lunes, 26 de noviembre de 2012

Ramones - Brain Drain (1989)

A lo largo de la extensa discografía de esta mítica banda, encontramos momentos álgidos y pequeños bajones en sus discos. "Brain Drain", undécimo disco de  Ramones, no es en absoluto malo, aunque en su día tuviera críticas algo negativas, y nos ofrece momentos brillantes. Tras el magnífico trío de discos "Too Tough To Die", "Animal Boy" y "Halfway to Sanity", el listón estaba francamente alto, y los problemas entre Dee Dee y el resto de la banda estaban acentuándose. "Halfway To Sanity" fue un disco muy variado, con canciones ligeras. Este "Brain Drain" es bastante diferente, en una especie de endurecimiento de los temas, acercándose más hacia el Hardcore.

Esta evolución se ve acentuada por la aparición de múltiples colaboraciones en las composiciones del álbum. El agotamiento de las ideas en la banda, es paliada por estas colaboraciones de músicos amigos próximos a Ramones, y se convierte en una tónica constante en el resto de los discos futuros de la banda.

Lo primero que se aprecia en el disco es una producción más sucia y con un sonido de las baterías, sobre todo de la caja, que eclipsa un poco el resto de instrumentos y le da un toque algo oscuro al disco. La cosa comienza muy bien con "I Believe in Miracles", un tema muy clásico, que incluso nos ofrece un pequeño solo de guitarra,  algo poco habitual en Ramones. Es además de los pocos que sobrevivieron en el repertorio de los directos. "Zero Zero UFO" es uno de los temas más próximos al Hardcore. Un tema áspero compuesto por el tándem Dee Dee - Daniel Rey, y que nos muestra el lado más duro de Ramones. Esta dureza sigue presente en "Don't Bust my Chops", uno de los temas más flojos del disco.

Primera parada, y comienza la mejor parte del álbum. "Punishment Fits the Crime" es un medio tiempo, cantado por el propio Dee Dee, que mete un pequeño parón en el ritmo del disco, y que al mismo tiempo aporta un poco de frescura. "All Screwed Up" nos transporta directamente hacia el pasado, y es el primer tema en el que se nota claramente la mano de Joey en la composición. Uno de los puntos fuertes del disco, como suele ser habitual en Ramones, es la versión elegida, en esta ocasión "Palisades Park" de Charles Barris. Un tema que como de costumbre, Ramones hace suyo, y consiguen mejorar el original.

"Pet Semetary" es la canción más sólida del álbum. Además, junto a la breve aparición en un capítulo de The Simpsons cantando el cumpleaños feliz al Sr. Burns, es lo más famoso que haya hecho nunca Ramones. Se trata del tema principal de la banda sonora de la película de terror "Pet Semetary" basada en el libro de Stephen King. La traducción al castellano fue "El Cementerio Viviente". El tema se mueve en el medio tiempo, y el estribillo es inmejorable. Además, está grabado en un estudio diferente, y el sonido es mucho más limpio que el resto del álbum.

Tras estos buenos momentos, llega "Learn to Listen", un tema crudo, pero que deja bastante frío al oyente. De nuevo aparece la mano de Joey para traernos uno de mis temas favoritos. "Can't Get You Outta my Mind". Un medio tiempo de esos que Joey sabe bordar tan bien. De aquí hasta el final, los temas que restan, están compuestos por el propio Joey. "Ignorance is Bliss", nos muestra el lado más duro de Joey. Esta canción está coescrita con Andy Shernoff, cerebro de la banda The Dictators, y que también colabora en "All Screwed Up". Es un trallazo hardcore que se convierte en la mejor de las canciones cañeras del álbum.

El disco finaliza con "Come Back, Baby", tema lentito y bastante flojo, y con "Merry Christmas", una especie de villancico ramoniano, que deja un buen sabor de boca. La presentación del disco es bastante floja y la portada es una de las pocas en las que no sale la banda, y fue el último disco con Dee Dee, que abandonó el barco poco después.

