Este blog pretende ser la continuación de lo que en su día fue La Caverna del Metal, aunque con una orientación diferente. Este Blog es de opinión personal. Las calificaciones intentan tener en cuenta el contexto histórico del álbum. Por supuesto, puedes discrepar de la visión sobre los discos que se comentan aquí. Símplemente lee, opina si quieres, y disfruta.
"Freedom Call" es un E.P. que salió tras el mítico "Holy Land" que ya comentamos aquí en su día. En esa época, las discográficas aún vivían sus momentos dorados, y se permitían sacar este tipo de lanzamientos para aprovechar el éxito obtenido por los grandes discos.
De hecho, como novedad en el contenido de este E.P. únicamente encontramos el tema que da nombre al lanzamiento. "Freedom Call" es una canción que perfectamente podía haber estado en "Holy Land" y que quizá fuese un descarte del mismo. El tema lleva el mismo rollo del álbum, y aunque no está al nivel de los mejores temas de dicho álbum, yo lo hubiese puesto en vez de el "Lullaby for Lucifer" sin ir más lejos.
El caso es que al no estar allí sirvió de excusa para grabarlo en un nuevo plástico, y acompañarlo por algunos temas más. "Freedom Call" es el clásico tema Power de Angra, con un buen desarrollo y un estribillo decente, pero al que le falta ese algo especial que tienen algunos temas para llegar a la excelencia. Todo raya a un buen nivel, sobre todo el solo de guitarra, pero los Angra de esa época eran capaces de cosas mejores.
Seguimos adentrándonos a través del álbum, y nos encontramos un par de temas regrabados de "Reaching Horizons", la primera demo que grabó la banda y que les abrió el camino del éxito. "Queen of the Night" es uno de los temas más progresivos de los comienzos de Angra, y quizá por eso se quedó como contenido para Bonus Track. A mí es un tema que me gusta mucho, aunque quizá le falle un pelín el estribillo, con unos teclados que consiguen sacarme un poco de mis casillas.
"Reaching Horizons" es de las mejores baladas escritas por Angra, un campo en el que desde mi punto de vista, nunca han destacado demasiado, salvo alguna honrosa excepción. Como suele ser habitual, André Matos hace un despliegue de agudos difícilmente igualable por la mayoría de los vocalistas del Heavy Metal.
"Stand Away" se nos presenta como una "orchestral version", pero la verdad es que me parece que es prácticamente clavada a la original del "Angel's Cry". La verdad es que no me he puesto una a continuación de la otra, pero si difieren en algo, debe ser en algún pequeño arreglo. En cualquier caso, un temazo.
Quizá la rareza de este álbum, es la inclusión de la versión del "Painkiller" de los Judas Priest que aprovecharon a grabar para el álbum tributo "A Tribute to Judas Priest: Legends of Metal". Musicalmente la canción es bastante clavada, y sorprende cómo es capaz de desgarrar la voz André Matos, y llegar con esa forma de cantar, a los agudos de Halford. Otra muestra de la calidad y versatilidad del bueno de Matos. Una pena que en su posterior carrera musical, no se haya asentado en alguna banda de renombre.
Y llegamos al final con una versión recortada del "Deep Blue", uno de los ejemplos de honrosas baladas que mencionábamos antes. El caso es que la versión recortada está bien, y al menos yo no echo de menos el minutaje restante.
Como conclusión, podemos decir que estamos ante un lanzamiento correcto y totalmente orientado a sacarle la pasta a los fans más acérrimos, y es que Rising Sun Records exprimió el contrato con Angra hasta el último suspiro con la edición del "Holy Live".
La formación que graba el álbum:
Andre Matos: Voces
Rafael Bittencourt: Guitarra
Kiko Loureiro: Guitarra
Luís Mariutti: Bajo
Ricardo Confessori: Batería
Hoy vamos a comentar este álbum que sin duda sirvió para catapultar internacionalmente a los alemanes Edguy. Estamos en 1998, en plena efervescencia de la escena del Power Metal en Europa, y Edguy lanza al mercado este "Vain Glory Opera", menos de un año después del "Kingdom of Madness" que ya comentamos aquí en su día.
La primera diferencia que podemos apreciar respecto a su antecesor es la mejora ostensible del sonido del álbum, y no en vano Timo Tolkki se encargó de la mezcla, en una labor en la que no es tan conocido, pero que se desenvuelve con mucha soltura. Por otro lado, el omnipresente Mika Jussila se encarga de la masterización final en sus archiconocidos Finnvox Studios.
En el apartado de la formación, tenemos cambios con la salida del batería Dominik Storch, que ya había demostrado sus limitaciones en el álbum anterior, y para la ocasión es un desconocido Frank Lindenthal el encargado de grabar la batería. Su paso por la banda sería efímero, ya que ese mismo año ya ficharían a Felix Bohnke. Completaría la sección rítmica la incorporación del bajista Tobias Exxel, siendo pues este álbum el último en el que Tobias Sammet se encargaría de este instrumento, permitiéndole así centrarse en sus labores como frontman durante los directos.
