jueves, 18 de agosto de 2016

Enslaved - Monumension (2001)

"Monumension" es probablemente el álbum más extraño de la carrera de los noruegos Enslaved, aunque quizá extraño no sea el apelativo más correcto para designarlo. Más bien podríamos catalogarlo de desigual, ya que tenemos canciones muy variopintas en el álbum, y el nivel de experimentación es máximo. Tras la edición del brutal "Mardraum" un año antes, las expectativas que eran máximas para este lanzamiento, no fueron cumplidas del todo.

Estos vaivenes en la composición de los temas, vienen principalmente provocados por la influencia de Roy Kronheim, el cual quería dar a la banda un giro más Stoner, algo con lo que Ivar y Grutle no estaban de acuerdo, y que unido a algunos motivos personales, acabaron provocando la salida de Roy de la banda. Es posible también, que este ambiente no favoreciese a que "Monumension" sea un álbum aún mejor de lo que ya es.

En general es un disco bastante atmosférico y el primer tema, "Convoys to Nothingness" así lo demuestra. Una misteriosa intro nos dibuja lo que será el ritmo principal de la primera parte de la canción. Un dura sección central, acaba desembocando en una larga e hipnótica parte instrumental que se alarga durante casi tres minutos hasta el final del tema.

"The Voices" es uno de los mejores temas del álbum, con unas voces muy poderosas y esos cambios de ritmo de esos que Enslaved bordan. El tema tiene una estructura bastante impredecible, y una mezcla perfecta de agresividad y melodía.

"Vision: Sphere of the Elements - A Monument Part II" es uno de los temas más cañeros del álbum y que cierra un trío de canciones realmente brutal. Es un tema rápido y directo en el que domina un ritmo realmente Heavy, aunque como siempre alternado con varios cambios de ritmo, incluyendo en la parte final un punteo sobre un riff bastante poco habitual en la banda.

"Hollow Inside" es uno de esos temas que hacen bueno el comentario de que en este álbum, el nivel de experimentación es máximo. Es un tema con un gusto muy setentero, con guitarras en limpio y unas voces limpias sobreproducidas. Realmente creo que no hay otra canción como esta en toda la discografía de Enslaved.

"The Cromlech Gate" es un tema con un rollo más Doom - Stoner y aunque la esencia de Enslaved se percibe sin problema, es una vuelta de tuerca más a ese ambiente algo extraño de este álbum. "Enemy I" es un gran tema bastante progresivo, en el que de nuevo Grutle utiliza sus voces limpias, sobre lo que se podría catalogar como el estribillo del tema. Los rugidos a lo largo del tema están doblados, con una voz más rasgada y otra más profunda.

La gran mayoría de los temas del álbum no tiene una estructura de las que podemos considerar como clásica, algo con lo que suele jugar Enslaved, haciendo la escucha de sus discos toda una experiencia. "Smirr" comienza con un riff marca de la casa, pero pronto entra en una sección más ambiental que de nuevo se mueve en algunos parámetros algo psicodélicos.

"The Sleep" es un tema largo y relajado, en el que los teclados se hacen protagonistas y con una larga sección central que tiene algo de hipnótico. Perfectamente podía haber servido como final del álbum, pero Enslaved nos deja un par de píldoras extras, con la instrumental "Outro: Self-Zero" y con un último experimento llamado "Sigmundskvadet". Ésta es una canción acústica cantada en forma de coro tribal y que aporta un sentimiento muy peculiar.

Sin duda este es un disco que no te dejará indiferente. Dentro de la excelencia de la discografía de Enslaved, éste álbum no llega al sobresaliente, por lo desigual y extraño que es por momentos, aunque al mismo tiempo nos muestra una banda repleta de ideas y con ganas de explorar constantemente nuevos sonidos y elementos. Algo fundamental y que sin duda ayudó a sentar las bases de la evolución que ha mantenido la banda a lo largo del siglo XXI sacando un discazo tras otro.

La formación que graba el álbum:

Grutle Kjellson: Voces, Bajo
Ivar Bjørnson: Guitarra, Teclado
Roy Kronheim: Guitarra
Dirge Rep: Batería

Nota Final: 8/10

miércoles, 17 de agosto de 2016

Edguy - Hellfire Club (2004)

En plena borrachera de éxito tras la edición del "Mandrake" que ya comentamos aquí en su día, y sobre todo de las dos primeras partes de Avantasia, Edguy finaliza su contrato con AFM con la edición del directo "Burning Down the Opera" y dan un paso más en su carrera con la firma su nuevo flamante contrato con Nuclear Blast.

