Este blog pretende ser la continuación de lo que en su día fue La Caverna del Metal, aunque con una orientación diferente. Este Blog es de opinión personal. Las calificaciones intentan tener en cuenta el contexto histórico del álbum. Por supuesto, puedes discrepar de la visión sobre los discos que se comentan aquí. Símplemente lee, opina si quieres, y disfruta.
Hoy seguimos revisando otro lanzamiento de los inicios, esta vez de los noruegos Dimmu Borgir, que con el tiempo se convirtieron en otra de las bandas más conocidas dentro del Black Metal, e incluso durante una temporada existió una especie de competición a nivel fans, entre ellos y Cradle of Filth, un poco al estilo de "Y tú de quién eres?" como ocurrió con bandas como Metallica - Megadeth o Iron Maiden - Judas Priest.
"For All Tid" es el primer álbum de Dimmu Borgir, y la calidad del mismo, digamos que no es muy alta. Existen varios motivos para que esto sea así. Lo primero es que nos encontramos una formación en la que no están definidos los roles, y que cambiarían posteriormente. Por ejemplo, Shagrath, el actual vocalista, en esta época era el batería de la banda, mientras que Tjoldav se encargaba de las guitarras, y las voces corrían a cargo de Silenoz. Este tipo de cosas son casi impensables en un país como el nuestro, en el que si sabes tocar un instrumento ya puedes darte por afortunado, pero en los países escandinavos es bastante más frecuente encontrarse con músicos que tocan más de un instrumento.
Bueno, sin desviarnos mucho del tema, la ejecución de las canciones flaquea en algunos momentos, especialmente en las baterías. En cambio, las voces no juegan un mal papel. Sin ser ninguna maravilla, cumplen su función y la verdad es que la llegada de Shagrath a dicho apartado, tampoco mejoró lo realizado por Silenoz en los comienzos de la banda. Los teclados tampoco me gustan demasiado, ya que su interpretación es bastante lineal y termina por cansarme un poco.
Por otro lado, la producción del álbum es bastante floja, y el sonido es muy sucio. Este tipo de producciones para otro tipo de bandas de Black, igual es hasta un plus, pero para una banda con la apuesta de Dimmu Borgir, creo que una producción más limpia le da un punto positivo. De hecho el álbum fue remasterizado posteriormente cuando ficharon con Nuclear Blast, y la portada pasó del blanco y negro al color. Eso sí, ahí me quedo con la portada original, que mola mucho más.
En cuanto al apartado puramente musical, la banda practicaba un Black Metal bastante atmosférico, con mucho medio tiempo, acelerando con algunos cambios. Si unimos a ésto, que las secciones atmosféricas son bastante simples y repetitivas, nos quedamos con la sensación de que el álbum no termina de enganchar como debiera.
Sin duda tiene algunos momentos que molan, y con la indulgencia de ser el primer álbum de una banda, pues no suspende tampoco. Personalmente me quedo con los tres últimos temas del álbum, así que no sé si están colocados en el lugar adecuado. Si acaso, el "Den Gjemte Saanhets Herserker" cuya parte final, cumple con los requisitos adecuados para cerrar el álbum de manera bastante decente, gracias a unas buenas melodías. "Hunnerkogens Sorgsvarte Ferd Over Steppene" es de los mejores cortes. Un tema bastante rápido con una progresión bastante estándar, que destila cierto aire punk, pero que funciona bien.
"Raabjorn Speiler Draugheimens Skodde" es el único tema rescatado del primer E.P "Inn I Evighetens Mørke", y tiene una estructura bien trabajada, con algunos cambios bastante acertados. Del resto del álbum, mencionaría "Over Bleknede Blåner Til Dommedag", un tema con un ambiente bastante épico, en el que colabora Aldrhan de Dødheimsgard aportando las voces limpias. Estas se encargan de incrementar ese toque épico, y aunque suenan un poco fuera de tono, le dan un rollo especial a la canción.
En fin, aunque en alguna ocasión se quiere vender este álbum como una pieza de culto dentro del Black Metal, creo que está bastante lejos de eso, ya que no posee la magia necesaria, que sí podemos encontrar por ejemplo en su siguiente álbum, "Stormblåst" que ya comentamos aquí en su día.
Hoy toca comentar un clásico del Black Metal Melódico perteneciente a una de las bandas más controvertidas de la música extrema. Cradle of Filth, tuvieron el honor y la suerte de sacar al Black Metal del underground gracias a lanzamientos como este "V Empire Or Dark Faerytales In Phallustein", en adelante "VEmpire" para abreviar.
La banda se forma en 1991, y tras varias demos, consiguen su contrato discográfico con Cacophonous Records para grabar su primer álbum, "The Principle of Evil Made Flesh". Ciertas disputas entre la banda y la compañía, provocan que Cradle of Filth quiera marcharse, pero para cumplir con su parte del contrato se ven obligados a grabar un segundo lanzamiento en forma de E.P aunque con una duración más que respetable, por encima de los 36 minutos.
Sin duda, en esa época la banda se encontraba en un estado de gracia, ya que siendo este E.P un trámite para salir de la discográfica, posee una buena colección de temazos, incluyendo el "Queen of Winter Throned", para mi gusto el mejor tema compuesto jamás por la banda.
Siguiendo la tónica habitual de la banda a lo largo de su historia, hay cambios de formación reseñables desde el "The Principle...", ya que la pareja de guitarristas son reemplazados por Stuart Anstis, y también hay reemplazo en los teclados con la llegada de Damien Gregori. Mencionar que aunque en los créditos del álbum aparece un tal "Jared Demeter" como guitarrista de sesión, todas las guitarras del álbum están grabadas por Stuart Anstis.
Realmente el E.P está compuesto por cuatro canciones y dos intros bastante largas. La música de Cradle of Filth, pese a que en su momento se vendía como Symphonic Black Metal (incluso etiquetas de Gothic y Romantic, podías leer por las revistas), realmente no tiene mucho que ver con el Black Metal noruego, pero eso nunca ha sido óbice para que los fanáticos del "true" Black Metal hayan arremetido contra la banda tachándoles de vendidos, cuando realmente nunca pertenecieron a esa escena ni de lejos.
Es cierto que en su día, sí dieron un paso en sentido comercial con "From the Cradle to Enslave" que ya comentamos aquí en su día, y su posterior decadencia a nivel compositivo intentando explorar con más o menos éxito otro tipo de territorios musicales. Personalmente, a día de hoy Cradle of Filth es una banda que no me gusta como antes, pero sigo apreciando y respetando la calidad de lanzamientos como éste.
En este álbum podemos percibir una buena amalgama de estilos, en los que predominan las atmósferas góticas sinfónicas junto a las melodías de guitarras y teclados que impregnan todos los temas, y que se superponen con las voces. En el apartado guitarrístico se van alternando con algunas secciones en las que encontramos riffs más clásicos de Black junto con algunas partes con cierto regusto Death o Thrash que podemos escuchar en "Nocturnal Supremacy" o en "The Rape and Ruin of Angels", y es que no olvidemos que sus primeras demos son más Death que otra cosa.
A nivel vocal, también encontramos a un Dani Filth en pleno desarrollo y mejora respecto al anterior álbum, aunque su mejor momento llegaría con los siguientes dos álbumes. Lo único que no me convencen son las voces "profundas" que no terminan de sonarme demasiado potentes.
El E.P comienza con una intro bastante peculiar, ya que "Ebony Dressed for Sunset" es casi un tema cortito, ya que se va a casi tres minutos. Aunque tiene un aura de intro, posee un par de riffs y voces en él. "The Forest Whispers my Name" es una regrabación del tema que ya apareció en el anterior álbum, con un mejor sonido y con algunas partes ligeramente diferentes. Poco que cambiar, ya que el original, era en sí mismo un gran tema.
"Queen of Winter Throned" es mi canción favorita de la banda. Mi único comentario sobre ella es que la escuches si no la conoces.
"Nocturnal Supremacy" sigue en la línea del álbum, con blast-beats de batería, las afiladas voces de Dani y guitarras cañeras, pero al mismo tiempo unos fondos de teclado muy melódicos y épicos, acentuados por las voces femeninas. Además, podemos escuchar el único solo del álbum, que sin ser una maravilla, aporta algo de variedad al asunto.
"The Rape and Ruin of Angels" arranca con una fuerza brutal, gracias a uno de los riffs más cañeros escritos nunca por Cradle of Filth. Tras pasar por unas intrincadas partes más sinfónicas, el tema desemboca en un épico final que redondean este gran E.P.
Sin duda uno de los mejores lanzamientos de Cradle of Filth en su historia, y que forma una gran trilogía junto con los dos siguientes álbumes, "Dusk and Her Embrace" y "Cruelty and the Beast".
La formación que graba el álbum:
Dani Filth: Voces
Stuart Anstis: Guitarras
Robin Graves: Bajo
Damien Gregori: Teclados
Nicholas Barker: Batería
Hoy se me ha venido a la mente este pequeño E.P en directo de Angra, que por otra parte es el único documento oficial en directo de la primera formación de los brasileños. Este lanzamiento es un pequeño extracto del concierto realizado en París durante la gira del álbum "Holy Land", que ya comentamos aquí en su día.
En este punto de su historia, Angra era una banda en pleno crecimiento gracias a su apuesta por un Power Metal de corte muy técnico con algunos pasajes progresivos, unas elaboradas melodías y esos toques tribales, que fueron el sello de identidad del "Holy Land".
