"Deliverance" es el lanzamiento que terminó de situar a Opeth en la cumbre del Metal extremo, al menos en ese momento. Tras el éxito cosechado con "Blackwater Park", el listón estaba muy alto, y había una gran expectación por parte de los medios y de los fans, esperando la edición del nuevo disco. Así pues, la banda estaba sometida a una gran presión durante la composición de este "Deliverance".
Dentro de su estilo, Opeth había seguido una línea de evolución bastante buena, pero tras la popularidad alcanzada, una parte de los medios auguraba un giro comercial por parte de la banda. Así, "Deliverance" es un disco de únicamente seis canciones, aunque en la línea habitual de Opeth, los temas son muy largos, con cinco de ellos por encima de los 10 minutos, y el total del álbum alcanza la hora de duración. La producción es impecable, y de nuevo corre a cargo de los propios Opeth junto a Steven Wilson, líder de Porcupine Tree.
El disco comienza con "Wreath", uno de los temas más duros compuesto por Opeth a lo largo de su carrera, y en el que no hay apenas ninguna parte acústica, ni voces limpias. Toda una declaración de intenciones para acallar las voces que pronosticaban su viaje hacia al "mainstream". La ejecución a lo largo del álbum es impecable, tanto por parte de ambas guitarras, el bajo, y el fantástico Martín López a la batería.
Prosigue el álbum con una de las mejores canciones de su historia, que además sirve para dar nombre al disco. "Deliverance" es un tema apoteósico con una gran progresión armónica, y que finaliza en una parte muy atmosférica que posee un ritmo brutal, hipnótico, de esos que podrías escuchar un millón de veces, con un gran trabajo de las baterías. Un tema que además es ideal para los directos, y rápidamente se convirtió en un clásico de la banda.
"A Fair Judgement", es una canción prácticamente acústica, muy bonita, y con unas partes vocales muy trabajadas, sobre todo en la parte central del tema. De alguna manera nos recuerda un poco al "Harvest" de su anterior álbum.
"For Absent Friends" es un pequeño corte instrumental en limpio de poco más de dos minutos, y que sirve como introducción a la segunda parte del disco. "Master's Apprentice" es una canción muy oscura, con unos efectos en las voces muy agresivos. Los graves de Michael Åkerfeldt alcanzan cotas inhumanas en este tema. Tras "Deliverance", se convierte en la segunda mejor del disco.
Para finalizar nos encontramos con "By The Pain I See In Others", una canción en una onda más experimental, con muchos cambios de ritmo y en el que el grupo incluye sonidos nuevos, voces agresivas sobre partes acústicas, y algunas melodías que contrastan mucho con la canción.
La grabación de "Deliverance" se realizó a la vez que la de "Damnation", aunque este último salió al mercado unos meses más tarde por temas meramente comerciales. Este álbum sirvió para que Opeth siguiese marcando con paso firme una carrera en alza, aunque en los últimos años se haya ido torciendo poco a poco. Seguro que hablaré de ello en futuras entradas.
La formación que graba el disco:
Mikael Åkerfeldt: Voces, Guitarra
Peter Lindgren: Guitarra
Martín Méndez: bajo
Martín López: batería
Nota Final: 8,5/10
Dentro de su estilo, Opeth había seguido una línea de evolución bastante buena, pero tras la popularidad alcanzada, una parte de los medios auguraba un giro comercial por parte de la banda. Así, "Deliverance" es un disco de únicamente seis canciones, aunque en la línea habitual de Opeth, los temas son muy largos, con cinco de ellos por encima de los 10 minutos, y el total del álbum alcanza la hora de duración. La producción es impecable, y de nuevo corre a cargo de los propios Opeth junto a Steven Wilson, líder de Porcupine Tree.
El disco comienza con "Wreath", uno de los temas más duros compuesto por Opeth a lo largo de su carrera, y en el que no hay apenas ninguna parte acústica, ni voces limpias. Toda una declaración de intenciones para acallar las voces que pronosticaban su viaje hacia al "mainstream". La ejecución a lo largo del álbum es impecable, tanto por parte de ambas guitarras, el bajo, y el fantástico Martín López a la batería.
Prosigue el álbum con una de las mejores canciones de su historia, que además sirve para dar nombre al disco. "Deliverance" es un tema apoteósico con una gran progresión armónica, y que finaliza en una parte muy atmosférica que posee un ritmo brutal, hipnótico, de esos que podrías escuchar un millón de veces, con un gran trabajo de las baterías. Un tema que además es ideal para los directos, y rápidamente se convirtió en un clásico de la banda.
"A Fair Judgement", es una canción prácticamente acústica, muy bonita, y con unas partes vocales muy trabajadas, sobre todo en la parte central del tema. De alguna manera nos recuerda un poco al "Harvest" de su anterior álbum.
"For Absent Friends" es un pequeño corte instrumental en limpio de poco más de dos minutos, y que sirve como introducción a la segunda parte del disco. "Master's Apprentice" es una canción muy oscura, con unos efectos en las voces muy agresivos. Los graves de Michael Åkerfeldt alcanzan cotas inhumanas en este tema. Tras "Deliverance", se convierte en la segunda mejor del disco.
Para finalizar nos encontramos con "By The Pain I See In Others", una canción en una onda más experimental, con muchos cambios de ritmo y en el que el grupo incluye sonidos nuevos, voces agresivas sobre partes acústicas, y algunas melodías que contrastan mucho con la canción.
La grabación de "Deliverance" se realizó a la vez que la de "Damnation", aunque este último salió al mercado unos meses más tarde por temas meramente comerciales. Este álbum sirvió para que Opeth siguiese marcando con paso firme una carrera en alza, aunque en los últimos años se haya ido torciendo poco a poco. Seguro que hablaré de ello en futuras entradas.
La formación que graba el disco:
Mikael Åkerfeldt: Voces, Guitarra
Peter Lindgren: Guitarra
Martín Méndez: bajo
Martín López: batería
Nota Final: 8,5/10