El nuevo álbum "Hellfire Club" viene precedido de la edición del E.P "King of Fools" a modo de presentación para el nuevo disco. La promoción y los medios para la grabación del álbum son mucho mejores en esta ocasión. La grabación se hace en diferentes estudios de Alemania, aunque la masterización vuelve a hacerse en los míticos Finnvox. Además, para este álbum Edguy cuenta con la participación de una orquesta real, y con una buena representación de vocalistas invitados, algunos de los cuales también han participado en diferentes entregas de Avantasia.

Con estos antecedentes la cosa podía haber sido algo realmente grande, pero se queda a medio camino y es un lanzamiento que no llega a enamorar. El álbum abre con "Mysteria", un tema correcto con un riff bastante afilado y un buen estribillo, que aunque tiene una parte central algo ramplona, deja buenas expectativas al oyente.

A continuación, Edguy quiere poner toda la carne en el asador y nos ofrece "The Piper Never Dies", un tema de nada menos que diez minutazos, pero el efecto no puede ser más negativo, y me explico. Tras un comienzo correcto, este tema supone un bajón en el ritmo del álbum que personalmente no encuentro coherente. "The Piper Never Dies" repite casi al 100% la fórmula utilizada en el "The Pharaoh" de su álbum anterior, pero el tema no es ni de lejos igual de bueno. Este adolece de ser lento y repetitivo, y no llega a enamorar en ningún momento.

Igual, ubicado en otra posición del álbum podía pasar de otra manera, pero no en segunda posición del álbum. Sin ir más lejos, esa posición podía haberla ocupado "We Don't Need a Hero", sin duda el auténtico cañonazo Power marca de la casa. Está claro que no puedes sacar un disco con 10 canciones así, pero realmente son temas que Edguy sabían hacer realmente bien. Riffs y doble bombo a toda velocidad con espléndidas melodías, y un buen solo.

"Down to the Devil" es de nuevo un tema correcto, con el clásico sonido de la banda y que aunque no destaca como el anterior, se deja escuchar y se identifica claramente con Edguy. Quizá abusan un tanto del estribillo y el tema podía haber quedado un poco mejor con medio minuto menos.

"King of Fools" es el único tema rescatado del E.P anteriormente mencionado y la verdad que se lo podían haber ahorrado. El tema comienza con una melodía de teclado que parece que va a ser la protagonista del tema, pero rápidamente cae un riff de aire moderno adornado por un teclado electrónico, que es de lo peorcito del álbum, y el estribillo no aporta nada nuevo. El caso es que el tema tiene su videoclip y creo que hasta fecha de hoy sigue siendo el tema con el que cierran los conciertos. Algo totalmente inexplicable desde mi entender.

A partir de aquí, la cosa no remonta el vuelo, y es que aunque a lo largo de todo el álbum se aprecia un gran trabajo en la producción y en el nivel de arreglos de las canciones, una pena que no estén acompañados por composiciones del mismo nivel.

Los temas van cayendo uno por uno, pero realmente no hay nada destacable en ellos. Por mencionar alguno, "Forever" es la clásica balada que no dice nada, aunque Edguy tampoco han destacado nunca en este apartado.

"Lavatory Love Machine" fue el otro tema sobre el que se grabó un videoclip y es un tema con una mezcla de Heavy tradicional que sería el camino por el que transitarían los siguientes lanzamientos de la banda. Como no hay vídeo oficial de ningún tema que me guste, pondremos éste, pero sin duda no sería el tema que yo recomendaría escuchar de éste álbum.

En fin, un disco que debería haber sido mucho mejor, pero que sería el peor lanzado por la banda hasta ese momento, y que salvo un par de honrosas excepciones, pasa con más pena que gloria.