Teniendo la característica de E.P, podríamos decir que la grabación va al grano, y se compone de cuatro de los mejores temas de la banda en sus dos primeros álbumes. El punto negativo, claro, es que estamos hablando de un E.P, y es una lástima que no se pudiese haber editado el concierto completo. Como curiosidad, aquí os dejo el setlist del mismo, y llamo la atención sobre el "Bis" del mismo, y que es indicativo de la época en la que está grabado.
La producción del álbum corre a cargo de Charlie Bauerfeind, que también había producido los primeros lanzamientos de la banda, y aquí he de decir que desconfío un tanto del sonido general del álbum, no tanto por los fallos que pudiese haber en la grabación, ya que en ningún momento dudo de la capacidad técnica de Angra en cuanto a ejecutar los temas con limpieza.
Lo que me deja con la mosca detrás de la oreja es el sonido tan limpio y tan bien ecualizado. He tenido la oportunidad de ver a Angra en directo algunas veces, y en ninguna de ellas han disfrutado de un sonido demasiado bueno. El apartado que más me llama la atención, es el de las orquestaciones. Si bien Angra llevan un teclista en directo, éstas me suenan exactamente igual a las del estudio, y con demasiada presencia en la mezcla. Los coros también me suenan un tanto artificiales para lo que he podido ver en directo en otras ocasiones. No sé, como no soy un gran entendido en la materia, lo dejo planteado como una duda.
Con ésto no quiero decir que el concierto no sea digno de escucharse, sino todo lo contrario. Es altamente interesante para cualquier fan de Angra, y la sensación de directo está bastante conseguida con la presencia constante del público, no sólo entre tema y tema, sino que también se percibe su participación en el transcurso de algunas canciones.
El álbum abre con la intro "Crossing" seguida del "Nothing To Say", que suena como un cañón. Casi sin tiempo para respirar se enlaza con "Z.I.T.O", en el que las guitarras suenan increíbles, y que termina con una pequeña charla en francés por parte de André Matos.
"Carolina IV" es probablemente el plato fuerte del álbum, empezando y terminando de manera algo diferente y acompañado convenientemente por algunas percusiones adicionales. La parte de solos es tan emocionante o más que en el disco de estudio, y años después sigue poniéndome la piel de gallina.
Para el final dejan la única incursión en su primer álbum con el imprescindible "Carry On", que también va acompañado por el "Unfinished Allegro". En fin, como decíamos al principio, una lástima que este lanzamiento no hubiese sido un directo al completo, ya que haría su escucha algo mucho más enriquecedor y su compra más atractiva.
La formación que graba el álbum:
Andre Matos: Voces
Kiko Loureiro: Guitarra
Rafael Bittencourt: Guitarra
Luís Mariutti: Bajo
Ricardo Confessori: Batería
"Monumension" es probablemente el álbum más extraño de la carrera de los noruegos Enslaved, aunque quizá extraño no sea el apelativo más correcto para designarlo. Más bien podríamos catalogarlo de desigual, ya que tenemos canciones muy variopintas en el álbum, y el nivel de experimentación es máximo. Tras la edición del brutal "Mardraum" un año antes, las expectativas que eran máximas para este lanzamiento, no fueron cumplidas del todo.
Estos vaivenes en la composición de los temas, vienen principalmente provocados por la influencia de Roy Kronheim, el cual quería dar a la banda un giro más Stoner, algo con lo que Ivar y Grutle no estaban de acuerdo, y que unido a algunos motivos personales, acabaron provocando la salida de Roy de la banda. Es posible también, que este ambiente no favoreciese a que "Monumension" sea un álbum aún mejor de lo que ya es.
En general es un disco bastante atmosférico y el primer tema, "Convoys to Nothingness" así lo demuestra. Una misteriosa intro nos dibuja lo que será el ritmo principal de la primera parte de la canción. Un dura sección central, acaba desembocando en una larga e hipnótica parte instrumental que se alarga durante casi tres minutos hasta el final del tema.
"The Voices" es uno de los mejores temas del álbum, con unas voces muy poderosas y esos cambios de ritmo de esos que Enslaved bordan. El tema tiene una estructura bastante impredecible, y una mezcla perfecta de agresividad y melodía.
"Vision: Sphere of the Elements - A Monument Part II" es uno de los temas más cañeros del álbum y que cierra un trío de canciones realmente brutal. Es un tema rápido y directo en el que domina un ritmo realmente Heavy, aunque como siempre alternado con varios cambios de ritmo, incluyendo en la parte final un punteo sobre un riff bastante poco habitual en la banda.
"Hollow Inside" es uno de esos temas que hacen bueno el comentario de que en este álbum, el nivel de experimentación es máximo. Es un tema con un gusto muy setentero, con guitarras en limpio y unas voces limpias sobreproducidas. Realmente creo que no hay otra canción como esta en toda la discografía de Enslaved.
"The Cromlech Gate" es un tema con un rollo más Doom - Stoner y aunque la esencia de Enslaved se percibe sin problema, es una vuelta de tuerca más a ese ambiente algo extraño de este álbum. "Enemy I" es un gran tema bastante progresivo, en el que de nuevo Grutle utiliza sus voces limpias, sobre lo que se podría catalogar como el estribillo del tema. Los rugidos a lo largo del tema están doblados, con una voz más rasgada y otra más profunda.
La gran mayoría de los temas del álbum no tiene una estructura de las que podemos considerar como clásica, algo con lo que suele jugar Enslaved, haciendo la escucha de sus discos toda una experiencia. "Smirr" comienza con un riff marca de la casa, pero pronto entra en una sección más ambiental que de nuevo se mueve en algunos parámetros algo psicodélicos.
"The Sleep" es un tema largo y relajado, en el que los teclados se hacen protagonistas y con una larga sección central que tiene algo de hipnótico. Perfectamente podía haber servido como final del álbum, pero Enslaved nos deja un par de píldoras extras, con la instrumental "Outro: Self-Zero" y con un último experimento llamado "Sigmundskvadet". Ésta es una canción acústica cantada en forma de coro tribal y que aporta un sentimiento muy peculiar.
Sin duda este es un disco que no te dejará indiferente. Dentro de la excelencia de la discografía de Enslaved, éste álbum no llega al sobresaliente, por lo desigual y extraño que es por momentos, aunque al mismo tiempo nos muestra una banda repleta de ideas y con ganas de explorar constantemente nuevos sonidos y elementos. Algo fundamental y que sin duda ayudó a sentar las bases de la evolución que ha mantenido la banda a lo largo del siglo XXI sacando un discazo tras otro.
La formación que graba el álbum:
Grutle Kjellson: Voces, Bajo
Ivar Bjørnson: Guitarra, Teclado
Roy Kronheim: Guitarra
Dirge Rep: Batería
En plena borrachera de éxito tras la edición del "Mandrake" que ya comentamos aquí en su día, y sobre todo de las dos primeras partes de Avantasia, Edguy finaliza su contrato con AFM con la edición del directo "Burning Down the Opera" y dan un paso más en su carrera con la firma su nuevo flamante contrato con Nuclear Blast.
El nuevo álbum "Hellfire Club" viene precedido de la edición del E.P "King of Fools" a modo de presentación para el nuevo disco. La promoción y los medios para la grabación del álbum son mucho mejores en esta ocasión. La grabación se hace en diferentes estudios de Alemania, aunque la masterización vuelve a hacerse en los míticos Finnvox. Además, para este álbum Edguy cuenta con la participación de una orquesta real, y con una buena representación de vocalistas invitados, algunos de los cuales también han participado en diferentes entregas de Avantasia.
Con estos antecedentes la cosa podía haber sido algo realmente grande, pero se queda a medio camino y es un lanzamiento que no llega a enamorar. El álbum abre con "Mysteria", un tema correcto con un riff bastante afilado y un buen estribillo, que aunque tiene una parte central algo ramplona, deja buenas expectativas al oyente.
A continuación, Edguy quiere poner toda la carne en el asador y nos ofrece "The Piper Never Dies", un tema de nada menos que diez minutazos, pero el efecto no puede ser más negativo, y me explico. Tras un comienzo correcto, este tema supone un bajón en el ritmo del álbum que personalmente no encuentro coherente. "The Piper Never Dies" repite casi al 100% la fórmula utilizada en el "The Pharaoh" de su álbum anterior, pero el tema no es ni de lejos igual de bueno. Este adolece de ser lento y repetitivo, y no llega a enamorar en ningún momento.
Igual, ubicado en otra posición del álbum podía pasar de otra manera, pero no en segunda posición del álbum. Sin ir más lejos, esa posición podía haberla ocupado "We Don't Need a Hero", sin duda el auténtico cañonazo Power marca de la casa. Está claro que no puedes sacar un disco con 10 canciones así, pero realmente son temas que Edguy sabían hacer realmente bien. Riffs y doble bombo a toda velocidad con espléndidas melodías, y un buen solo.
"Down to the Devil" es de nuevo un tema correcto, con el clásico sonido de la banda y que aunque no destaca como el anterior, se deja escuchar y se identifica claramente con Edguy. Quizá abusan un tanto del estribillo y el tema podía haber quedado un poco mejor con medio minuto menos.
