viernes, 1 de julio de 2016

Arcturus - Aspera Hiems Symfonia (1996)

Este es el primer larga duración de los noruegos Arcturus, que editaron dos años después de su debut discográfico con el E.P "Constellation". En 1996 estamos en pleno auge de la segunda oleada del Black Metal noruego, y pese a las evidentes conexiones de algunos de sus miembros con dicha escena, desde un primer momento la banda deja bien claro que su apuesta musical va mucho más allá de lo que ofrece el Black Metal.

En este "Aspera Hiems Symfonia" podemos apreciar un Black muy atmosférico, con algunos toques Avantgarde expresados principalmente por las circenses melodías del teclado de Sverd, que junto a las voces limpias de Garm, rápidamente se convirtieron en los sellos de identidad de la banda. Arcturus tiene el mérito de ser una de esas bandas cuyas canciones son totalmente reconocibles.

En general la mayoría de los temas van a medio tiempo, y aunque no falta alguna parte cañera, la cercanía con el Black se centra realmente en las atmósferas y en las voces agresivas.

Una de las cosas que más llama la atención del álbum desde las primeras escuchas, son las peculiares voces limpias de Garm, uno de los vocalistas más respetados de la escena extrema. Desde luego, las bandas en las que estuvo involucrado siempre fueron un paso más allá que el resto, no sólo en Arcturus, sino también Ulver y Borknagar. Sus voces agresivas no están mal, aunque el punto fuerte de sus voces son las limpias, con unos bajos muy destacables y con unas líneas vocales muy imaginativas.

Junto a las voces, los protagonistas indiscutibles son los teclados que en todo momento están presentes en una primera línea en la producción, bien en forma de melodía o en forma de atmósferas indescriptibles. Sin duda Sverd es el cerebro pensante detrás de la música de Arcturus, y es increíble cómo es capaz de generar contrastes entre algunos pasajes que suenan realmente diabólicos, enfrentados al mismo tiempo a bonitas y relajadas melodías que hacen de la escucha de este álbum una experiencia única.

Pese a que el ritmo general del álbum es a medio tiempo, las canciones son muy dinámicas y los cambios de ritmo constantes. Estos cambios dan a los temas un aire progresivo muy bien acompañado por las baterías. No faltan tampoco momentos en los que las atmósferas de las canciones suenan más próximas al Dark Ambient, mostrando una vez más la facilidad con la que Arcturus incorpora elementos variados de diferentes influencias, mezclados de tal manera que en ocasiones rozan la psicodelia. El ambiente en muchas secciones del disco es inquietante y saben jugar muy bien con las tensiones, transportando al oyente en un viaje constante.

Las baterías de Hellhammer son otro de los puntos fuertes del álbum, con ritmos muy precisos y técnicos, que ayudan a enriquecer las canciones. La música de Arcturus no es sencilla a la hora de imaginar qué ritmos pueden encajar, pero Hellhammer supera el examen con nota, tanto en los ritmos a medio tiempo, en las partes a contratiempo, y en los pocos momentos en que la batería mete los clásicos blast-beats de Black Metal.

Las guitarras en este lanzamiento juegan un papel algo más secundario, y predominan las guitarras rítmicas que ofrecen el fondo para que los teclados se impongan sobre ellas. Aún así, no faltan momentos de lucimiento con algunos solos de buena calidad que aportan un pequeño toque algo más Heavy al álbum.

La producción del álbum es un tanto primitiva, y aunque tiene ese romanticismo del sonido old-school, creo que la música de Arcturus siempre se verá beneficiada por una producción limpia y exquisita. Cuatro de los ocho cortes que posee el álbum, pertenecen a "Constellation" aunque fueron regrabados para la ocasión, incluyendo algún cambio de nombre como ocurre con "Icebound Streams and Vapours Gray" que pasó a llamarse simplemente "Wintry Grey".

Los momentos estelares del álbum serían el tema que abre el álbum "To Thou Who Dwellest in the Night", que posee las partes más rápidas del álbum, aunque al mismo tiempo suenan muy épicas. "Whence & Whither Goest the Wind" que es uno de los temas más peculiares del álbum, entre otras cosas porque las voces están grabadas al revés, y que posee un final con unos ritmos a contratiempo que molan un montón.

"Du Nordavind", que es una de las canciones más pegadizas y que mejor entran en las primeras escuchas, si es que se puede decir algo así de una banda como Arcturus, y finalmente "Fall of Man" con un ambiente muy épico y con algunas de las melodías más bonitas del disco.

La formación que graba el álbum:

Garm: Voces
Carl August Tidemann: Guitarras
Skoll: Bajo
Sverd: Teclados
Hellhammer: Batería

Nota Final: 9/10