El último día de estancia en el festival amaneció con sol, prometiendo una jornada de respiro para los asistentes. Desde por la mañana se presagiaba un gran ambiente en el festival, y sin duda, la presencia de Iron Maiden en el cartel, provocó que se viera mucha más gente con entrada sólo para ese día.
Nuestra jornada de conciertos comenzaba con los noruegos In The Woods.... Cuando en su día cayó en mis manos, su álbum "Omnio" me encantó, pero siempre pensé en ellos como la típica banda imposible de ver en directo. Su separación en el año 2000 fue la confirmación de la hipótesis. Hace un par de años, saltaron a la actualidad de nuevo, por la repentina muerte de Oddvar A:M, uno de los miembros originales. No sé si a raíz del fallecimiento de Oddvar, pero al año siguiente se anunció el resurgimiento de la banda y para gran sorpresa mía, se confirmó presencia en el Graspop.
Tras esta pequeña introducción, comentar que el concierto estuvo bastante bien, aunque se notaba que no es una banda acostumbrada a hacer conciertos. De hecho, se notaba cierta mejoría comparándolo con alguno que había visto por Youtube en fechas recientes, aunque las constantes miradas entre los miembros de la banda daba la sensación mencionada. No obstante, sonaron bastante bien y el vocalista tuvo una buena presencia sobre el escenario. La carpa estuvo bastante vacía, así que pudimos ver el concierto muy relajados, tal y como pide la música de In The Woods. Tengo entendido que van a sacar un nuevo disco en breve, así que veremos.
Finalizada la actuación, salimos a disfrutar del buen día y a echar un vistazo a los clásicos Overkill. Lo cierto es que es una banda que no he escuchado mucho nunca, y el directo me aburrió un poquillo, así que a mitad del mismo, decidimos volver a la carpa a echar un ojo a Enthroned.
Siendo una de las bandas belgas más internacionales, se notaba que la afluencia de público en la carpa era bastante buena. A mí es una banda que nunca me ha gustado mucho, aunque tenía muy buen recuerdo de otra vez que tuve oportunidad de verles. La actuación no estuvo mal, se notaban las ganas, especialmente del vocalista, pero al igual que Overkill consiguieron aburrirme un poco. El caso es que nos quedamos hasta el final de su actuación y tras ellos tocaba reponer fuerzas.
Una mala coincidencia a primera hora de la tarde entre Saxon y Moonsorrow, provocó una nueva separación entre los amigos, y en mi caso el voto fue para Saxon. La banda disfrutaba de tocar en uno de los escenarios principales, y la verdad es que se gustaron y gustaron al personal. Una buena puesta en escena con un genial Biff Byford que parece haber hecho un pacto con el diablo. Fueron cayendo los temas, hasta el "Dogs of War", momento en el cual, Biff decide deshacerse del setlist y empezar a preguntar a la audiencia qué tema querían escuchar.
Al no estar en las primeras filas, no sé cuán fiel fue a las peticiones del respetable, pero al menos fue un detalle divertido, el cual no es la primera vez que hacen. Mis momentos favoritos fueron con el "Power and the Glory", el cañero "20,000 Ft", y cómo no, con el cierre del "Princess of the Night".
Aprovechamos la larga pausa hasta el concierto de Anthrax, para dar una vuelta por las tiendas a comprar alguna camiseta, y ya de vuelta vimos el concierto de Antrhax de lejos, ya que el cansancio acumulado empezaba a hacer mella en todos. El concierto fue algo decepcionante, sobre todo comparando el setlist con lo que habían estado tocando en fechas recientes, y la desaparición del "Medusa" o del "Madhouse" para meter tres del último disco fue un poco bajón.
Tras Anthrax, tocaba avituallamiento y prepararnos nada menos que para Iron Maiden. De esta parte podría sacar un artículo entero, pero me ceñiré al formato actual, e intentaré no extenderme demasiado. Llevaba sin ver a Iron Maiden en directo desde 2003, así que realmente tenía muchas ganas de verles, aunque por otro lado, y sabiendo cómo se las gastan con los setlist cuando están de gira de nuevo disco, no las tenía todas conmigo.
El caso es que el concierto tuvo luces y sombras, incluso diría que más de los segundo que de lo primero. La puesta en escena fue buena, con un buen montaje y con la banda en su línea habitual, carreras de Steve Harris, movimientos constantes de Dickinson, y el "espectáculo", por llamarlo de alguna manera de Janick Gers, que realmente parece la mascota del grupo. Y de verdad que me da pena decirlo, pero es lo que siento al verle actuar.