"King of Fools" es el único tema rescatado del E.P anteriormente mencionado y la verdad que se lo podían haber ahorrado. El tema comienza con una melodía de teclado que parece que va a ser la protagonista del tema, pero rápidamente cae un riff de aire moderno adornado por un teclado electrónico, que es de lo peorcito del álbum, y el estribillo no aporta nada nuevo. El caso es que el tema tiene su videoclip y creo que hasta fecha de hoy sigue siendo el tema con el que cierran los conciertos. Algo totalmente inexplicable desde mi entender.
A partir de aquí, la cosa no remonta el vuelo, y es que aunque a lo largo de todo el álbum se aprecia un gran trabajo en la producción y en el nivel de arreglos de las canciones, una pena que no estén acompañados por composiciones del mismo nivel.
Los temas van cayendo uno por uno, pero realmente no hay nada destacable en ellos. Por mencionar alguno, "Forever" es la clásica balada que no dice nada, aunque Edguy tampoco han destacado nunca en este apartado.
"Lavatory Love Machine" fue el otro tema sobre el que se grabó un videoclip y es un tema con una mezcla de Heavy tradicional que sería el camino por el que transitarían los siguientes lanzamientos de la banda. Como no hay vídeo oficial de ningún tema que me guste, pondremos éste, pero sin duda no sería el tema que yo recomendaría escuchar de éste álbum.
En fin, un disco que debería haber sido mucho mejor, pero que sería el peor lanzado por la banda hasta ese momento, y que salvo un par de honrosas excepciones, pasa con más pena que gloria.
La formación que graba el álbum:
Tobias Sammet: Voces, Teclado
Jens Ludwig: Guitarra
Dirk Sauer: Guitarra
Tobias "Eggi" Exxel: Bajo
Felix Bohnke: Batería
Tras el éxito cosechado con "Maldita Sea Mi Suerte" que ya comentamos aquí en su día, Los Suaves consiguen su primer contrato con la multinacional Polygram Ibérica para la edición de su quinto álbum, este "Malas Noticias" que revisamos hoy. Lo primero que se puede apreciar en este álbum, y sin duda gracias a este cambio, es la mejora en la producción del álbum si lo comparamos con los anteriores álbumes, con un Alberto Cereijo más asentado en la banda. El sonido es ahora mucho más limpio que antes, y aunque no llega a ser una producción de primer nivel, los instrumentos se pueden distinguir perfectamente durante la escucha.
El caso es que esta mejora en la producción no viene acompañada con una mejora en el nivel de las canciones, sino más bien al revés. Pese a haber un par de años entre la edición de ambos discos, el nivel compositivo de esta entrega está un par de escalones por debajo. Es probable que algunos fans de Los Suaves no estén de acuerdo con esta apreciación, pero a mí este álbum se me hace bastante plano en cuanto a composiciones, y el uso de las clásicas progresiones de acordes de la banda.
El inicio del álbum con la homónima "Malas Noticias" es francamente potente. El buen uso de las guitarras acústicas frente a la machacona sección rítmica, y la posterior evolución de la canción la convierte en una de las mejores del álbum. Ya desde este tema Alberto Cereijo nos deleita con unas guitarras solistas espectaculares, tanto a nivel de solos como de arreglos y pequeños detalles. La canción está partida en dos partes, y desde el minuto 3:30 hasta el final entra una larga sección instrumental realmente emocionante.
Pese al fichaje por la multinacional, las letras de Yosi, lejos de suavizarse (en el sentido literal de la palabra), siguen manteniendo esa tónica cruda y depresiva que sin duda es uno de los valores que más aprecian los fans de la banda.
"Corazón de Rock and Roll" es la clásica oda al Rock que la banda gusta de meter en prácticamente todos sus álbumes. Con una estructura clásica de Rock and Roll, pero con un sonido bastante metálico, y en la que lo que más me gusta, vuelve a ser el bajo de Charly. "Por Una Vez En La Vida" cierra un comienzo bastante poderoso. Es un tema muy dinámico y melódico al mismo tiempo que la convierte en una de mis favoritas. Mención especial para los solos en este tema.
A partir de ahí, el álbum entra en una fase que no me termina de convencer. "Como Cada Noche" es un tema con un sonido duro y pesado, pero se me hace bastante repetitivo, y la manera de encajar la frases de Yosi termina por cansarme también. El estribillo, pese a descargar un poco esa sensación, no termina de cuajar, además de ser demasiado estándar.
"Si Te Atreves a Nacer" es un tema cañero, que comienza con fuerza, y aunque está mucho mejor que el anterior rápidamente vuelve a sonar un poco a lo mismo. Está claro que Los Suaves tienen su fórmula magistral que saben aplicar en los temas, pero a veces se le puede pedir un poco más a una banda como ellos. "Ella Arruinó Mi Vida" es otro tema que no está al nivel, y vuelve a pecar de una composición poco inspirada, que lo convierte en un tema de relleno.
"El Último Metro" es una triste balada acústica, que a mí personalmente me llega bastante. Un buen trabajo con las guitarras acústicas, y unos sutiles colchones de teclado realzan una de esas letras en las que Yosi habla de una vida triste, sin esperanza ni ilusiones, y que de alguna manera te toca la fibra.
Con buen criterio, Los Suaves dejan para el final el "Dile Siempre Que No Estoy", que se convirtió en el himno de este álbum. Una canción puro Suaves, de nuevo con la típica estructura y las mismas progresiones, pero en esta ocasión explotadas con total acierto, y aderezadas con armónicas y un gran trabajo en las guitarras. Es un tema muy largo, con una letra genial y en la que no me canso de escuchar el "tú di siempre que no estoy".
Este álbum no es ni de lejos el mejor de Los Suaves, pero fue un hito en cuanto al crecimiento de popularidad de la banda, gracias a una promoción mayor y a unos medios mejores, que darían como resultado la grabación de dos de los mejores álbumes de la banda, "Santa Compaña" y "San Francisco Express".
La formación que graba el álbum:
Yosi: Voz, Guitarra, Armónica
Alberto: Guitarra
Montxo: Guitarra
Charly: Bajo
Gelo: Batería
Seguimos trabajando el rollo sinfónico, esta vez con los holandeses Carach Angren, una de las bandas que más han llamado mi atención los últimos tiempos. Mi conocimiento de la banda llega gracias a este álbum llamado "Death Came Through a Phantom Ship", cuyo concepto lírico gira alrededor de la leyenda del Holandés Errante. La banda fue formada allá por 2003, y este es su segundo larga duración.
Este álbum es una buena muestra de lo que puede dar de sí el Black Metal de corte sinfónico. Este es un género que parecía haber quedado como coto personal de Dimmu Borgir, pero nada más lejos de la realidad, y es que este disco es muchísimo mejor que cualquiera de los últimos álbumes grabados por los noruegos. Además, parece que tras las salidas de Mustis y Vortex la banda anda algo perdida, y desde 2010 no hemos vuelto a saber de ellos.
Como es ley en este estilo de música, la preponderancia de los teclados y orquestaciones es notoria a través de todos los temas, y parece ser el propio teclista Ardek el que lleva el peso de las composiciones.
El caso es que la formación se mantiene estable como trío desde sus comienzos, así que imagino que los tres miembros aportarán bastantes ideas a su música. El apartado guitarrístico corresponde a Seregor, que es a la vez vocalista de la banda. En la música de Carach Angren las guitarras tienen un papel de protagonismo compartido con las orquestaciones, y en general suelen llevar el típico riffage del Black Metal, aunque en algunas ocasiones también se erigen en las dueñas de las melodías principales.
Otro de los puntos fuertes del concepto de Carach Angren son unas letras trabajadas, que se ven potenciadas con partes casi narradas que permiten a la banda introducir historias bastante completas en las canciones. De hecho, las composiciones tienen en todo momento un aire bastante teatral que luego trasladan al directo. En este aspecto, tuve la fortuna de verles recientemente, e hicieron un gran show. Seregor delega el trabajo de las guitarras en un músico invitado, y se vuelca al 100% en la interpretación de las canciones. Sin duda, un acierto que potencia las presentaciones en directo. Escuchando este tipo de música, se podría pensar que en vivo pierde, pero en el caso de Carach Angren esto no es así, y consiguen generar una atmósfera increíble.
La producción del álbum está a un nivel muy alto, como no podía ser de otra manera en un álbum del estilo. La misma corre a cargo de Patrick Damiani, que hasta la fecha se encarga también de grabar el bajo en los trabajos de Carach Angren. Incluso en los primeros tiempos giraba en directo con ellos tocando el bajo, convirtiéndose casi en un miembro más de la banda.
Este álbum gana puntos cuando es escuchado como un todo, más que si se escucha como temas sueltos, ya que la atmósfera que se crea desde la intro convierte la escucha en un viaje que consigue transportar al oyente a través de diferentes ambientes, alternando secciones suaves, con partes realmente enervantes y repletas de tensión que van descargando sobre pequeñas secciones melódicas.
Dentro del buen nivel global del álbum, y puestos a destacar algunos cortes, me quedaría con "And the Consequence Macabre" un auténtico temazo con una gran letra, "Bloodstains On the Captain's Log" que quizá sea la más pegadiza del álbum y con la que suelen cerrar los directos, y "The Course of a Spectral Ship", un tema con unos cambios increíbles.
Siguiendo la costumbre, he enlazado el vídeo oficial que corresponde al primer tema, así que queda en tu responsabilidad el escuchar alguno de los temas destacados.Sin duda una banda con una apuesta muy original que desde aquí animo a escuchar con detenimiento y desde luego recomiendo ver en directo.