A nivel musical "Vain Glory Opera" ofrece todo lo que un seguidor del Power Metal necesita. Los clásicos riffs con doble pedal repletos de melodías pegadizas, secciones orquestales grandilocuentes, y buenos solos de guitarra, e intercalando algunos parones para no agobiar al oyente. Todo esto, encorsetado estructuras de canciones lo más sencillas posibles, con la típica secuencia de estrofa - puente - estribillo - solo. Repitan algunas de estas secciones en el orden que ustedes quieran, y tendrán el 90% de los temas cubiertos.
Tras una intro, los dos primeros temas, "Until We Rise Again" y "How Many Miles" encajan a la perfección en el estereotipo anteriormente mencionado, lo que no quita que sean dos grandes canciones, con estribillos extremadamente pegadizos que se quedan a la primera y que al mismo tiempo no aburren.
Dentro de lo típico del álbum, no podía faltar la balada, en este álbum hay nada menos que dos, y quizá por ello, la primera quizá aparece demasiado pronto, en la tercera posición. No suelo ser muy amigo de las baladas, aunque hablando con algunos amigos, la opinión es que según el momento emocional en el que uno las escucha por primera vez, suben o bajan muchos puntos. En mi caso, la verdad es que "Scarlet Rose" no me llega a emocionar en ningún momento y pasa con más pena que gloria por el reproductor.
"Out of Control" relanza el álbum en forma de medio tiempo, aunque con los mismos ingredientes antes comentados. La parte central del tema es la mejor, gracias a un solo cortesía de Timo Tolkki, y a la participación de Hansi Kürsch a las voces, algo que también ocurre en el tema que da nombre al disco.
Con el rimbombante título de "Vain Glory Opera" tenemos una no menos rimbombante canción, con una melodía principal a modo de himno, tipo "Final Countdown", que al menos a mí me cansó en poco tiempo, y que a día de hoy, su escucha siempre me provoca una ligera sonrisa. El caso es que el resto de la canción no está mal, desde un riff muy "Helloweeniano", a un estribillo con cierto aire melancólico que queda realmente bien.
"Fairytale" es uno de los temas más rápidos del álbum, que no por ello de los mejores. Aunque sigue la estela de los dos primeros, ya empieza a sonar a "conocido", lo que le quita algo de magia. "Walk on Fighting" es un medio tiempo que mola bastante, con un riff en el que las guitarras nos recuerdan un poco al "Princess of the Dawn" de Accept, aunque el estribillo rápidamente vuelve a los cánones del Power.
"Tomorrow" es la segunda de las baladas del álbum, aunque en un rollo menos romántico, y más épico. "No More Fooling" es un tema que suena algo más duro que la media del álbum, aunque tampoco es que derroche inspiración, con algunos cambios que suenan algo forzados y un estribillo bastante soso.
Cerrando el álbum, podemos escuchar "Hymn", una versión de Ultravox. La adaptación queda bastante lograda, aunque me mola más, por ejemplo, la versión del "Dancing With Tears In My Eyes" de los mismos Ultravox, que hiceron Freedom Call en su día.
En conclusión, este disco queda como una buena continuación en la carrera de Edguy, aunque desde luego para la banda fue todo un hito en su carrera.
Este disco de los suecos Therion, supuso el paso intermedio entre el Death Metal de los primeros discos, y la inclusión de sonidos clásicos y operísticos del resto de su ya dilatada carrera.
Cuando hablamos del "Lepaca Kliffoth", estamos hablando del cuarto disco de la banda. En los dos primeros álbumes, Therion nos ofrece un Death Metal de la vieja escuela, aunque contemporáneos a su época. Eso sí, ya desde el segundo álbum, "Beyond Sanctorum" de 1992, podemos apreciar las primeras experimentaciones con las voces limpias y con algunos teclados.
Cuando aparece a la luz "Ho Drakon Ho Megas" en 1993, ya se aprecia claramente las miras del grupo en cuanto a la innovación dentro del Metal. Ese disco tiene unos cuantos guiños a la música de oriente medio, y es más melódico que los dos anteriores.
En "Lepaca Kliffoth", Therion ya se mete de lleno en terrenos mucho más melódicos, aunque sin perder la caña en ningún momento. La inclusión de sopranos, tenores, etc., fue una auténtica novedad en la época, como por ejemplo en el tema "Beauty in Black", que también fue el single del disco.
El álbum arranca con "The Wings of Hydra" uno de los temas más Death del álbum, con un riff realmente pesado y unos cambios de ritmo muy acertados. Este será el último álbum en el que las voces de Christofer Johnsson sean las protagonistas en los temas, ya que a partir del "Theli" su presencia será testimonial. El breve solo final mola mucho, y es un apartado en el que Christofer no suele prodigarse demsasiado.
