Ellos justificaban, y no sin razón, que era muy complicado trasladar al escenario todas las orquestaciones que meten en los discos, y se supone que este "Dawn of Victory" lo compusieron teniendo en mente las experiencias sufridas durante las giras.
De esta manera, "Dawn of Victory" se supone que es un álbum algo más directo en las composiciones, y menos recargado a nivel orquestal, aunque desde luego, la marca de la casa sigue muy patente a lo largo del álbum. Creo que este es el último álbum de Rhapsody que he escuchado con atención, ya que es un estilo que terminó por saturarme.
Volvemos a tener ese Power Metal aderezado con multitud de orquestaciones y toques clásicos, barrocos y medievales, tanto en las melodías de teclado como en las de guitarra. Y lo que al principio sonaba como una novedad, y algo fresco, con el paso de los álbumes se fue convirtiendo en algo un tanto pesado y repetitivo.
Con esto no quiero decir que "Dawn of Victory" sea un mal álbum. Sin llegar al nivel de sus predecesores, nos deja unos cuantos temas de buen nivel.
El tema homónimo que abre el álbum, es un corte puro Power Metal, con un doble bombo imposible, y un estribillo bastante épico. Comentar en este punto, que no está claro quién se encuentra tras las baquetas en este álbum. En teoría se trata de alguien con el sobrenombre de "Thunderforce", cuyas obligaciones contractuales impedían aparecer en los créditos del álbum. Como os podéis imaginar, hay teorías para todos los gustos, incluso de la posibilidad de que las baterías estuvieran programadas, algo que siempre han negado desde la banda. El caso es que en los créditos del álbum, aparece el nombre de Alex Holzwarth, que por entonces era únicamente batería en las giras.
"Triumph for my Magic Steel" es otro buen tema, algo más relajado en cuanto a la velocidad del mismo, y que cuenta con una parte central bastante buena. Como siempre, los solos a lo largo del álbum se van alternando y doblando entre la guitarra y el teclado. Ambos músicos dan muestras de gran velocidad, aunque la vez que les vi en directo, he de decir que los solos de Alex Staropoli no estuvieron a la altura de lo escuchado en los álbumes.
Siguiendo la tónica de los discos anteriores, la canción cuatro es algo diferente al resto, aunque por suerte en esta ocasión no se parece al "Forest of Unicorns". Es un tema que tiene un ritmo puramente medieval, de esos de bailar alrededor de la hoguera, que no me gusta demasiado, y tampoco me parece muy original.
"Dargor, Shadowlord of the Black Mountain", es otro tema que no me dice gran cosa, aunque tiene uno de los solos que más me gustan del álbum. "The Bloody Rage of the Titans", (menudos titulitos que se marcan los amigos, como para recordarlos), es un tema que se mueve más a medio tiempo con un buen estribillo, y que da paso a "Holy Thunderforce", el otro tema ultrarrápido del álbum, y que sigue una línea muy similar a "Dawn of Victory". Baterías a toda velocidad, coros épicos, un buen estribillo, solos muy melódicos y que además sirvió como single del álbum.
De ahí al final, nada nuevo bajo el sol, aunque quizá pueda reseñar el último tema. "The Mighty Ride of the Firelord", igual que los dos primeros álbumes, es el tema más largo del disco con más de 9 minutos, y que me reafirma en mi teoría de que Rhapsody no son muy buenos escribiendo canciones largas. Como siempre, esto será algo discutible, pero ninguna de sus tres canciones largas hasta ese momento me han gustado demasiado. No digo que no tengan algunas partes buenas, pero en conjunto no me parecen canciones demasiado atractivas.
Resumiendo, que siendo un disco más que decente, no nos muestra nada nuevo que no hayamos escuchado en los anteriores lanzamientos, y a mí en su momento me dejó algo frío, pues esperaba algo más de esta banda.
La formación que graba el álbum:
Fabio Lione: Voces
Luca Turilli: Guitarra
Alex Staropoli: Teclados
Alessandro Lotta: Bajo
Nota Final: 7/10