La formación que graba el álbum:
Seregor: Voces, Guitarra
Ardek: Teclados y Orquestaciones
Namtar: Batería
Segundo álbum de los italianos Rhapsody (posteriormente y por temas de Copyright, conocidos como Rhapsody of Fire), y en mi opinión su mejor trabajo, aunque he de reconocer, que de los discos nuevos he escuchado poco más allá de la segunda parte de este álbum que sacaron en 2007, y que arrancaba una nueva saga.
El concepto del álbum consiste en el segundo episodio de la saga de la espada esmeralda que arrancaron con "Legendary Tales" que ya comentamos aquí en su día. La historia se alarga nada menos que cinco discos, aunque como no me he metido mucho en ella, no soy capaz de valorar si el nivel de la historia está a la altura de la música.
En este álbum, Rhapsody muestra un paso adelante en madurez a la hora de las composiciones, y este es el único disco de la banda en el que puedo decir que todas las canciones me gustan, y no encuentro temas de relleno. La banda sigue ahondando en el concepto del Power Metal sinfónico llevado a su máxima expresión.
Las grandes y ampulosas orquestaciones están presentes a lo largo de todas las canciones, pero en ningún momento resultan cargantes, gracias a la inspiración que destilan tanto las melodías como los riffs de las canciones. Por supuesto, los guiños a pasajes de música clásica son constantes, tanto en las melodías de los teclados, como en los trepidantes sweep picking de Luca Turilli.
La producción vuelve a estar a cargo de la por entonces pareja de moda en el Power Metal, Sascha Paeth y Miro, que realizan un trabajo espectacular, y consiguen un sonido muy limpio y sobre todo muy compacto, dando la predominancia necesaria a cada instrumento en su momento. El problema de esta gran producción se lo encontró la banda cuando quiso llevar su música al directo. Tuve la oportunidad de verles una vez en directo en aquella época y fue un auténtico desastre. Es la cara y la cruz de hacer este tipo de música, a no ser que tengas un respaldo económico que te permita llevar al directo grandes producciones.
Para mí el disco está partido en dos mitades, y creo que la elección del orden de las canciones está hecho con bastante acierto. Durante la primera mitad, encontramos los principales cañonazos del álbum. "Emerald Sword" es una auténtica joya del género e ideal para enganchar al oyente desde el primer momento. Con un riff apabullante y muy melódico, y con uno de los mejores estribillos escritos por Rhapsody. Un estribillo de los que te dejan con ganas de escucharlos una y otra vez, con la virtud de que la banda no se ceba en absoluto en él.
Este detalle indica la confianza de la banda en sus posibilidades y en lo que viene a continuación. "Wisdom of the Kings" es un tema continuista, en una línea muy parecida al anterior, con un punto más melódico y algo menos trepidante. Afortunadamente, en esta ocasión no tenemos una canción como "Forest of Unicorns" y la instrumental "Heroes of the Last Valley", sin ser demasiado destacable, al menos no aporta la nota negativa al álbum.
El fin de esta primera parte llega con la que puede ser la canción más completa del disco. "Eternal Glory" es un tema larguito, de más de 7 minutos que vuelve a explotar las virtudes de los dos temas anteriores, añadiéndole una gran sección instrumental en la mitad del tema, que lo redondea y lo lleva al top del álbum.
En la segunda parte, encontramos temas algo más complejos en cuanto a la composición, pero sin olvidar que estamos ante un disco de Rhapsody, así que tranquilos los enemigos de lo complejo :).
Canciones como "Beyond the Gates of Infinity" y "The Dark Tower of Abyss" son temas con una estructura más variada, en las que podemos encontrar algunos riffs con un aire más progresivo, ambientes mucho más oscuros y partes orquestales que desde mi punto de vista son de las más interesantes del álbum. Sin ser temas tan pegadizos como los anteriores, no dejan de tener secciones muy melódicas.
"Wings of Destiny" es la balada del álbum, y pasa sin pena ni gloria, al menos para un servidor. La joya escondida de esta segunda parte es "Riding the Winds of Eternity". Un tema majestuoso y épico, con un estribillo realmente emocionante y que ayuda a revivir las sensaciones de los primeros temas.
El cierre corresponde al tema que da nombre al álbum, y que además es el más largo del disco con sus 13 minutos. La canción está dividida en cuatro partes muy orquestales y con varios pasajes narrados que entiendo que están orientados a darle más cohesión a la historia del álbum. Incluso durante el tema hay algún guiño a partes del álbum que ya hemos escuchado antes. Personalmente es una pista que suelo saltarme, ya que prefiero quedarme con el buen sabor de boca que deja "Riding the Winds of Eternity", pero vamos, simplemente es otro concepto de canción.
La formación que graba el álbum:
Fabio Lione: Voces
Luca Turilli: Guitarra
Alessandro Lotta: Bajo
Alex Staropoli: Teclados
Daniele Carbonera: Batería
Este es el primer larga duración de los noruegos Arcturus, que editaron dos años después de su debut discográfico con el E.P "Constellation". En 1996 estamos en pleno auge de la segunda oleada del Black Metal noruego, y pese a las evidentes conexiones de algunos de sus miembros con dicha escena, desde un primer momento la banda deja bien claro que su apuesta musical va mucho más allá de lo que ofrece el Black Metal.
En este "Aspera Hiems Symfonia" podemos apreciar un Black muy atmosférico, con algunos toques Avantgarde expresados principalmente por las circenses melodías del teclado de Sverd, que junto a las voces limpias de Garm, rápidamente se convirtieron en los sellos de identidad de la banda. Arcturus tiene el mérito de ser una de esas bandas cuyas canciones son totalmente reconocibles.
En general la mayoría de los temas van a medio tiempo, y aunque no falta alguna parte cañera, la cercanía con el Black se centra realmente en las atmósferas y en las voces agresivas.
Una de las cosas que más llama la atención del álbum desde las primeras escuchas, son las peculiares voces limpias de Garm, uno de los vocalistas más respetados de la escena extrema. Desde luego, las bandas en las que estuvo involucrado siempre fueron un paso más allá que el resto, no sólo en Arcturus, sino también Ulver y Borknagar. Sus voces agresivas no están mal, aunque el punto fuerte de sus voces son las limpias, con unos bajos muy destacables y con unas líneas vocales muy imaginativas.
Junto a las voces, los protagonistas indiscutibles son los teclados que en todo momento están presentes en una primera línea en la producción, bien en forma de melodía o en forma de atmósferas indescriptibles. Sin duda Sverd es el cerebro pensante detrás de la música de Arcturus, y es increíble cómo es capaz de generar contrastes entre algunos pasajes que suenan realmente diabólicos, enfrentados al mismo tiempo a bonitas y relajadas melodías que hacen de la escucha de este álbum una experiencia única.
Pese a que el ritmo general del álbum es a medio tiempo, las canciones son muy dinámicas y los cambios de ritmo constantes. Estos cambios dan a los temas un aire progresivo muy bien acompañado por las baterías. No faltan tampoco momentos en los que las atmósferas de las canciones suenan más próximas al Dark Ambient, mostrando una vez más la facilidad con la que Arcturus incorpora elementos variados de diferentes influencias, mezclados de tal manera que en ocasiones rozan la psicodelia. El ambiente en muchas secciones del disco es inquietante y saben jugar muy bien con las tensiones, transportando al oyente en un viaje constante.
Las baterías de Hellhammer son otro de los puntos fuertes del álbum, con ritmos muy precisos y técnicos, que ayudan a enriquecer las canciones. La música de Arcturus no es sencilla a la hora de imaginar qué ritmos pueden encajar, pero Hellhammer supera el examen con nota, tanto en los ritmos a medio tiempo, en las partes a contratiempo, y en los pocos momentos en que la batería mete los clásicos blast-beats de Black Metal.
Las guitarras en este lanzamiento juegan un papel algo más secundario, y predominan las guitarras rítmicas que ofrecen el fondo para que los teclados se impongan sobre ellas. Aún así, no faltan momentos de lucimiento con algunos solos de buena calidad que aportan un pequeño toque algo más Heavy al álbum.
La producción del álbum es un tanto primitiva, y aunque tiene ese romanticismo del sonido old-school, creo que la música de Arcturus siempre se verá beneficiada por una producción limpia y exquisita. Cuatro de los ocho cortes que posee el álbum, pertenecen a "Constellation" aunque fueron regrabados para la ocasión, incluyendo algún cambio de nombre como ocurre con "Icebound Streams and Vapours Gray" que pasó a llamarse simplemente "Wintry Grey".
Los momentos estelares del álbum serían el tema que abre el álbum "To Thou Who Dwellest in the Night", que posee las partes más rápidas del álbum, aunque al mismo tiempo suenan muy épicas. "Whence & Whither Goest the Wind" que es uno de los temas más peculiares del álbum, entre otras cosas porque las voces están grabadas al revés, y que posee un final con unos ritmos a contratiempo que molan un montón.
"Du Nordavind", que es una de las canciones más pegadizas y que mejor entran en las primeras escuchas, si es que se puede decir algo así de una banda como Arcturus, y finalmente "Fall of Man" con un ambiente muy épico y con algunas de las melodías más bonitas del disco.
La formación que graba el álbum:
Garm: Voces
Carl August Tidemann: Guitarras
Skoll: Bajo
Sverd: Teclados
Hellhammer: Batería
El último día de estancia en el festival amaneció con sol, prometiendo una jornada de respiro para los asistentes. Desde por la mañana se presagiaba un gran ambiente en el festival, y sin duda, la presencia de Iron Maiden en el cartel, provocó que se viera mucha más gente con entrada sólo para ese día.