"Melez" es un tema con bastantes cambios de ritmo, y diferentes secciones. Algunas siguen siendo muy pesadas, en el buen sentido de la palabra, aunque al mismo tiempo tiene partes muy melódicas, quedando un tema muy variado y resultón.
"Arrival Of The Darkest Queen" es una pequeño intro instrumental que sirve de enlace con la anteriormente mencionada "Beauty in Black". Esta es la primera incursión real del álbum en los territorios sinfónicos que dominarían los posteriores lanzamientos de Therion. Posee algunas de esas melodías preciosistas que tan bien sabe hilar Christofer Johnsson y que combinadas con las voces de tenores y sopranos son marca de la casa. De hecho, hay muchos grupos que a lo largo de los años han intentado sumarse a la fórmula Therion, pero diría que ninguno ha conseguido esa integración tan orgánica entre las orquestaciones y el Metal. Quizá Haggard es una banda que realiza un trabajo igualmente bueno, pero en un estilo más medieval y menos operístico.
"Riders of Theli" es otro de los momentos álgidos del álbum, y es que en esta ocasión, tras la calma viene la tormenta, y Therion nos regala probablemente el temazo del álbum, pleno de potencia y grandes melodías.
El resto de canciones siguen una línea similar, con bastante contrastes entre la dureza de las partes lentas, los cambios de ritmo hacia partes trepidantes repletas de emoción, y fusionadas a la perfección con las secciones más melódicas. Destacar en este punto temas como "Black", "Darkness Eve" y el homónimo "Lepaca Kliffoth", este último algo más basado en inquietantes atmósferas, a modo de ritual de invocación que tan bien saben hacer. Como de costumbre, las letras giran entorno a los conceptos mágicos de la orden del dragón.
Otro gran acierto del álbum, es la elección del mítico "Sorrows of the Moon" de Celtic Frost como versión. Sin duda un tributo a los maestros que inspiraron el nombre de la banda con su famoso "To Mega Therion" (La Gran Bestia). Como nota curiosa, mencionar que las voces femeninas corren a cargo de Claudia-Maria Morki, que participó como vocalista invitada en el mencionado "To Mega Therion" e "Into the Pandemonium" de Celtic Frost.
El final del álbum con "Evocation of Vovin" es inmejorable, y todo un reclamo para volver a ponerse el álbum desde el principio. A nivel de producción, el álbum cumple y todo suena en su sitio, aunque obviamente no está grabado con los medios de los posteriores discos de Therion.
Aunque su obra maestra llegaría con "Theli", y el éxito masivo con "Vovin", este "Lepaca Kliffoth", es un gran disco y da muestras de la originalidad de una banda en plena evolución.
La formación que graba el álbum:
Christofer Johnsson: Voces, Guitarra y Teclados
Fredrik Isaksson: Bajo
Piotr "Docent" Wawrzeniuk: Batería
Primer disco de los teutones Accept, un disco con un regusto setentero que aún se muestra lejos de los Accept que enamorarían e inspirarían a toda una generación de bandas de Metal de diferentes estilos. La banda se reencarna en 1976 a partir de los cimientos de Band X cuyo origen se remonta nada menos que a 1968. Con la incorporación de Wolf Hoffmann y Peter Baltes, Accept comienza su andadura profesional, y este álbum homónimo es su carta de presentación.
El álbum consta de diez canciones, en las que aún hay muchas reminiscencias al sonido más Rock de los 70, pero al mismo tiempo hay un puñado de temas que ayudan a sentar las bases de lo que sería llamado Heavy Metal.
"Lady Lou" abre el fuego con un tema movidito, en el que escuchamos un riff que parece que bien podría haber servido de inspiración a Ozzy y su tropa en sus discos de los 80. La canción con lo justo llega a los tres minutos de duración, aunque deja un buen sabor de boca.
"Tired of Me" es sin duda de los mejores temas. Un gran riff adornado con unos buenos coros, que con los años Accept fueron perdiendo. Una pena. El sonido de las guitarras es un poco más Heavy, aunque dentro de una producción horrible, y es que parece que el productor no sabía ni de lejos cómo debía sonar una banda Heavy Metal. El final del tema con los coros de Peter Baltes es uno de los momentos álgidos del tema, de los de levantar el puño en alto.
No me reconozco diciendo que "Seawinds" es mi canción favorita del disco, pero así es en esta ocasión. Una preciosa balada cantada por el bueno de Baltes, y en la que ellos mismos se dieron cuenta de que la voz de Udo no encajaba mucho en esta suerte musical, ya que su capacidad de entonación tampoco es la mejor. De hecho, este álbum nos hacer añorar la poca presencia en las voces que ha tenido Peter Baltes en otros lanzamientos de la banda. Otra muestra de lo que es capaz de cantar este hombre, lo tenemos en "Sounds of War", un tema que también suena bastante Heavy, y en el que la pésima producción afea el tema desde el principio, por no mencionar unos cambios de volumen un tanto raros.