La formación que graba el álbum:

Tobias Sammet: Voces, Teclado
Jens Ludwig: Guitarra
Dirk Sauer: Guitarra
Tobias "Eggi" Exxel: Bajo
Felix Bohnke: Batería

Nota Final: 6/10

jueves, 11 de agosto de 2016

Los Suaves - Malas Noticias (1993)

Tras el éxito cosechado con "Maldita Sea Mi Suerte" que ya comentamos aquí en su día, Los Suaves consiguen su primer contrato con la multinacional Polygram Ibérica para la edición de su quinto álbum, este "Malas Noticias" que revisamos hoy. Lo primero que se puede apreciar en este álbum, y sin duda gracias a este cambio, es la mejora en la producción del álbum si lo comparamos con los anteriores álbumes, con un Alberto Cereijo más asentado en la banda. El sonido es ahora mucho más limpio que antes, y aunque no llega a ser una producción de primer nivel, los instrumentos se pueden distinguir perfectamente durante la escucha.

El caso es que esta mejora en la producción no viene acompañada con una mejora en el nivel de las canciones, sino más bien al revés. Pese a haber un par de años entre la edición de ambos discos, el nivel compositivo de esta entrega está un par de escalones por debajo. Es probable que algunos fans de Los Suaves no estén de acuerdo con esta apreciación, pero a mí este álbum se me hace bastante plano en cuanto a composiciones, y el uso de las clásicas progresiones de acordes de la banda.

El inicio del álbum con la homónima "Malas Noticias" es francamente potente. El buen uso de las guitarras acústicas frente a la machacona sección rítmica, y la  posterior evolución de la canción la convierte en una de las mejores del álbum. Ya desde este tema Alberto Cereijo nos deleita con unas guitarras solistas espectaculares, tanto a nivel de solos como de arreglos y pequeños detalles. La canción está partida en dos partes, y desde el minuto 3:30 hasta el final entra una larga sección instrumental realmente emocionante.

Pese al fichaje por la multinacional, las letras de Yosi, lejos de suavizarse (en el sentido literal de la palabra), siguen manteniendo esa tónica cruda y depresiva que sin duda es uno de los valores que más aprecian los fans de la banda.

"Corazón de Rock and Roll" es la clásica oda al Rock que la banda gusta de meter en prácticamente todos sus álbumes. Con una estructura clásica de Rock and Roll, pero con un sonido bastante metálico, y en la que lo que más me gusta, vuelve a ser el bajo de Charly. "Por Una Vez En La Vida" cierra un comienzo bastante poderoso. Es un tema muy dinámico y melódico al mismo tiempo que la convierte en una de mis favoritas. Mención especial para los solos en este tema.

A partir de ahí, el álbum entra en una fase que no me termina de convencer. "Como Cada Noche" es un tema con un sonido duro y pesado, pero se me hace bastante repetitivo, y la manera de encajar la frases de Yosi termina por cansarme también. El estribillo, pese a descargar un poco esa sensación, no termina de cuajar, además de ser demasiado estándar.

"Si Te Atreves a Nacer" es un tema cañero, que comienza con fuerza, y aunque está mucho mejor que el anterior rápidamente vuelve a sonar un poco a lo mismo. Está claro que Los Suaves tienen su fórmula magistral que saben aplicar en los temas, pero a veces se le puede pedir un poco más a una banda como ellos. "Ella Arruinó Mi Vida" es otro tema que no está al nivel, y vuelve a pecar de una composición poco inspirada, que lo convierte en un tema de relleno.

"El Último Metro" es una triste balada acústica, que a mí personalmente me llega bastante. Un buen trabajo con las guitarras acústicas, y unos sutiles colchones de teclado realzan una de esas letras en las que Yosi habla de una vida triste, sin esperanza ni ilusiones, y que de alguna manera te toca la fibra.

Con buen criterio, Los Suaves dejan para el final el "Dile Siempre Que No Estoy", que se convirtió en el himno de este álbum. Una canción puro Suaves, de nuevo con la típica estructura y las mismas progresiones, pero en esta ocasión explotadas con total acierto, y aderezadas con armónicas y un gran trabajo en las guitarras. Es un tema muy largo, con una letra genial y en la que no me canso de escuchar el "tú di siempre que no estoy".

Este álbum no es ni de lejos el mejor de Los Suaves, pero fue un hito en cuanto al crecimiento de popularidad de la banda, gracias a una promoción mayor y a unos medios mejores, que darían como resultado la grabación de dos de los mejores álbumes de la banda, "Santa Compaña" y "San Francisco Express".