Nuestra jornada de conciertos comenzaba con los noruegos In The Woods.... Cuando en su día cayó en mis manos, su álbum "Omnio" me encantó, pero siempre pensé en ellos como la típica banda imposible de ver en directo. Su separación en el año 2000 fue la confirmación de la hipótesis. Hace un par de años, saltaron a la actualidad de nuevo, por la repentina muerte de Oddvar A:M, uno de los miembros originales. No sé si a raíz del fallecimiento de Oddvar, pero al año siguiente se anunció el resurgimiento de la banda y para gran sorpresa mía, se confirmó presencia en el Graspop.
Tras esta pequeña introducción, comentar que el concierto estuvo bastante bien, aunque se notaba que no es una banda acostumbrada a hacer conciertos. De hecho, se notaba cierta mejoría comparándolo con alguno que había visto por Youtube en fechas recientes, aunque las constantes miradas entre los miembros de la banda daba la sensación mencionada. No obstante, sonaron bastante bien y el vocalista tuvo una buena presencia sobre el escenario. La carpa estuvo bastante vacía, así que pudimos ver el concierto muy relajados, tal y como pide la música de In The Woods. Tengo entendido que van a sacar un nuevo disco en breve, así que veremos.
Finalizada la actuación, salimos a disfrutar del buen día y a echar un vistazo a los clásicos Overkill. Lo cierto es que es una banda que no he escuchado mucho nunca, y el directo me aburrió un poquillo, así que a mitad del mismo, decidimos volver a la carpa a echar un ojo a Enthroned.
Siendo una de las bandas belgas más internacionales, se notaba que la afluencia de público en la carpa era bastante buena. A mí es una banda que nunca me ha gustado mucho, aunque tenía muy buen recuerdo de otra vez que tuve oportunidad de verles. La actuación no estuvo mal, se notaban las ganas, especialmente del vocalista, pero al igual que Overkill consiguieron aburrirme un poco. El caso es que nos quedamos hasta el final de su actuación y tras ellos tocaba reponer fuerzas.
Una mala coincidencia a primera hora de la tarde entre Saxon y Moonsorrow, provocó una nueva separación entre los amigos, y en mi caso el voto fue para Saxon. La banda disfrutaba de tocar en uno de los escenarios principales, y la verdad es que se gustaron y gustaron al personal. Una buena puesta en escena con un genial Biff Byford que parece haber hecho un pacto con el diablo. Fueron cayendo los temas, hasta el "Dogs of War", momento en el cual, Biff decide deshacerse del setlist y empezar a preguntar a la audiencia qué tema querían escuchar.
Al no estar en las primeras filas, no sé cuán fiel fue a las peticiones del respetable, pero al menos fue un detalle divertido, el cual no es la primera vez que hacen. Mis momentos favoritos fueron con el "Power and the Glory", el cañero "20,000 Ft", y cómo no, con el cierre del "Princess of the Night".
Aprovechamos la larga pausa hasta el concierto de Anthrax, para dar una vuelta por las tiendas a comprar alguna camiseta, y ya de vuelta vimos el concierto de Antrhax de lejos, ya que el cansancio acumulado empezaba a hacer mella en todos. El concierto fue algo decepcionante, sobre todo comparando el setlist con lo que habían estado tocando en fechas recientes, y la desaparición del "Medusa" o del "Madhouse" para meter tres del último disco fue un poco bajón.
Tras Anthrax, tocaba avituallamiento y prepararnos nada menos que para Iron Maiden. De esta parte podría sacar un artículo entero, pero me ceñiré al formato actual, e intentaré no extenderme demasiado. Llevaba sin ver a Iron Maiden en directo desde 2003, así que realmente tenía muchas ganas de verles, aunque por otro lado, y sabiendo cómo se las gastan con los setlist cuando están de gira de nuevo disco, no las tenía todas conmigo.
El caso es que el concierto tuvo luces y sombras, incluso diría que más de los segundo que de lo primero. La puesta en escena fue buena, con un buen montaje y con la banda en su línea habitual, carreras de Steve Harris, movimientos constantes de Dickinson, y el "espectáculo", por llamarlo de alguna manera de Janick Gers, que realmente parece la mascota del grupo. Y de verdad que me da pena decirlo, pero es lo que siento al verle actuar.
El repertorio estaba telegrafiado desde el comienzo, y la gracia estaba en ver qué clásicos meterían "nuevos" en esta gira. Pues nada, se cascaron nada menos que seis canciones del nuevo disco entre las nueve primeras del concierto, intercalando el "Children of the Damned", "The Trooper" y "Powerslave" entre medias. A partir de ahí, empezarían a caer el resto de clásicos, pero ya era un poco tarde, y máxime si pensamos que uno de los temas del bis fue el "Blood Brothers". Que sí, que lo dedicaron a las víctimas de los últimos atentados terroristas, pero igual podían haber hecho mención a las víctimas y tocar otra canción.
Como de costumbre, el "Hallowed Be Thy Name" fue de lo mejorcito de la noche, aunque su continuación con "Fear of the Dark" no tanto. Y vuelvo a decirlo una vez más, a sabiendas de que es inútil, pero no entiendo por qué no dejan de tocarla de vez en cuando, y le dan un respiro a la canción.
Tras el habitual "Iron Maiden" llegó el tiempo de los bises con el "The Number of the Beast", el mencionado "Blood Brothers" y la maravillosa "Wasted Years", afeada por las paridas de Bruce Dickinson, retirando el micro a Adrian Smith cuando le tocaba meter los coros. No sé si a alguien le hizo gracia la cosa, y que lo hagas una vez pasa, pero a mí me dejó un mal sabor de boca.
Una pena, pero vimos a unos Iron Maiden que claramente están muy lejos de su mejor momento, y si bien los temas nuevos me los esperaba peores, también es cierto que la interpretación de los clásicos no me gustó mucho. Hubo bastantes cambios que sonaron un poco raros, y en general los temas no sonaron demasiado compactos.
El final de fiesta también tenía mala leche en cuanto a coincidencias, ya que se solapaban Twisted Sister con Behemoth, ambas bandas con grandes directos. Me decanté por ver a Twisted Sister, ya que están de gira despedida y es probable que no vuelva a verles nunca en directo. La verdad que pese al gran concierto que me dijeron que dieron Behemoth, no me arrepiento de haber visto el de Twisted Sister, ya que también se marcaron un gran show, emotivo y divertido a partes iguales.
De nuevo sentimientos encontrados al ver cómo lo deja una banda que está en plena forma, con un Dee Schneider increíble, pero a la vez agradeciendo que lo hagan antes de acabar arrastrándose por los escenarios. El bueno de Dee, mencionó algo así como que ellos se despedían de verdad, y que no iban a hacer otras tres giras despedidas después, tal y como están haciendo otras bandas clásicas.
El repertorio del concierto estuvo muy bien, con los clásicos más habituales de la banda, e incluso alguno no tan habitual. Hubo un momento bonito en "The Price", cuando recordaron a los músicos fallecidos durante el último y fatídico año. Como no podía ser de otra manera, cuando sonó el "We're Not Gonna Take It", hubo un subidón generalizado entre los asistentes, y tuvo su momento porque tras finalizar la canción, el público seguía coreando el estribillo, y la banda se arrancó unas cuantas veces con la gente.
Finalizado el bolo de Twisted Sister, hubo un mensaje de agradecimiento del festival hacia los asistentes, invitando a repetir para el próximo año, y un pequeño espectáculo de fuegos artificiales que redondearon el fin de fiesta.
Conclusión
Nuestra primera experiencia en el Graspop nos ha dejado un buen sabor de boca. La verdad es que no esperábamos menos de un festival de primer nivel en Europa con tantas ediciones a las espaldas. La organización es realmente buena, y aunque todo es mejorable, el sentimiento de ser tratado como un cliente y no como un borrego, es algo que dice mucho a su favor.
El viaje de vuelta fue mucho más sencillo de lo esperado. La devolución de la tienda de campaña fue más rápido de lo esperado, y nos devolvieron la fianza sin ningún problema. Se reforzó claramente el servicio de lanzaderas de vuelta hacia Mol, e incluso se facilitó el acceso al tren por una entrada lateral, que agilizó el trámite y sirvió para evitar aglomeraciones en la entrada principal, y no provocar molestias a los lugareños que iban a trabajar.
Bueno, espero que no os haya aburrido demasiado este serial, y ojalá sirva de ayuda a la gente que tenga pensado ir por allí otro año. Desde luego, si alguien quiere preguntar por algún detalle en concreto, puede hacerlo dejando un comentario, o contactándome por e-mail en shankao@lacaverna.org.
La mañana del Sábado amaneció de nuevo encapotada, aunque no impidió que nos dirigiéramos al pueblo a tomar un desayuno más tranquilo, y aprovechar a realizar unas compras en el Carrefour Market que hay próximo a la estación de Mol. Comentar que en las inmediaciones de la estación de tren hay varias cafeterías en las que poder desayunar, y que el Carrefour se encuentra a menos de 5 minutos de la misma.
Tras un agradable paseo matutino, tocaba volver al festival y comenzar con Pennywise la sesión de conciertos del Sábado. La verdad que poco que decir sobre este concierto. Me acerqué con un colega muy aficionado a la banda, y la verdad que fue un concierto que transmitió bastantes pocas emociones. Un tanto plano, y según me comentó mi colega, nada que ver con el buen papel de Bad Religion el día anterior.