A lo largo del disco, los solos suenan siempre muy melódicos, al estilo de Wolf, aunque aún muestran a un joven guitarrista que mejoraría su técnica con el paso los años.
"Take Him In My Heart" se asienta sobre un riff de puro Rock 'n' Roll, aunque el estribillo suena un poco más Heavy. Las voces de Udo son para hacérselo mirar, y destacan los agudos a lo loco que va soltando durante algunas fases de la canción. Sin duda despertarán la sonrisa a más de uno. "Free Me Now" es un tema rápido con un riff en el que destaca un sonido de bajo con muchos medios, que dejan a las guitarras en un segundo plano.
"Glad To Be Alone" es una power ballad que se enrabieta hacia el final, y nos deja un tema bastante chulo, y el uso de una de las estructuras que se harían típicas en el Metal. En "That's Rock 'n' Roll" encontramos ni más ni menos que lo que dice el título. Es un tema bastante ramplón excepto la parte del solo que sí que mola bastante.
Vamos llegando al final con la algo sosa "Helldriver" y la desesperante "Street Fighter". Desesperante por ese sonido de cencerro a modo de claqueta que dura toda la canción y que consigue sacarme de mis casillas, y que me jode aún más porque el tema mola un montón. Es la guinda final a una producción horrible. Por cierto que no hemos comentado la portada, que es cutre como ella sola, pero a mí personalmente me mola bastante.
En resumen estamos ante un álbum desigual, con indudables aciertos, pero también con sus sombras. Se percibe a una banda que aún no tenía claro el camino que iba a seguir. Un álbum que desde luego ha tenido más repercusión gracias a la gente que quiere profundizar en los orígenes de Accept. Si este disco lo hubiese sacado cualquier banda desconocida, seguro que no podríamos estar hoy comentándolo.
La formación que graba el álbum:
Udo Dirkschneider: Voces
Wolf Hoffmann : Guitarra
Jörg Fischer: Guitarra
Peter Baltes: Bajo, Voces
Frank Friedrich: Batería
"Follow the Reaper" cierra la trilogía mágica con la que los fineses Chidren of Bodom encandilaron a la gran mayoría del público metalero del mundo, gracias a esa fusión de estilos entre el Death Melódico, el Heavy Metal y las melodías neo-clásicas. Sin duda, el protagonismo de las melodías, es lo que consiguió que muchos de los Heavies de la época, abriesen un tanto sus miras, y soportaran las voces agresivas, un elemento que suele tirar para atrás a la mayoría de los potenciales oyentes de la música extrema.
En este tercer lanzamiento no ofrecen nada que no hubiésemos podido escuchar en su anterior "Hatebreeder" que ya comentamos aquí en su día. Seguimos teniendo un buen puñado de temas en los que se alterna la melodía y la caña a partes iguales. La base de las composiciones de Children of Bodom es prácticamente la misma, y la gran virtud que tienen es que casi todas ellas tienen una melodía característica que los hace totalmente reconocibles del resto. En algunas canciones está en el comienzo, en otras en el estribillo, pero la fórmula es la misma.
De hecho, destacaría una cosa más del rollo de Children of Bodom, y es un cierto aire Punk que tienen en algunos momentos, que entiendo que es una cosa de actitud, y se deja sentir en algunos giros vocales de Alexi Laiho, e incluso en algún pequeño momento de algunos solos.
Desafortunadamente, la fórmula se iba a agotar antes o después, y si bien el siguiente álbum "Hate Crew Deathroll" sigue siendo muy destacable, no llega a alcanzar el nivel de este ni de los anteriores.
Otro de los elementos reconocibles de la banda son los duelos entre la guitarra de Alexi Laiho y el teclado de Janne Wirman, que no faltan en ninguna de las canciones del álbum. La base rítmica de los temas vuelve a ser muy compacta y aporta la contundencia necesaria a las canciones.
El artwork basado en un color principal es otro de los elementos que caracterizó a la banda en sus comienzos, demostrando que aportar elementos sencillos que te diferencien del resto, funcionan como un buen catalizador para el éxito de una banda. En esta ocasión, tras haber utilizado el rojo y el verde, era turno del azul con el sempiterno Reaper dominando la portada.
La principal novedad dentro de este "Follow the Reaper" es la inclusión por primera vez en la historia de la banda de un medio tiempo, "Every Time I Die", para el que además se hizo un vídeo. Personalmente me parece uno de los temas menos afortunados del álbum, el típico que tras varias escuchas del álbum, acabas por pasarlo sin escucharlo.
Dentro de las canciones, las más destacadas son: "Follow the Reaper", "Bodom after Midnight" (el himno de este disco), "Children of Decadence", "Hate Me!", que fue el single del álbum y "Kissing the Shadows" que cierra el álbum de manera muy notable.