La formación que graba el álbum:

Yosi: Voz, Guitarra, Armónica
Alberto: Guitarra
Montxo: Guitarra
Charly: Bajo
Gelo: Batería

Nota Final: 7/10

martes, 9 de agosto de 2016

Carach Angren - Death Came Through a Phantom Ship (2010)

Seguimos trabajando el rollo sinfónico, esta vez con los holandeses Carach Angren, una de las bandas que más han llamado mi atención los últimos tiempos. Mi conocimiento de la banda llega gracias a este álbum llamado "Death Came Through a Phantom Ship", cuyo concepto lírico gira alrededor de la leyenda del Holandés Errante. La banda fue formada allá por 2003, y este es su segundo larga duración.

Este álbum es una buena muestra de lo que puede dar de sí el Black Metal de corte sinfónico. Este es un género que parecía haber quedado como coto personal de Dimmu Borgir, pero nada más lejos de la realidad, y es que este disco es muchísimo mejor que cualquiera de los últimos álbumes grabados por los noruegos. Además, parece que tras las salidas de Mustis y Vortex la banda anda algo perdida, y desde 2010 no hemos vuelto a saber de ellos.

Como es ley en este estilo de música, la preponderancia de los teclados y orquestaciones es notoria a través de todos los temas, y parece ser el propio teclista Ardek el que lleva el peso de las composiciones.

El caso es que la formación se mantiene estable como trío desde sus comienzos, así que imagino que los tres miembros aportarán bastantes ideas a su música. El apartado guitarrístico corresponde a Seregor, que es a la vez vocalista de la banda. En la música de Carach Angren las guitarras tienen un papel de protagonismo compartido con las orquestaciones, y en general suelen llevar el típico riffage del Black Metal, aunque en algunas ocasiones también se erigen en las dueñas de las melodías principales.

Otro de los puntos fuertes del concepto de Carach Angren son unas letras trabajadas, que se ven potenciadas con partes casi narradas que permiten a la banda introducir historias bastante completas en las canciones. De hecho, las composiciones tienen en todo momento un aire bastante teatral que luego trasladan al directo. En este aspecto, tuve la fortuna de verles recientemente, e hicieron un gran show. Seregor delega el trabajo de las guitarras en un músico invitado, y se vuelca al 100% en la interpretación de las canciones. Sin duda, un acierto que potencia las presentaciones en directo. Escuchando este tipo de música, se podría pensar que en vivo pierde, pero en el caso de Carach Angren esto no es así, y consiguen generar una atmósfera increíble.

La producción del álbum está a un nivel muy alto, como no podía ser de otra manera en un álbum del estilo. La misma corre a cargo de Patrick Damiani, que hasta la fecha se encarga también de grabar el bajo en los trabajos de Carach Angren. Incluso en los primeros tiempos giraba en directo con ellos tocando el bajo, convirtiéndose casi en un miembro más de la banda.

Este álbum gana puntos cuando es escuchado como un todo, más que si se escucha como temas sueltos, ya que la atmósfera que se crea desde la intro convierte la escucha en un viaje que consigue transportar al oyente a través de diferentes ambientes, alternando secciones suaves, con partes realmente enervantes y repletas de tensión que van descargando sobre pequeñas secciones melódicas.

Dentro del buen nivel global del álbum, y puestos a destacar algunos cortes, me quedaría con "And the Consequence Macabre" un auténtico temazo con una gran letra, "Bloodstains On the Captain's Log" que quizá sea la más pegadiza del álbum y con la que suelen cerrar los directos, y "The Course of a Spectral Ship", un tema con unos cambios increíbles.

Siguiendo la costumbre, he enlazado el vídeo oficial que corresponde al primer tema, así que queda en tu responsabilidad el escuchar alguno de los temas destacados.Sin duda una banda con una apuesta muy original que desde aquí animo a escuchar con detenimiento y desde luego recomiendo ver en directo.

La formación que graba el álbum:

Seregor: Voces, Guitarra
Ardek: Teclados y Orquestaciones
Namtar: Batería

Nota Final: 9/10

lunes, 8 de agosto de 2016

Rhapsody - Symphony of Enchanted Lands (1998)

Segundo álbum de los italianos Rhapsody (posteriormente y por temas de Copyright, conocidos como Rhapsody of Fire), y en mi opinión su mejor trabajo, aunque he de reconocer, que de los discos nuevos he escuchado poco más allá de la segunda parte de este álbum que sacaron en 2007, y que arrancaba una nueva saga.

