En esta ocasión, a diferencia de los dos álbumes anteriores, la formación prescinde de un segundo guitarrista, y vuelve a presentarse como cuarteto, encargándose Jeff Loomis de todas las líneas de guitarra.
Entrando en harina, el álbum abre el fuego con "Narcosynthesis" y su poderoso riff marca de la casa, alternando con un estribillo en una clave más moderna que funciona a la perfección. El tema evoluciona hacia una segunda parte más lenta, con un gran solo que hará las delicias de los amantes del buen guitarreo.
La producción y los arreglos en el disco, tienen un toque bastante moderno para la época, con algún toque incluso industrial que no hacen de menos al conjunto.
El segundo corte, "We Disintegrate" es un tema algo más accesible y melódico que el primero. Con una larga entrada, nos deja un riff en el que destacan unos agudos de Warrel Dane, que nos recuerdan a su trabajo en Sanctuary. Desafortunadamente, apenas lo vuelve a usar en todo el disco, dejándonos con las ganas de más, ya que alternándolos con los tonos más habituales en los que cantaba en Nevermore, creo que hubiesen dado mucho juego en otros temas. Las preciosistas líneas vocales del estribillo, junto a unos acertados coros, consiguen darle un efecto hipnótico y muy melódico.
El ritmo del álbum, decae levemente con el siguiente par de temas. "Inside Four Walls" es un medio tiempo de corte progresivo, con algunos ambientes bastante siniestros, y un gran solo, pero que no está entre los cañonazos del disco. Algo parecido, aplica para "Evolution 169", un tema lento y denso, que desahoga en un buen estribillo.
El siguiente trío de temas, vuelve a pisar el acelerador, cada uno de ellos a su manera. "The River Dragon Has Come" es un tema muy variado, con diferentes secciones rítmicas, de las que me gusta mucho la parte instrumental donde va el solo. Mencionar de nuevo, los agudos de Warrel Dane en la parte final del tema, y que ya no volveremos a escuchar. Tendría que repasar el "Enemies of Reality" para recordar si ahí los mete por última vez.
"The Heart Collector" es una balada muy pegadiza y un tema que rápidamente se convirtió en emblemático de la banda. De hecho, en este disco, diría que hay una proporción de temas lentos, un poco más elevada de lo habitual en los discos de Nevermore. El trío ganador concluye con "Engines of Hate", poseedora de algunos de los mejores ritmos del disco, y al que favorece la buena producción del álbum.
"The Sound of Silence" descoloca un tanto al inicio, al escuchar los míticos acordes del tema de Simon & Garfunkel, pero rápidamente desaparece el manto, y da paso a un tema que no termina de decir demasiado.
Hacia el final, de nuevo tenemos dos temas lentos, "Insignificant" con buenas líneas tanto en el riff como en el estribillo, aunque con una estructura algo simple, y "Believe in Nothing" que fue el single escogido en su momento. Es una bonita canción, muy redonda, y con los ingredientes necesarios para intentar captar la atención del mainstream.
El álbum finaliza con el tema que da nombre al disco. Quizá es el tema más progresivo, en el aspecto en que tiene bastantes partes diferentes, aunque no me parece que esté a la altura de las mejores canciones del disco.
En conclusión, estamos ante un buen álbum, disfrutable y con recorrido, de una banda que aún no había dado lo mejor de sí misma.
La formación que graba el álbum:
Warrell Dane: Voces
Jeff Loomis: Guitarra
Jim Sheppard: Bajo
Van Williams: Batería
Nota Final: 8/10