El resto de los temas no llegan a estar al nivel de los anteriores, aunque tampoco son canciones de relleno. El álbum vuelve a ser corto para los estándares de la época, ya que apenas supera los 38 minutos.
En una de las ediciones aparece como bonus track un temazo como el "Hellion" de W.A.S.P. La versión está bien, un poco más rápido que el original y sin cambiar mucha cosa. Bien hecho por parte de la banda, porque meterle mano a un tema tan emblemático sin cargárselo no es nada fácil. Supongo que el apodo artístico de "Wildchild" de Laiho, tiene que ver algo con esto...
La formación que graba el álbum:
Alexi Laiho: Voces, Guitarra
Alexander Kuoppala: Guitarra
Henkka T. Blacksmith: Bajo
Janne Warman: Teclados
Jaska Raatikainen: Batería
Wongraven es la incursión del siempre inquieto Satyr dentro del extraño mundo del Dark Ambient. Según las notas de grabación del álbum, éste se gestó durante la friolera de tres años, entre 1992 y 1995, por descontado que en los ratos libres que Satyr encontrase dentro de su apretada agenda con su banda principal Satyricon. No obstante, es bueno recordar que los primeros álbumes de Satyricon son de 1994, con lo cual la composición de este proyecto es coincidente en el tiempo con el "Dark Medieval Times" y el "The Shadowthrone".
Tras este preámbulo situando en el tiempo este lanzamiento, toca comentar qué podemos encontrar en él. Como creo que ya he comentado en otras ocasiones, no soy un ávido consumidor de Dark Ambient, y pese a ser un género que me gusta, lo escucho con cuentagotas, ya que para disfrutarlo debo tener un estado de ánimo muy concreto. En este sentido, he de decir que en "Fjelltronen", es de mis lanzamientos favoritos en el estilo, ya que es un álbum que aporta bastantes elementos de Folk intercalados con lo que es el puro Dark Ambient, dando de esta manera un toque más variado al álbum y haciéndolo mucho más atractivo. Salvando las distancias, pero para que os podáis hacer una idea, es como mezclar alguno de los primeros discos de Mortiis, con el "Kveldssanger" de Ulver.
El disco supera por poco los 30 minutos de duración repartidos en cinco pistas, con lo que tampoco da lugar a aburrir al personal. Sin duda que el tema de apertura, "Det Var en Gang et Menneske" es el más completo, y no en vano, dura el 50% del álbum. El tema en sí mismo, podríamos decir que tiene una estructura diferenciada en 4 partes. Durante la primera, que abarca los 7 minutos iniciales del tema, Satyr nos va mostrando poco a poco los elementos que la componen, apoyándose en unos suaves coros y contando con una voz en segundo plano la historia de este Fjelltronen, que se puede traducir como el Trono de la Montaña. Es una parte que como digo va incorporando poco a poco elementos que van enriqueciendo la canción. Unos tambores ahora, una nueva melodía de teclado después, etc.
La segunda parte de este "Det Var en Gang et Menneske" incorpora una bonita progresión de guitarra acústica, a la que se unen los teclados y las voces, dando lugar a una parte realmente épica. La tercera parte, comienza en torno al minuto 11:30, y en el que se vuelven a combinar los elementos mas clásicos del Dark Ambient con las melodías Folk protagonizadas por la guitarra acústica, dominando por encima de todos una evocadora melodía con un sonido muy aflautado. El ultimo tramo de la canción no sumerge en un ambiente realmente siniestro, con elementos algo disonantes, cerrando el ciclo con una ultima visita a la primera parte del tema.
Parte de los elementos de "Det Var en Gang et Menneske" son reutilizados a lo largo del resto del álbum, ayudando a dar coherencia a un álbum que de alguna manera es conceptual.
En "Over Ødemark" destaca una buena melodía de piano que sabe jugar con ciertos contratiempos, y que según las notas de grabación, está compuesta por Ihsahn. La parte parte final que se apoya en los ya conocidos coros del tema anterior. "Opp Under Fjellet Toner en Sang" es un sencillo interludio que da paso a la segunda parte del álbum.
"Tiden er en Stenlagt Grav", es un tema más "alegre", con un tempo algo más elevado y que se basa principalmente en una melodía de corte medieval, a la que se la va envolviendo y adornando con diferentes detalles. Con ello y casi sin enterarnos llegamos al final del disco. "Fra Fjelltronen" hace la función de Outro, transmitiendo una sensación de conclusión gracias a la repetición de una melodía en "bajada", y en el que las letras de alguna manera resuelven la historia.
La verdad es que si tuviese que recomendar a alguien un disco de Dark Ambient, es muy probable que fuese éste, tanto por la calidad del lanzamiento como por su corta duración, y por la variedad que ofrece dentro de un estilo tan peculiar. Por una vez y sin que sirva de precedente, voy a dejar el enlace al disco completo.