De ahí nos fuimos de vuelta al Marquee para echar un ojo a Shining, y ver si me reconciliaba con ellos, ya que los vimos hace unos años en el Hellfest y no nos gustaron nada. En esta ocasión, la cosa mejoró algo, pero es una banda que sigue sin convencerme, especialmente a causa de su frontman. Sin duda es una banda con una fuerte promoción detrás y con una extensa nómina de lanzamientos, pero su apuesta no me termina de convencer. Pese a estar catalogados dentro del Black Metal, es notorio la ausencia del clásico riffing Black, al menos en los temas que pudimos escuchar allí.
Un pequeño descanso para retomar fuerzas, y directos de vuelta a la carpa para ver a Paradise Lost, otra banda a la que le tenía bastantes ganas, ya que no les había visto nunca en directo. Con un cambio de horario de última hora, les tocaba empezar a las 16:15, pese a lo cual en la carpa había mucho ambiente.
El caso es que para mí fue sin duda una de las decepciones del festival, y su actuación no me convenció en ningún momento. El repertorio escogido compartía al 50% temas antiguos y temas nuevos, pero ni me gustaron los temas nuevos, ni tampoco la interpretación de los antiguos, que sonaron realmente flojos y sin fuerza. Me pareció un concierto para cumplir y poco más. Una pena que no hubiesen hecho algo parecido a Moonspell, aunque visto lo visto no creo que eso hubiese arreglado mucho la pobre actuación de los británicos.
El final de Paradise Lost se solapaba con el comienzo de Testament en uno de los Mainstage, lo que provocó que nos perdiéramos el comienzo de éstos. El caso es que entre unas cosas y otras, no pude prestar toda la atención debida al concierto, pero lo poco que vi me convenció. La actitud de la banda parece que estuvo muy bien durante la actuación, canalizada sobre todo por el gran Chuck Billy. Además, tuve la oportunidad de ver por primera vez en directo a Steve DiGiorgio, aunque el realizador de las cámaras parecía que estaba peleado con él, ya que apenas le enfocaron durante la actuación. xD
Obituary era una de las bandas que no tenía al 100% claro si iba a ver o no. Al final nos decidimos a echar un vistazo, y la verdad que el concierto nos gustó mucho, así que todo un acierto. Pese a no ser un gran conocedor de sus discografía, tuve la suerte que centraron su actuación en sus dos primeros álbumes. De hecho, comenzaron con un par de temas que no conocía, entre ellos una bastante cañera del nuevo álbum, y a partir de ahí, todo clásicos. Una fórmula ganadora en los festivales, y que no entiendo cómo hay bandas que encaran este tipo de eventos como si fuese un concierto más de una gira. Los temas sonaron muy bien y transmitieron buenas sensaciones, con ese Death por ratos denso y por ratos más cañero, que funcionaron muy bien.
Un rato después, volvía a haber un solape de conciertos, que si bien no me hizo dudar de la manera de afrontarlo, sí me hubiese gustado poder ver los dos shows completos. Tras Obituary, en la carpa comenzaba el concierto de Satyricon, que además conmemoraba el vigésimo aniversario del "Nemesis Divina" y esta vez sí que estaba anunciado que se lo iban a tocar entero. Si bien la otra vez que vi a Satyricon no me convencieron en directo demasiado, el anuncio del aniversario me picó en la curiosidad.
El plan consistía en ver los cuatro primeros temas, hasta el "Du Som Hater Gud", y de ahí marcharnos a ver a Ghost. El caso es que el plan no salió a la perfección, porque tras los dos primeros temas, en vez de tocar el "Mother North", se saltaron ese tema y pasaron directamente al "Du Som Hater Gud", alterando el orden de ejecución, para dejar para el final el "Mother North".
Así que nada, con las mismas nos fuimos a ver a Ghost. Buscamos un buen lugar cerca del escenario y nos preparamos a ver un buen concierto. Como es habitual en la banda, tanto el Papa Emeritus como sus Nameless Ghouls salieron ataviados con sus disfraces característicos, y dieron comienzo al concierto. La verdad que teníamos muchas ganas de verlos en directo, y aunque cuajaron una buena actuación, no consiguieron alcanzar la excelencia.
Su repertorio estuvo basado principalmente en los temas de su último álbum, aunque no faltaron los temas más representativos de los dos primeros. Quizá se echa en falta algún tema extra del primer álbum, pero bueno, con una hora de tiempo, tampoco se pueden pedir peras al olmo. En general la ejecución de los temas fue buena, aunque no disfrutaron de un sonido perfecto. Las partes vocales, me parecieron que estaban ayudadas desde la mesa con algunos coros pregrabados. Les esperamos en su próxima gira de salas.
Tras este concierto, tocó disfrutar más de los amigos que de la música, así que poco más que reseñar de los conciertos del sábado. Vimos de lejos a Nightwish, pero no reconocí ningún tema a excepción de su single "Nemo", y finalmente nos acercamos a ver un rato del concierto de Abbath, cuyo nuevo disco no me ha enganchado mucho. La seguridad de que tocaría algunos temas de Immortal, fue clave para que fuésemos a echar un vistazo, y al menos el final del concierto se basó en canciones de éstos.
Hablando con algunos amigos, me comentaron que tanto el concierto de Slayer como el de Gojira estuvieron a un buen nivel, así que nos quedaremos con sus buenas impresiones. Finalizaré este serial con la jornada dominical, y algunos detalles útiles sobre el viaje de vuelta.
La noche del Jueves transcurre tranquila para nosotros, aunque el festival pone a disposición del personal más noctámbulo, tanto pequeños conciertos de bandas tributo, como el Classic Rock Café, y algún otro lugar con música y cervezas hasta altas horas de la madrugada.
Tras una lluviosa noche, la mañana comenzaba dando una tregua con el tiempo, aunque los lodazales del recinto del festival eran cada vez más grandes, e incluso alguno ya tenía categoría de laguna. Algunas de las tiendas de ropa y merchandising del festival, tuvieron visión de negocio y esa misma mañana pusieron a la venta las clásicas botas de agua por un "módico precio" de entre 25€ y 30€.
Servidor se compró directamente unas por 30€, sin duda algo caras, pero valió la pena por la comodidad y la tranquilidad de poder transitar por cualquier lado sin preocupación alguna.
Ataviados con nuestras nuevas botas, y aprovechando que asomaba un poco el sol, nos acercamos a la zona de conciertos a primera hora, y aprovechamos a comer algo mientras tocaban Firewind. A esa hora había un pequeño puñado de fieles disfrutando del Power Metal de la banda, y con un Gus G. que se gustaba en cada solo y hacía las delicias del respetable.
En el apartado de las comidas, he de ponerle un pero al festival, y es que los precios de la comida eran algo altos. Los tokens del festival costaban 2,75€, y por ejemplo pedirte un Kebab o similar, costaba entre 4 y 5 tokens. Había también cosas más baratas. Por ejemplo, hamburguesas a 2 tokens, pero la hamburguesa en cuestión era sólo eso. Un pan con un trozo de carne y salsas. Nada de cebolla, tomate, queso, o similar.
Tras Firewind, saltaron a la escena del Mainstage los Monster Truck, con nosotros sentados tranquilamente al sol en uno de los suelos de madera. No conocía de nada a la banda, y el tipo de música que practican no es de lejos de mis favoritos, pero he de decir que se marcaron un gran concierto. Una gran presencia escénica, buenos coros y canciones muy bien ejecutadas. El estilo es una mezcla de Hard Rock, Stoner y algunos toques sureños, que consiguieron encajar muy bien con el momento.
Desde aquí nos desplazamos a la carpa Marquee para ver nuestro primer concierto señalado del día. Ahí se presentaban Carach Angren, una buena banda holandesa de Symphonic Black, a la que teníamos muchas ganas de ver, y a fe que no defraudaron.
Carach Angren salieron a las tablas con un currado telón de fondo y una cuidada puesta en escena, algo clásico en ellos y fundamental en su espectáculo. Además, durante su actuación salieron un par de bailarinas en algunos temas, mejorando aún más esa parte teatral del concierto.
Aprovecho este punto para hacer una pequeña reflexión sobre este tema. Obviamente en un concierto el aspecto musical manda. Pero si añades al espectáculo ese plus visual el resultado final es increíblemente más satisfactorio, y es una pena como no muchas bandas son capaces de ofrecer un poco más en el apartado visual. Algo tan simple como un telón ayuda y mucho a meter a la gente en ambiente.
Siguiendo con Carach Angren, la banda se presentaba en forma de cuarteto, y con la ausencia de un bajista en directo. Esto ya lo había visto en algún vídeo antes, y he de decir que me esforcé por momentos en intentar escuchar si había un bajo secuenciado detrás, pero no fui capaz de percibirlo.
El repertorio del concierto estuvo bastante equilibrado, aunque obviamente centrado en sus últimos lanzamientos. Una pena que no cayera alguna más de su increíble "Death Came Through a Phantom Ship", pero aún así una actuación muy compacta. Un gran sonido, una inmejorable puesta en escena con un Seregor que sin duda comanda los directos con una gran presencia. Creo que es un acierto la inclusión de un guitarrista de sesión, para permitirle explotar la teatralidad de su show. Sin duda un sobresaliente.