El concepto del álbum consiste en el segundo episodio de la saga de la espada esmeralda que arrancaron con "Legendary Tales" que ya comentamos aquí en su día. La historia se alarga nada menos que cinco discos, aunque como no me he metido mucho en ella, no soy capaz de valorar si el nivel de la historia está a la altura de la música.

En este álbum, Rhapsody muestra un paso adelante en madurez a la hora de las composiciones, y este es el único disco de la banda en el que puedo decir que todas las canciones me gustan, y no encuentro temas de relleno. La banda sigue ahondando en el concepto del Power Metal sinfónico llevado a su máxima expresión.

Las grandes y ampulosas orquestaciones están presentes a lo largo de todas las canciones, pero en ningún momento resultan cargantes, gracias a la inspiración que destilan tanto las melodías como los riffs de las canciones. Por supuesto, los guiños a pasajes de música clásica son constantes, tanto en las melodías de los teclados, como en los trepidantes sweep picking de Luca Turilli.

La producción vuelve a estar a cargo de la por entonces pareja de moda en el Power Metal, Sascha Paeth y Miro, que realizan un trabajo espectacular, y consiguen un sonido muy limpio y sobre todo muy compacto, dando la predominancia necesaria a cada instrumento en su momento. El problema de esta gran producción se lo encontró la banda cuando quiso llevar su música al directo. Tuve la oportunidad de verles una vez en directo en aquella época y fue un auténtico desastre. Es la cara y la cruz de hacer este tipo de música, a no ser que tengas un respaldo económico que te permita llevar al directo grandes producciones.

Para mí el disco está partido en dos mitades, y creo que la elección del orden de las canciones está hecho con bastante acierto. Durante la primera mitad, encontramos los principales cañonazos del álbum. "Emerald Sword" es una auténtica joya del género e ideal para enganchar al oyente desde el primer momento. Con un riff apabullante y muy melódico, y con uno de los mejores estribillos escritos por Rhapsody. Un estribillo de los que te dejan con ganas de escucharlos una y otra vez, con la virtud de que la banda no se ceba en absoluto en él.

Este detalle indica la confianza de la banda en sus posibilidades y en lo que viene a continuación. "Wisdom of the Kings" es un tema continuista, en una línea muy parecida al anterior, con un punto más melódico y algo menos trepidante. Afortunadamente, en esta ocasión no tenemos una canción como "Forest of Unicorns" y la instrumental "Heroes of the Last Valley", sin ser demasiado destacable, al menos no aporta la nota negativa al álbum.

El fin de esta primera parte llega con la que puede ser la canción más completa del disco. "Eternal Glory" es un tema larguito, de más de 7 minutos que vuelve a explotar las virtudes de los dos temas anteriores, añadiéndole una gran sección instrumental en la mitad del tema, que lo redondea y lo lleva al top del álbum.

En la segunda parte, encontramos temas algo más complejos en cuanto a la composición, pero sin olvidar que estamos ante un disco de Rhapsody, así que tranquilos los enemigos de lo complejo :).

Canciones como "Beyond the Gates of Infinity" y "The Dark Tower of Abyss" son temas con una estructura más variada, en las que podemos encontrar algunos riffs con un aire más progresivo, ambientes mucho más oscuros y partes orquestales que desde mi punto de vista son de las más interesantes del álbum. Sin ser temas tan pegadizos como los anteriores, no dejan de tener secciones muy melódicas.

"Wings of Destiny" es la balada del álbum, y pasa sin pena ni gloria, al menos para un servidor. La joya escondida de esta segunda parte es "Riding the Winds of Eternity". Un tema majestuoso y épico, con un estribillo realmente emocionante y que ayuda a revivir las sensaciones de los primeros temas.
El cierre corresponde al tema que da nombre al álbum, y que además es el más largo del disco con sus 13 minutos. La canción está dividida en cuatro partes muy orquestales y con varios pasajes narrados que entiendo que están orientados a darle más cohesión a la historia del álbum. Incluso durante el tema hay algún guiño a partes del álbum que ya hemos escuchado antes. Personalmente es una pista que suelo saltarme, ya que prefiero quedarme con el buen sabor de boca que deja "Riding the Winds of Eternity", pero vamos, simplemente es otro concepto de canción.

La formación que graba el álbum:

Fabio Lione: Voces
Luca Turilli: Guitarra
Alessandro Lotta: Bajo
Alex Staropoli: Teclados
Daniele Carbonera: Batería

Nota Final: 8,5/10