontramos multitud de pasajes ambientales, con voces muy suaves. Y es que en el aspecto vocal, Anathema prácticamente abandona las voces agresivas, salvo en algunos momentos en los que Vincent Cavanagh nos muestra su rabia al cantar. Vincent tiene una voz bastante peculiar, y sin poseer un registro destacable, es capaz de cantar de una manera muy emocional, y transmitir perfectamente los sentimientos adecuados en cada parte.

Como decíamos, en este álbum ya no hay apenas nada del Doom que les lanzó a la fama, pero sigue siendo un disco muy melancólico y triste, y eso es algo que yo personalmente apreciaba mucho en la música de Anathema. Cuando me pongo un disco de Anathema, me gusta percibir esos sentimientos de desesperación, rabia y melancolía. Algo que sin continuar por la senda del Doom, consiguieron mantener hasta los últimos discos, en los que ese sentimiento se ha perdido definitivamente.

"Eternity" es un álbum muy compacto, y requiere de escucharse de principio a fin. Creo que es un álbum, en el que el orden de las canciones es muy importante, y hay algunas canciones que si se escuchan al margen del resto, pueden quedar algo sosas.

Desde este punto de vista pues, cuesta destacar algunas canciones sobre otras, ya que todas pertenecen a un todo, pero sí que me apetece comentar unos cuantos momentos estelares del álbum.

Lo primero que vamos a destacar son las canciones que sirven de intro y de outro del álbum, que nos transmiten sensaciones totalmente opuestas. "Sentient", es una intro increíble, que te atrapa desde las primeras notas, y está repleta de una melancolía brutal. En cambio, "Ascension" finaliza el álbum con una fuerza inesperada, con una melodía muy épica, de esas que no quieres que se acaben nunca, que rematan con un lento pasaje de piano.

La trilogía de partes que componen el tema "Eternity", es muy bueno también. Como nota curiosa reparamos en que la tercera parte, se encuentra separada de las dos primeras. Por último quiero destacar "Hope", que realmente no es un tema suyo, sino que es una versión de Roy Harper, pero que hacen totalmente suya, y se integra a la perfección en el concepto del álbum.

Con esto no quiero decir que el resto del disco baje el nivel, ni mucho menos. Seguramente cada uno destacaría diferentes momentos del mismo. Sin duda un paso adelante en la carrera de Anathema, que serviría de puente a los dos siguientes, que junto a éste, forman el trío de mis álbumes favoritos de la banda.

La formación que graba el álbum:

Vincent Cavanagh: Voces, Guitarra
Danny Cavanagh: Guitarras, Teclados
Duncan Patterson: Bajo
John Douglas: Batería

Nota Final: 8,5/10

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