Terminada la actuación, aún tuvimos tiempo de salir a echar un ojo a The Winery Dogs, la superbanda formada por Ritchie Kotzen, Billy Sheehan y Mike Portnoy, que doblaría actuación el domingo con Twisted Sister. Lo poco que escuchamos no estuvo mal, aunque he de decir que el bueno de Kotzen llevaba unas pintas de lo peor... xD.
A estas alturas el cielo se había vuelto a encapotar y a llover por ratos. Un pequeño descanso y continuábamos la dura jornada del viernes, sin duda el día que más conciertos se nos acumularon para ver. El turno ahora era para los mágicos Arcturus, una de nuestras bandas favoritas del festival. De nuevo en la carpa, y con no mucha gente al principio de la actuación, conseguimos ubicarnos en las primeras filas.
El repertorio del concierto tuvo muchas luces y alguna sombra. Me gustó porque variaron algo el repertorio al que estaba acostumbrado, incluyendo alguna sorpresa como cuando visitaron su álbum "Aspera Hiems Symnfonia" con el "To Thou Who Dwellest in the Night", en vez del "Raudt og Svart". Un acierto, sin duda. Me gustó también la inclusión del "Painting My Horror", pero a la vez eché en falta algún tema del "Sham Mirrors", algo imperdonable. En cuanto a la selección de temas del nuevo álbum, me sorprendió negativamente que no incluyesen el "The Arcturian Sign".
Más allá de estos temas, la banda cumplió a un buen nivel, con un Vortex que cantó realmente bien, y que no se escondió en las partes con voces más agresivas. Como invitado especial estaba Sebastian Grouchot al violín, aunque no se le escuchaba demasiado. De hecho, Arcturus fue una de las bandas cuyo sonido me pareció más flojo, aunque no sabría decir de quién es la responsabilidad.
Con el tiempo justo de tomar una cerveza, comenzaban Moonspell su actuación en la misma carpa Marquee. Un juego de luces rojas y la intro "Perverse... Almost Religious" auguraban un comienzo de concierto apoteósico con su clásico "Opium". Me parece que fue tras "Awake" y "For a Taste of Eternity", que el imponente Fernando Ribeiro comentaba al personal que habían preparado un set especial por el vigésimo aniversario de su álbum "Irreligious" y que se lo iban a tocar entero.
Dicho y hecho. Los temas fueron cayendo uno tras otro, con un buen sonido y clavando todas las partes. Como sorpresa especial, durante el "Raven & Claws", salió como invitada Mariangela Demurtas, para cantar las partes femeninas. Mariangela es la actual vocalista de Tristania y además está casada con Ricardo Amorim, el guitarrista de Moonspell, así que todo queda en casa. Sin duda un gran concierto, tanto por la ejecución como por la sorpresa de poder escuchar el "Irreligious" enterito.
Ahora sí tocaba un merecido descanso, con la sorpresa de encontrarnos con unos amigos. Un fuerte abrazo para Viviane, Carolina y Dany.
El siguiente concierto en este apretado día era el de Megadeth, Lo cierto es que les tenía muchas ganas, tanto por el buen nivel del nuevo álbum, como por la presencia en la formación de Kiko Loureiro. Los lectores del blog sabréis que Angra es de mis bandas favoritas, así que la presencia del bueno de Kiko era un plus.
El caso es que el concierto estuvo muy bien, aunque como suele pasar con bandas de tanta trayectoria, el repertorio nunca deja satisfecho a todo el mundo. Este se basó principalmente en el último disco y en el "Rust in Peace". Sorprende un poco la inclusión de dos temas del "Cryptic Writings" y que no tocasen absolutamente nada del "Youthanasia", pero bueno.
La banda sonó muy compacta, con un Kiko totalmente integrado en la formación, y llevando bastante responsabilidad en la puesta en escena, moviéndose mucho, clavando su ejecución y cantando muchos coros. David Ellefson cumplidor como siempre y también ayudando mucho en los coros. Y es que lo que peor sensación me dio del concierto fue lo que le costaba al bueno de Mustaine cantar. Parecía que en cada frase se iba a quedar sin voz, pero aún así consiguió salvar el concierto, aunque como digo, muy apoyado por los coros. Mención también para la actuación de Dirk Verbeuren que cumplió con solvencia en la batería pese a su reciente incorporación.
Finalizado el show de Megadeth, aún quedaba por delante en mi lista, Amon Amarth, Black Sabbath en su gira despedida?, y el show especial de King Diamond tocando el "Abigail" entero. El castigo del día y la edad, nos obligó a tomar la decisión de descansar con Amon Amarth y Black Sabbath y reservarnos para el concierto de King Diamond, así que tocó hora de cenar y tomar unas cervezas sentados mientras veíamos los conciertos a través de las pantallas.
Y es que lo bueno del Graspop es que los conciertos de los escenarios principales se pueden seguir a través de las pantallas desde casi cualquier sitio. El concierto de Amon Amarth fue muy visual, y montaron un buen espectáculo. Fuegos, martillos, y una buena presencia en escena. El repertorio, como suele ser habitual en los últimos años, gira en torno a lo que ha hecho la banda desde 2006 en adelante, dejando casi en el olvido lo anterior, o con alguna presencia testimonial como el "The Pursuit of Vikings" y sobre todo el genial "Death in Fire".
Turno para los míticos Black Sabbath en su presunta gira despedida. Se presentaban con la formación clásica a excepción del batería, y tocaron un buen set basado principalmente en el "Paranoid", y con alguna sorpresa agradable como el "After Forever". El caso es que el ritmo del concierto fue lento, con largos parones, alguna ausencia prolongada de Ozzy y con un insulso solo de batería, que imagino daría un respiro a la banda, pero cortó aún más el ritmo del concierto.
Y finalizamos la jornada, con el que para mí ha sido el conciertazo de este festival, y es que King Diamond lo puso todo de su parte para que esto fuese así. Creo que con la mejor escenografía que he visto nunca, consistente en un decorado representando la mansión de los La Fey. El concierto se dividió en dos partes, con una primera en la que tocaron temas de otros discos de King Diamond, y un par de visitas para Mercyful Fate, y una segunda parte dedicada por entero al "Abigail".
La representación fue increíble, con un King Diamond muy teatral, apoyado por actores y con una puesta en escena inmejorable. La ejecución de todos los temas fue perfecta, con Andy LaRocque y Mike Wead tocando a muy buen nivel, y con un King Diamond en plena forma pese a sus 60 años recién cumplidos. En algunas partes, y para apoyar los agudos más altos, tenía como corista a Livia Zita, que no es ni más ni menos que su mujer.
Toda una experiencia musical y visual que ahonda en la reflexión que hacíamos al principio, y que logró convertir un muy buen concierto en una experiencia inolvidable.
Este año ha sido mi primera asistencia al Graspop Metal Meeting, y el balance es sin duda positivo. Si no me equivoco, esta ha sido la vigesimoprimera edición del festival con todo lo bueno que eso conlleva, especialmente en términos logísticos y de organización. Este artículo no pretende ser una crónica al uso del festival, reseñando banda por banda, sino una manera de compartir mi experiencia allí, por si en el futuro alguien tiene pensado ir.
El Viaje
Me voy a extender un poco en esta parte, para compartir la información con las personas que quieran viajar allí, con lo que si eres de los que ya has estado en el Graspop o no tienes pensado ir, puedes saltarte toda esta parte porque no te aportará nada nuevo, más allá de la pura anécdota.
Nuestro vuelo aterrizaba en el aeropuerto de Bruselas Zaventem, y una vez allí nos desplazamos en tren hasta la localidad de Mol. Este año la organización llegó a un acuerdo con la compañía nacional de ferrocarriles belgas, y podías sacar un billete a precio reducido para desplazarte hasta el festival.
Desde el mismo aeropuerto se coge un tren hasta Antwerpen Berchem (Amberes en cristiano), y de ahí otro tren hasta Mol. En la propia página de Belgian Rail puedes ver el itinerario, incluyendo los andenes (spoor) de donde salen los trenes, aunque preguntando en las taquillas a nosotros nos sacaron directamente el itinerario con bastante amabilidad.
Una vez en Mol, la organización pone a disposición de los asistentes un servicio de lanzadera de autobuses gratuitos, que te dejan en las inmediaciones del festival. Desde donde paran los autobuses, hasta la entrada propiamente dicha tienes un camino de unos 10 minutos, que en nuestro caso se nos hizo algo largo a causa de la lluvia y sobre todo del barrizal que había montado en el acceso.
La Entrada
Como suele ser habitual en estos eventos, la entrada se hizo algo tediosa por la gran cantidad de gente que llegamos a la vez, y tardamos más de media hora en conseguir canjear las entradas por la pulsera del festi. Una vez dentro, nos dirigimos a buscar el servicio de Festitent, ya que este año decidimos no ir cargados con las tiendas de campaña, colchones y demás, y alquilarlas en el propio Graspop ya que dispone de ese servicio.
La zona del camping es bastante grande, y está delimitada en parcelas como suele ser habitual. Para la hora que entramos nosotros (el jueves sobre las 19:00), ya había mucha gente acampada, con lo que ya había que irse bastante lejos de la entrada para plantar la tienda. Además, y debido a las fuertes lluvias, había algunas zonas anegadas de agua en las que plantar la tienda era sinónimo de muerte y destrucción... xD.
