viernes, 28 de septiembre de 2012

Forefather - Last of the Line (2011)

"Last of the Line" es hasta la fecha el último trabajo de los británicos Forefather. La banda es formada en 1997 por Athelstan y Wulfstan, que por otro lado son hermanos, y han sido los únicos miembros hasta la fecha.

Su música es autodenominada por ellos mismos como Anglo-Saxon Metal, para desmarcarse de las etiquetas asociadas al Black y al Viking Metal, y desde luego en este "Last of the Line", no vamos a encontrar mucho Black que se diga. Sin duda es un tipo de música difícil de catalogar, pues mezcla con bastante acierto diferentes estilos. Es Metal extremo, pero plagado de ritmos heavies y épicos. Además, la temática de las letras suele estar asociada a la historia anglosajona, haciendo honor al nombre de la banda. La mayoría de las voces principales son agresivas, pero a la vez hay una fuerte presencia de voces y coros en limpio. 

Tras la edición de "Steadfast" en 2008, que tuvo una gran acogida por parte de los fans, hubo que esperar tres años para la edición de este "Last of the Line". En él nos vamos a encontrar una buena mezcla de las influencias de Forefather. Partes rápidas con voces muy agresivas mezcladas con partes muy melódicas y otras más épicas que nos orientan hacia el Viking Metal. Creo que podríamos estar ante el lanzamiento más heavy de la banda hasta el momento, pero no te asustes, esto sigue siendo Forefather al 100%.

Los puntos más álgidos del disco los encontramos por ejemplo en "Chorus of Steel", con alguno de los mejores riffs del disco que hacen de él uno de los temas más robustos del álbum. "Wolves of Prayer" es quizá mi favorita, con melodías y riffs muy elaboradas, y unos cambios de ritmo perfectos. Los teclados están utilizados con mucho tino a lo largo de todo el disco, sin llegar a ser en ningún momento cargantes, y únicamente realzando las atmósferas. Cierra la terna de los temazos del disco "Shadows of the Dead", que nos ofrece unos riffs más blackies y repletos de sentimiento, que dan paso a un estribillo muy épico, que en ciertos momentos transmite un toquecillo "manga" bastante curioso.

En un segundo grupo, dentro de los temas cañeros, tenemos el que da nombre al álbum. Es una canción ideal para abrir boca, muy variada y con buenos cambios de ritmo. "By the Deeds" es uno de los temas más heavy del disco, aunque tiene un estribillo algo flojo si lo comparamos con el resto. Por último, "Spears of Faith", es el tema más Black del álbum, un buen tema, pero no llega al nivel de los anteriores.

En cuanto a los temas más épicos, el mejor para mi gusto es "The Downfallen", cuya parte final es espectacular, y que considero que hubiese servido para finalizar el álbum de mejor manera que la outro "Into the Rising Sun". "Doomsday Dawn" y "Up High" son las canciones más épicas del disco. Son a medio tiempo, y aportan algo más de variedad en la velocidad del disco. Por último "Cometh the King" es una intro que no llega al minuto y que no me gusta demasiado, quedando "Wyrda Gesceaft" como un interludio que separa el álbum en dos partes.

Quizá, un punto a mejorar, es hacer menos lineales las voces, ya que van siempre muy pegadas a las melodías de las guitarras, y se echa en falta algunas líneas vocales algo más rompedoras.

Creo que este disco es apto para todos los oídos dentro del Metal, y quizá puede servir para acercar otro tipo de sonidos para los fans más tradicionales.

La formación que graba el disco:

Wulfstan: Voces, Guitarra, Bajo
Athelstan: Guitarra, Bajo, Teclado

Nota Final: 8,5/10