La formación que graba el disco, a excepción de las colaboraciones, es sencilla:
Within Temptation se hicieron realmente famosos con la edición de "The Silent Force", álbum que incluía el single "Stand My Ground", y que les abrió el camino del mainstream en una época en la que se puso un poco de moda este rollo de música con vocalista femenina, gracias a Evanescence y su archiconocido "Bring Me To Life". El caso es que no muchos fans estaban al tanto de que Within Temptation comenzó su andadura musical dentro del Doom Gothic, siguiendo la estela de bandas más pioneras como Theatre of Tragedy o sus compatriotas The Gathering. Es curioso pero en Holanda ha habido una buena escena de bandas de este tipo, que posteriormente han ido a formar parte del llamado Metal Sinfónico, como After Forever, Epica o Delain.
El caso es que este E.P. es probablemente lo mejor que ha sacado la banda en su no muy extensa discografía, ya que aunque tienen mogollón de lanzamientos, álbumes como tales solo tienen siete incluyendo uno de versiones. No es mucho bagaje para una banda que lleva en activo más de 20 años ya.
Cuando uno toma contacto con este E.P. se imagina que está formado por descartes que no entraron en su primer álbum "Enter" lanzado tan solo un año antes. Afortunadamente no es así, y este E.P. nos ofrece algunos de los mejores temas de Within Temptation. Bien, tampoco lancemos las campanas al vuelo, que la cosa está bien pero tampoco es para tanto, jejeje.
Uno de los problemas de "Enter" era que hay el disco tiene bastantes altibajos, y se hace un tanto pesado de escuchar completo. Ese problema no lo tenemos aquí, ya que el E.P sólo tiene tres canciones nuevas y un par de remixes que aportan muy poco a los originales. En las nuevas canciones podemos apreciar a una banda con las ideas más claras de por dónde quieren tirar, y se centran mucho más en las voces de Sharon den Adel, dejando los guturales en un plano mucho más secundario.
Además, las canciones son un poco más dinámicas, dentro de que siguen sonando densas y atmosféricas. Mi favorita es la canción que da nombre al E.P. Es un tema muy completo y equilibrado, con un buen desarrollo y unas líneas de voz increíbles. "Another Day" aporta un ambiente más relajante, con muchos colchones de teclado y pocos riffs de guitarra. Un tema en el que las voces de Sharon vuelven a erigirse en completas protagonistas y responsables de que el tema suene interesante.
Finalmente, "The Other Half of Me", vuelve a aumentar el tempo y diría que es de las canciones más cañeras editadas nunca por la banda. En esta ocasión las guitarras cogen mucho más peso, tanto en la composición como en la mezcla, dando ese toque de agresividad tan necesario en una banda de Metal.
El apartado de los remixes es algo peculiar, todo sea dicho. En el caso de "Restless", incluye algunos ritmos sampleados y cercenan el tema casi a la mitad del original. En el segundo remix, es una especie de fusión entre dos temas del primer álbum, y bueno, digamos que queda curioso.
Y poco más que comentar de este álbum. A partir de aquí la historia de la banda ya cambió, primero con "Mother Earth" y de ahí directos a "The Silent Force". Sin llegar a ser nunca una de las bandas punteras del Doom Gothic nos dejaron algunas buenas canciones como las que rememoramos hoy aquí.
La formación que graba el E.P:
Sharon den Adel: Voces
Robert Westerholt: Guitarra, Voces
Michiel Papenhove: Guitarra
Jeroen van Veen: Bajo
Martijn Westerholt: Teclados
Ivar de Graaf: Batería
Con "Under the Red Cloud", Amorphis sigue la senda marcada desde el lanzamiento de "Eclipse" en el ya lejano 2006 cuando firmaron su contrato con Nuclear Blast, una unión que dura hasta el día de hoy. En esta ocasión, la banda cuenta por primera vez con Jens Borgren en la producción, aunque he de decir que el cambio no se nota demasiado en una banda que nos tiene acostumbrados a unas producciones exquisitas. Eso sí, he de decir que esta portada me parece de las más feas que han sacado nunca.
No sé si ha sido a raíz de recuperar estos últimos años temas de la época del "Tales From The Thousand Lakes" y del "Elegy", pero en este disco se aprecia un acercamiento al sonido de esos álbumes en más de un pasaje, y diría que especialmente en los temas que compone Esa Holopainen. En cambio los de Santeri Kallio mantienen un poco más la línea de los últimos años y son los que aportan un aire más progresivo. Sin duda un equilibrio casi perfecto en el desarrollo de un álbum muy completo y que ha tenido una gran acogida en los fans.