El repertorio estaba telegrafiado desde el comienzo, y la gracia estaba en ver qué clásicos meterían "nuevos" en esta gira. Pues nada, se cascaron nada menos que seis canciones del nuevo disco entre las nueve primeras del concierto, intercalando el "Children of the Damned", "The Trooper" y "Powerslave" entre medias. A partir de ahí, empezarían a caer el resto de clásicos, pero ya era un poco tarde, y máxime si pensamos que uno de los temas del bis fue el "Blood Brothers". Que sí, que lo dedicaron a las víctimas de los últimos atentados terroristas, pero igual podían haber hecho mención a las víctimas y tocar otra canción.
Como de costumbre, el "Hallowed Be Thy Name" fue de lo mejorcito de la noche, aunque su continuación con "Fear of the Dark" no tanto. Y vuelvo a decirlo una vez más, a sabiendas de que es inútil, pero no entiendo por qué no dejan de tocarla de vez en cuando, y le dan un respiro a la canción.
Tras el habitual "Iron Maiden" llegó el tiempo de los bises con el "The Number of the Beast", el mencionado "Blood Brothers" y la maravillosa "Wasted Years", afeada por las paridas de Bruce Dickinson, retirando el micro a Adrian Smith cuando le tocaba meter los coros. No sé si a alguien le hizo gracia la cosa, y que lo hagas una vez pasa, pero a mí me dejó un mal sabor de boca.
Una pena, pero vimos a unos Iron Maiden que claramente están muy lejos de su mejor momento, y si bien los temas nuevos me los esperaba peores, también es cierto que la interpretación de los clásicos no me gustó mucho. Hubo bastantes cambios que sonaron un poco raros, y en general los temas no sonaron demasiado compactos.
El final de fiesta también tenía mala leche en cuanto a coincidencias, ya que se solapaban Twisted Sister con Behemoth, ambas bandas con grandes directos. Me decanté por ver a Twisted Sister, ya que están de gira despedida y es probable que no vuelva a verles nunca en directo. La verdad que pese al gran concierto que me dijeron que dieron Behemoth, no me arrepiento de haber visto el de Twisted Sister, ya que también se marcaron un gran show, emotivo y divertido a partes iguales.
De nuevo sentimientos encontrados al ver cómo lo deja una banda que está en plena forma, con un Dee Schneider increíble, pero a la vez agradeciendo que lo hagan antes de acabar arrastrándose por los escenarios. El bueno de Dee, mencionó algo así como que ellos se despedían de verdad, y que no iban a hacer otras tres giras despedidas después, tal y como están haciendo otras bandas clásicas.
El repertorio del concierto estuvo muy bien, con los clásicos más habituales de la banda, e incluso alguno no tan habitual. Hubo un momento bonito en "The Price", cuando recordaron a los músicos fallecidos durante el último y fatídico año. Como no podía ser de otra manera, cuando sonó el "We're Not Gonna Take It", hubo un subidón generalizado entre los asistentes, y tuvo su momento porque tras finalizar la canción, el público seguía coreando el estribillo, y la banda se arrancó unas cuantas veces con la gente.
Finalizado el bolo de Twisted Sister, hubo un mensaje de agradecimiento del festival hacia los asistentes, invitando a repetir para el próximo año, y un pequeño espectáculo de fuegos artificiales que redondearon el fin de fiesta.
Conclusión
Nuestra primera experiencia en el Graspop nos ha dejado un buen sabor de boca. La verdad es que no esperábamos menos de un festival de primer nivel en Europa con tantas ediciones a las espaldas. La organización es realmente buena, y aunque todo es mejorable, el sentimiento de ser tratado como un cliente y no como un borrego, es algo que dice mucho a su favor.
El viaje de vuelta fue mucho más sencillo de lo esperado. La devolución de la tienda de campaña fue más rápido de lo esperado, y nos devolvieron la fianza sin ningún problema. Se reforzó claramente el servicio de lanzaderas de vuelta hacia Mol, e incluso se facilitó el acceso al tren por una entrada lateral, que agilizó el trámite y sirvió para evitar aglomeraciones en la entrada principal, y no provocar molestias a los lugareños que iban a trabajar.
Bueno, espero que no os haya aburrido demasiado este serial, y ojalá sirva de ayuda a la gente que tenga pensado ir por allí otro año. Desde luego, si alguien quiere preguntar por algún detalle en concreto, puede hacerlo dejando un comentario, o contactándome por e-mail en shankao@lacaverna.org.