El servicio del Festitent consistía en una caravana que atienden 24x7. Tras una pequeña espera, dimos nuestros datos y nos asignaron las tiendas que teníamos reservadas. En teoría las tiendas son preasignadas pero no me dio esa sensación, y me parece que dependía más de la hora de llegada. En fin, a nosotros nos dieron dos tiendas de 4 plazas en una de las zonas más tranquilas, lejos de cualquier paso. El servicio incluye también el colchón hinchable, lámparas de camping y supuestamente una almohada, pero a nosotros no nos la dieron, y ya tampoco teníamos muchas ganas de preguntar más.
El Camping
Como decía antes la zona de acampada es bastante grande, aunque creo que se está quedando pequeña para la cantidad de gente que asiste. Había zonas en las que la acumulación de tiendas era importante, y la invasión de los pasos de gente era constante.
Una cosa que me sorprendió negativamente es que había una única zona de baños para todo el camping, en vez de tener diferentes áreas repartidas como hacen en otros festivales. En nuestro caso, había que desplazarse entre 5 y 10 minutos para llegar hasta allí, con lo que os podréis imaginar que las necesidades menores eran cubiertas casi en cualquier valla.
Ahora bien, el aspecto positivo en favor de la organización, es que los baños estaban siempre muy limpios y con papel disponible. Se limpiaban varias veces al día y quizá una logística de este tipo, es más sencilla mantenerla centralizando la ubicación de los baños. La limpieza de los baños, la hago también extensible a los que se encontraban dentro de la zona de conciertos, que pese a la afluencia de público eran limpiados regularmente y estaban muy decentes. En este apartado, chapó para la organización.
Las abundantes lluvias provocaron que el camping se hiciese bastante intransitable en algunas zonas, con barrizales muy importantes. En las partes más próximas a la entrada, o en las inmediaciones de las tiendas, la organización había echado restos de madera que hacían algo más transitable el camino. Incluso había suelo sintético en alguna zona, pero la cantidad de lluvia de estos días ha provocado que se echase en falta algo más de cuidado por otras zonas del camping.
Por cierto que dentro del propio festival hay una tienda de productos de acampada, con lo que estás cubierto de la mayoría de olvidos, o incluso si no quieres ir excesivamente cargado, puedes comprar allí el colchón hinchable, etc.
Zona de Conciertos
Sin duda de lo mejor de festival. Este año se componía de dos escenarios principales, dos grandes carpas, y algún escenario secundario. Todos los escenarios, incluidas las carpas, contaban con pantallas gigantes que ayudan a seguir el concierto desde todas las áreas, y sirven de ayuda a los que tenemos talla ibérica xD.
El sonido impecable en casi todos los conciertos, y en la zona de los escenarios principales, abundancia de torres de sonido secundarias, y una gran pantalla central a medio camino, ampliando mucho la capacidad de estos escenarios.
En el apartado logístico comentar que había una buena provisión de baños, y sobre todo una gran oferta de comida chatarra, con muchísimos puestos repartidos por todo el área de conciertos que evitaba el tener que hacer demasiada cola para pedir algo. Esto mismo aplica para los puestos de bebida, muy bien repartidos por la zona de conciertos y en los que apenas tenías que esperar para ser atendido. Eso sí, la oferta de bebidas era corta, y se reducía a cerveza y refrescos. Como dato adicional, había muchas fuentes para beber agua, algo de agradecer y no muy habitual en festivales nacionales, donde se forran cobrando por las botellitas de agua.
Jueves 16
Entro ya en el apartado musical, y es que el pese a que el grueso de conciertos estaban destinados para el fin de semana, ya el mismo jueves había unas cuantas golosinas que se presentaban en la carpa más grande. Nosotros entramos cuando comenzaba una actuación sorpresa, que resultó ser la de Trivium, algo cuanto menos decepcionante (excepto para los fans de Trivium claro está), ya que estos repetían el domingo en uno de los escenarios principales.
Tras ellos, les tocaba el turno al primer plato fuerte del festival. Llevaba mucho tiempo sin ver a Primal Fear en directo, de hecho diría que desde la gira de Nuclear Fire, así que tenía muchas ganas de este concierto. La banda cumplió a la perfección con las expectativas depositadas, y se marcaron un buen directo. Como de costumbre, el peso de la actuación recayó en Ralf Scheepers, que tuvo una interpretación muy sólida, y brilló en los momentos más exigentes, como en el riff del "Sign of Fear". El repertorio estuvo bastante equilibrado entre los discos antiguos y modernos, aunque el que se llevó la palma es su nuevo "Rulebraker".
Como banda cabecera de ese día, teníamos a Dirkschneider, que como os podréis imaginar no es otro que el propio Udo, pero tocando todo el repertorio con canciones de su época en Accept. La verdad es que fue un auténtico conciertazo, con un Udo en plena forma, y cuyo único punto negativo lo encuentro en la gran cantidad de veces que interactuó con el público con los típicos juegos de directo. No obstante, la banda brilló a muy buen nivel, tocando todo clásicazos y haciendo las delicias del respetable. Sólo me quedo con las ganas de haberles visto tocar en uno de los escenarios principales, como en el caso de Trivium, por ejemplo. :)
Y por hoy es suficiente información, que ya dudo mucho que alguien llegue a leer este tocho hasta aquí. En los próximos días intentaré ir completando este serial con lo que ha dado de sí este Graspop Metal Meeting 2016.
Por una conversación totalmente ajena a la música, he recordado este álbum que hacía años que no escuchaba y tenía casi olvidado. En 1995, Soziedad Alkohólika había editado el "Ratas", un disco que de alguna manera cerraba la primera, y desde mi punto de vista, mejor etapa de la banda. Aprovechando el incremento de su popularidad, S.A. decide lanzar al mercado este disco exclusivamente de versiones.
Llamar disco aun álbum que dura menos de 25 minutos puede sonar algo extraño, pero bueno, al fin y al cabo son nueve las canciones que lo componen. La elección de los temas originales, está basada principalmente en grupos de Punk y Rock de los 70 y 80, algunas de las cuales imagino como influencias en S.A.
Independientemente de que te gusten más o menos las canciones originales, lo primero que hay que reconocer a S.A. es la capacidad de llevar los temas a su terreno, y hacer que suenen a S.A. al 100%, aunque también es cierto, que las bases de los temas escogidos no están muy alejadas en cuanto a estilo musical se refiere.
Quizá el ejemplo más representativo lo podemos encontrar en el "Sorprendente" de Leño, sin duda la canción más famosa de este disco. Siendo bastante fieles a la canción original, la tocan prácticamente el doble de rápido y Juan incluye sus característicos matices vocales, haciendo que suene como una canción propia.
No hay un patrón fijo en el tratamiento de las versiones, y para algunas mantienen la letra original, mientras que en otras reescriben la misma, orientándolo a los clásicos mensajes reivindicativos de la banda. Es cierto que hay canciones en que la letra es demasiado "happy" para el rollo que le mete a S.A, así que el cambio de la letra es casi obligado en algunos casos.
Podemos separar las canciones en diferentes bloques según su versionado. Por ejemplo, entre las que se mantienen fieles a la original, tanto en lo musical como en lo lírico, tendríamos las siguientes:
El ya mencionado "Sorprendente" de Leño.
"¿Qué tal los exámenes?", respetan casi al 100% la versión original del "September" de Peter and the Test Tubes Babies. No menciono el cambio de letra, ya que el tema es instrumental y la letra únicamente consta de una frase.
"Periferia" de los brasileños Ratos de Porão. El tema es prácticamente igual, aunque le añaden una intro y una outro, un tanto extrañas que no están en la canción original.
"Cuando Sales" es prácticamente clavado al tema original de Piruleta de Hormigón. Se reduce brevemente la sección de los solos, y no sé muy bien la razón, pero le cambian el nombre a la canción, ya que el original se llama "El Cielo No Puede Esperar".
Por otro lado, tenemos las que musicalmente son fieles al espíritu original, pero se reescribe la letra en castellano.
"Itoiz, Ito Ez", en este caso el original es el tema "Soldier" de Heitmat Los, un grupo hardcore francés de los 80. Musicalmente es casi igual, ya que la original es igualmente cañera.
"Ladrón" que se basa en el clásico "C'mon Let's Go" de la banda femenina Girlschool, hiperacelerado para la ocasión y que cuenta con la colaboración de una vocalista femenina.
Finalmente, hay un par de de temas que sufren una adaptación más radical, y quizá sean las que más mérito y curro tienen.
"Motxalo" que es el tema que abre el álbum, y probablemente mi favorito. Basada en el tema "Pick Up Slip Up" de Fischer-Z, realizan una adaptación musical muy cañera, reescribiendo una nueva letra en castellano.
"Sin Barreras", que se basa en el "Hey You" de Bachman-Turner Overdrive y que hacen algo similar a la anterior.
La única excepción a lo anteriormente expuesto, la encontramos en "Furra Furra", una suerte de canción popular euskera, que tocan acelerada y en un rollo festivo que sirve para terminar el disco.
En definitiva es un álbum entretenido aunque sin demasiado recorrido. Lo mejor sin duda es la buena selección de temas, ya que consiguen equilibrar un repertorio que introduce algunos temas conocidos y los alterna con canciones de bandas desconocidas o totalmente ajenas al mundo del Metal.
La formación que graba el álbum:
Juan Aceña: Voces
Jimmy: Guitarra
Pedro: Guitarra
Iñaki: Bajo
Roberto: Batería