Amorphis tienen desde hace unos años la costumbre de firmar los temas individualmente, y esto da la posibilidad de escuchar un álbum y jugar a adivinar de quién es cada tema. Si bien en otros de sus discos me ha costado más la diferenciación, en este he acertado casi de pleno y con bastantes pocas dudas.
Dentro de este juego voy a comenzar por comentar las canciones de Santeri Kallio, ya que el tema que abre el disco es suyo. "Under the Red Cloud" es el clásico temazo de Amorphis que además sirve para dar nombre al álbum. El tema se basa en un riff con una base sincopada y una bonita melodía principal alrededor de los cuales se va contruyendo un tema muy redondo, y en el que todo encaja a la perfección. Destaca desde las primeras escuchas el sonido agresivo de las guitarras que le dan un aire actual.
"Bad Blood" es un tema de corte muy progresivo, con un riff muy afortunado que descarga la tensión sobre un estribillo algo menos inspirado y con un tufillo algo Pop. Nada alarmante, pues es una más de las señas de identidad de la banda en los últimos años y que sin duda les ha ayudado a conectar con un mayor número de fans.
"Death of a King" sigue una línea muy similar a la anterior,con un riff de los más cañeros a cargo de Santeri, con el añadido de algunos toques folk. De hecho, la dureza de este riff y su deje old school, es lo que me hizo dudar y equivocarme al pensar en el compositor del tema. El estribillo es mucho más melódico, aunque en esta ocasión me gusta más que el del "Bad Blood". Comentar que este fue el primer single del disco y que cuenta con la colaboración del gran Martín López (ex-Opeth) en la percusión.
Finaliza su aportación con "Tree of Ages", una canción muy melódica y sencilla que engancha a la primera escucha, y que está ubicada en una posición estratégica hacia el final del álbum.
Sin duda he de mencionar de nuevo el gran trabajo de producción y de composición a nivel de arreglos que tienen los temas de Amorphis. Cada uno de ellos es un ejercicio de superponer capa tras capa para saturar los oídos del oyente, permitiendo descubrir nuevos matices en cada escucha del álbum, todo ello sin dejar de ser una banda muy accesible. Siempre pienso que Amorphis podría ser una banda mucho más popular si le dejasen algo de espacio en los medios masivos de comunicación.
Vamos ahora con algunos de los temas del bueno de Esa Holopainen, que para este disco parece dar un pequeño giro hacia terrenos sonoros más oscuros. Ejemplo de esto es "The Four Wise Ones" uno de los temas más brutos compuestos en los últimos años por Amorphis. Sorprende levemente el uso del tremolo picking durante la ejecución, y la abundancia de voces guturales sobre algunos riffs realmente duros. Eso sí, el pequeño impasse de la parte central, pese a buscar el contraste con el resto del tema, no termina de encajarme demasiado. Mención especial al apartado vocal, con unas voces realmente agresivas y algo más orientadas al Black de lo habitual en Tomi Joutsen.
"Sacrifice" rompe un tanto con ese aire "old school" del álbum y es una canción que suena muy actual. No en vano es uno de los singles del álbum y lo considero todo un acierto, especialmente por el gran estribillo y al buen trabajo de las guitarras. La elección de ambos singles es muy inteligente por parte de la banda o la compañía, ya que el primero de ellos está destinado a capturar al sector de fans más cañero, mientras que el segundo está más orientado al mainstream.
Sorprende la ubicación de los dos singles del álbum en las posiciones 5 y 6. Creo que es algo que de alguna manera habla del gran nivel del disco.
"Dark Path" retoma la senda más brutal, y nos muestra un tema en la línea del "The Four Wise Ones", con riff que destila una atmósfera y un sentimiento próximos al Black Metal, contrastando con el resto de secciones de la canción.
Por poner algún pero a la música de Amorphis, quizá se echa en falta algún elemento de sorpresa en las estructuras de las canciones, ya que todas siguen prácticamente el mismo patrón estándar. "Enemy At The Gates" es un tema más experimental, en el que la dureza va al revés que en resto del disco, ya que aquí la parte más brutal es el estribillo y la parte más suave y molona está en las estrofas.
"White Night" es el tema que cierra el álbum y el que destaca un estribillo con una línea vocal muy original, además de la inclusión de voces femeninas por parte de Aleah, vocalista de Trees of Eternity, que tristemente fallecería poco después.
Dejamos para el final "The Skull", la única aportación de Tomi Koivusaari y de nuevo lleva el sello de los viejos tiempos del "Elegy". Un riff potente y machacón que esta vez desemboca en un estribillo menos convencional y que se complementa con una suave sección instrumental central. De los temas compuesto por Tomi en los últimos discos, diría que este es de los mejores.
Sin duda una gran continuación en la exitosa de carrera de Amorphis, y vista la trayectoria de los últimos años, me parece que afortunadamente tenemos banda para rato.