La formación que graba el álbum:

Joey Ramone: Voces
Johnny Ramone: Guitarra
Dee Dee Ramone: Bajo, Voces
Marky Ramone: Batería

Nota Final: 6,5/10

martes, 6 de noviembre de 2012

Angra - Rebirth (2001)

Como gran fan de Angra que soy, tengo que decir que cuando me enteré de la marcha de André Matos y compañía, me quedé realmente chafado. Una ruptura de estas características, en la que se marchan de golpe tres de los cinco componentes, suele traer consigo la desaparación de cualquier banda, pero esta vez no fue así. Los dos guitarristas, Kiko Loureiro y Rafael Bittencourt deciden seguir adelante con la banda, y a partir de ese momento comenzó un periodo de expectación que culmina con la edición de este gran disco.

Desde luego Kiko y Rafael eran al menos el 50% de la fuerza compositiva de Angra, y la merma que podía suponer la salida de André Matos, quedó suplida por el gran papel de ambos. Además, las nuevas incorporaciones, mantienen a la perfección el nivel y la calidad de Angra. Edu Falaschi, es el que a priori lo tiene más difícil, ya que tiene el papelón de llegar a los registros imposibles de André Matos, y aunque es cierto que en los directos le cuesta llegar en algún momento, en líneas generales lo hace a la perfección, además de aportar su propio toque en las nuevas composiciones. Felipe Andreoli, es un pedazo de bajista, al menos tan técnico como Luis Mariutti, y Aquiles Priester, es una auténtica máquina tras las baquetas, más rápido y preciso que Ricardo Confessori, aunque quizá, con algo menos de feeling a la hora de tocar.

Entrando de lleno en el disco, al inicio tenemos una pequeña intro que nos va dibujando la melodía del primer tema, que tiene el significativo nombre de "Nova Era". Un tema rápido y pegadizo, con un solo espectacular, y en cuya letra nos dicen que "Nova Era brings the ashes back to life". Desde este primer tema, queda claro que el estilo de Angra se mantiene al 100%. Excelentes melodías, solos brutales, y multitud de partes clásicas con amplia presencia de los teclados, que en esta ocasión son cortesía del genial Gunter Werno, teclista de Vanden Plas.

La fiesta continúa con "Millennium Sun". Este tema comienza con una parte lenta y melosa, para arrancar después con un ritmo animado y algo "bombástico". Buena canción, pero no es de las mejores. El primero de los platos fuertes del disco es "Acid Rain", que además fue el single del álbum. Algo más largo que en el single y con una producción diferente de la voz, ya que en el single la voz de Edu Falaschi era bastante más parecida a la de Matos, y en el álbum es más personal. Atención al estribillo de la canción, sin duda de lo mejor del disco.

"Heroes of Sand" relaja un poco el ritmo, y da paso a la segunda parte del disco. Este es un medio tiempo compuesto por Edu Falaschi, y que no está nada mal. La segunda parte del álbum comienza con "Unholy Wars". El comienzo tribal del tema y el desarrollo del mismo, parece que pretenda ser una segunda parte del "Carolina IV", pero en sí el tema tiene su propia identidad, sin llegar a las cotas del mencionado "Carolina IV".

"Rebirth", es un medio tiempo, con una parte un poco más cañera y un comienzo de baladita, que aun siendo un buen tema, es de los que menos me llama del disco. Existe un vídeo de este tema, cuyas imágenes son de un directo, pero que corta justamente la parte del punteo... En fin, es lo que tienen los vídeos pensados para el "mainstream".

"Judgement Day", es de nuevo un tema que mete bastante caña, con una fuerte presencia de percusiones tribales, y que da paso al que para mí es el otro temazo del disco. "Running Alone" no es el tema más rápido, ni quizá el más virtuoso, pero tiene una melodía que te engancha y no te suelta hasta el final. Es un tema bastante largo y que hubiese sido el final perfecto para el álbum. En cambio, para finalizar tenemos "Visions Prelude", una balada bastante floja y que  está totalmente de relleno.

Así que cuando ya parecía que Angra iba a desaparecer, su regreso desde las cenizas con la grabación de "Rebirth", supuso una gran continuación para la banda.