La formación que graba el álbum:
Tomi Joutsen: Voces
Esa Holopainen: Guitarra
Tomi Koivusaari: Guitarra
Niclas Etelävuori: Bajo
Santeri Kallio: Teclados
Jan Rechberger: Batería
Tras la edición del irregular "Brain Drain" que ya comentamos aquí en su momento, y con el anuncio de la salida definitiva de Dee Dee de la banda, no se auguruba un gran futuro para Ramones, máxime cuando había sido el mismo Dee Dee el compositor de gran parte del material de la banda desde mediados de los 80. Lejos de tirar la toalla, Ramones se encarga de buscar nuevo bajista, y lo encuentran en la figura de Christopher Joseph Ward, que pronto pasaría a llamarse C.J. Ramone.
La entrada de C.J. supuso una inyección de juventud para la banda como reconocía Joey en las entrevistas de la época. Tras foguearse durante los conciertos de la gira del "Brain Drain", entre el que destaca el concierto grabado en Barcelona en 1991 y editado en el álbum "Loco Live", llega a su primera grabación en este "Mondo Bizarro".
Como decíamos, Dee Dee había sido el principal compositor de las canciones de Ramones desde el ya lejano "Subterranean Jungle", así que en este "Mondo Bizarro" vuelve a ser Joey Ramone el que, rodeándose de un buen grupo de amigos y colaboradores, vuelve a tomar las riendas en las composiciones, aunque no deja de ser llamativo como Dee Dee sigue aportando algunos temas en el álbum. Posteriormente se haría público que lo hizo en compensación por la ayuda económica que recibió para salir de la cárcel.
"Mondo Bizarro" nos muestra unos Ramones de vuelta a los sonidos más melódicos del Punk Rock, y dejando en un segundo plano los ramalazos más Hardcore de los discos previos, algo que sin duda se puede atribuir al peso de Joey en las composiciones. Dentro de la lista de temas firmados por él, sólo o en compañía, encontramos un poco de todo.
La que abre el fuego, "Censorshit" puede ser junto al "Strength to Endure" la mejor canción del álbum. Un tema puro Ramones en el que podemos apreciar el gran trabajo que hace en la producción Ed Stasium, que ya había trabajado con la banda en varios de sus discos más míticos, destacando a nivel de producción el "Too Tough To Die".
El resto de la aportación de Joey en solitario se completa con "Cabbies on Crack", sorprendentemente uno de los temas más duros del álbum, aunque que no por ello de los mejores, y en el que podemos escuchar un solo de guitarra cortesía de Vernon Reid. Finalizamos este apartado con "Touring" un tema de corte surfero que al escucharlo nos recuerda, quizá demasiado, al "Rock and Roll High School".
"It's Gonna Be Alright" es un tema de aire fresco y optimista firmado junto al gran Andy Shernoff, que también colabora en la típica balada de Joey, "I Won't Let it Happen", un tema que sin desentonar en el nivel medio del álbum, no llega al de otras compuestas por el propio Joey.
Por otro lado y firmadas junto a Daniel Rey, encontramos con resultado algo desigual el "Tomorrow She Goes Away" y el "Heidi is a Headcase". El primero es el último gran temazo del disco, con un riff bastante duro y un estribillo genial, mientras que el segundo pasa sin pena ni gloria, algo que ocurre con el último tercio de este "Mondo Bizarro".
Los temas compuestos por Dee Dee, que también cuentan con la colaboración de Daniel Rey, tienen un resultado bastante bueno, especialmente "Strength To Endure" y "Poison Heart". Ambos temas cuentan con algunos de los mejores estribillos del álbum, y destaca entre ambos el primero de ellos, con C.J a la voz. El tema restante, "Main Man", también cuenta con C.J. a las voces siguiendo la mejor tradición del propio Dee Dee, aunque el tema se queda lejos de la calidad de los anteriores.
El álbum se completa con las aportaciones de Marky junto a Skinny Bones, obteniendo de nuevo un resultado desigual. Si "The Job That Ate My Brain" es un tema resultón y con un buen groove, "Anxiety" es un tema más Hardcore que no termina de llegarme, aunque he de decir que el rollo de la canción encaja a la perfección con el título.
Como en la mayoría de discos de Ramones se incluye una versión, esta vez el "Take It as It Comes" perteneciente a The Doors, y cuyo resultado no me convence demasiado, ya que pienso que es un tema difícil de llevar al terreno Ramones.
A la postre, "Mondo Bizarro" sería el penúltimo álbum de estudio de la banda, si exceptuamos el de versiones "Acid Eaters", y en su momento dejó una muy buena impresión, máxime cuando la gente ya no daba un duro por Ramones. Sin duda tiene algunos temazos que no han llegado al estátus de clásicos por estar en este tardío lanzamiento, pero que bien lo hubieran merecido.
La formación que graba el álbum:
Joey Ramone: Voces
Johnny Ramone: Guitarra
C.J. Ramone: Bajo
Marky Ramone: Batería