La formación que graba el disco:

Edu Falaschi: Voces
Rafael Bittencourt: Guitarras
Kiko Loureiro: Guitarras
Felipe Andreoli: Bajo
Aquiles Priester: Batería

Nota Final: 8,5/10

viernes, 2 de noviembre de 2012

Dimmu Borgir - Enthrone Darkness Triumphant (1997)

Enthrone Darkness Triumphant, es el tercer disco de los noruegos Dimmu Borgir, y el que les lanzó hacia la fama internacional. Es su primer disco cantado en inglés y lanzado por una multinacional como Nuclear Blast. Nos encontramos en 1997, año en el que también Cradle of Filth lanza el que puede ser su mejor disco "Dusk and Her Embrace". Estos dos álbumes, establecieron una especie de competición entre los fans de ambas bandas, por ver cuál era el puntal del Black Metal europeo. Desde mi punto de vista, no son lanzamientos comparables, ya que mientras Cradle Of Filth siempre se han movido en un estilo algo más gótico, tanto a nivel musical como de imagen, Dimmu Borgir estaban más inmersos en un rollo más satánico, y la música y las letras así lo reflejan.

Desde el primer momento, podemos apreciar un cambio musical bastante evidente en relación con Stormblåst, que ya comentamos aquí, pese a que tan sólo hay un año de diferencia entre ambos. La producción del álbum es mucho clara en esta ocasión, permitiendo que los instrumentos se distingan con bastante claridad, y con un sonido general francamente bueno, pero que a la vez provoca que la pérdida de algo de la magia y el sentimiento que posee Stormblåst. La calidad de las composiciones es bastante buena y se las nota trabajadas, con unas estructuras variadas y un buen nivel de arreglos.

Los tres primeros temas nos muestran los elementos que van a formar parte de la tarjeta de presentación de Dimmu Borgir en este disco y en los consecutivos. Buenas melodías, aún alejadas de la grandilocuencia de los últimos lanzamientos, y una fuerte presencia de los teclados a lo largo de todo el disco, que en ocasiones puede llegar a resultar algo cansina, debido en parte a la poca variedad de sonidos que ofrece Stian. Esta terna de canciones son realmente pegadizas, con ritmos y melodías muy heavies, mezclados con partes de black melódico. "Mourning Palace", que se convirtió en el auténtico himno de la banda, es un tema muy atmosférico, que se mueve entre el medio tiempo y partes más rápidas que redondean un gran tema. En "Spellbound" tenemos un tema más rápido, con voces muy agresivas, y con una parte final que es puro Heavy Metal. "In Death's Embrace" abunda en los elementos anteriormente citados, y puede ser el tema más pegadizo del álbum.

Es a partir de la cuarta canción del disco, "Relinquishment of Spirit and Flesh", cuando comenzamos a encontrarnos cara a cara con el Black Metal de verdad. Aquí ya podemos escuchar riffs más clásicos dentro del Black, y que tienen su mejor expresión en "Master of Disharmony", el tema más cañero del disco, y uno de mis favoritos, adornado con un punteo de lo más heavy. En estos dos temas, Tjoldav nos muestra un incremento de su técnica como batería respecto a los lanzamientos anteriores. Otro de los temas que podemos considerar como puro Black, sería "Tormentor of Christian Souls", cuya letra no aparece en el libreto del CD, ya que fue censurada por Nuclear Blast, aportando un poco de morbo al lanzamiento.

A estas alturas del disco, los teclados ya comienza a ser algo cargantes, y la repetición de algunas partes "ya escuchadas anteriormente", se hace patente en "Prudence's Fall" y en "A Succubus In Rapture". Cierra el disco "Raabjørn Speiler Draugheimens Skodde", el único guiño a los discos anteriores, y que perfectamente puede ser un tema grabado durante las sesiones de Stormblåst o de For All Tid.

Mención especial para las voces de Shagrath, que en este disco toman un giro que personalmente no me gusta, y que ha ido ahondando en posteriores lanzamientos. Desde mi punto de vista, algo sobreproducidas, y están dobladas prácticamente a lo largo de todo el disco.

En esta ocasión, la formación que graba el disco es casi igual que en Stormblåst, aunque con la entrada en el bajo de Nagash en sustitución de Brynjard Tristan.

Shagrath: Voz, Guitarras
Silenoz: Guitarras
Nagash: Bajo
Stian Aarstad: Teclados
Tjodalv: Baterías

Nota Final: 7,5/10