Este álbum es una buena muestra de lo que puede dar de sí el Black Metal de corte sinfónico. Este es un género que parecía haber quedado como coto personal de Dimmu Borgir, pero nada más lejos de la realidad, y es que este disco es muchísimo mejor que cualquiera de los últimos álbumes grabados por los noruegos. Además, parece que tras las salidas de Mustis y Vortex la banda anda algo perdida, y desde 2010 no hemos vuelto a saber de ellos.
Como es ley en este estilo de música, la preponderancia de los teclados y orquestaciones es notoria a través de todos los temas, y parece ser el propio teclista Ardek el que lleva el peso de las composiciones.
El caso es que la formación se mantiene estable como trío desde sus comienzos, así que imagino que los tres miembros aportarán bastantes ideas a su música. El apartado guitarrístico corresponde a Seregor, que es a la vez vocalista de la banda. En la música de Carach Angren las guitarras tienen un papel de protagonismo compartido con las orquestaciones, y en general suelen llevar el típico riffage del Black Metal, aunque en algunas ocasiones también se erigen en las dueñas de las melodías principales.
Otro de los puntos fuertes del concepto de Carach Angren son unas letras trabajadas, que se ven potenciadas con partes casi narradas que permiten a la banda introducir historias bastante completas en las canciones. De hecho, las composiciones tienen en todo momento un aire bastante teatral que luego trasladan al directo. En este aspecto, tuve la fortuna de verles recientemente, e hicieron un gran show. Seregor delega el trabajo de las guitarras en un músico invitado, y se vuelca al 100% en la interpretación de las canciones. Sin duda, un acierto que potencia las presentaciones en directo. Escuchando este tipo de música, se podría pensar que en vivo pierde, pero en el caso de Carach Angren esto no es así, y consiguen generar una atmósfera increíble.
La producción del álbum está a un nivel muy alto, como no podía ser de otra manera en un álbum del estilo. La misma corre a cargo de Patrick Damiani, que hasta la fecha se encarga también de grabar el bajo en los trabajos de Carach Angren. Incluso en los primeros tiempos giraba en directo con ellos tocando el bajo, convirtiéndose casi en un miembro más de la banda.
Este álbum gana puntos cuando es escuchado como un todo, más que si se escucha como temas sueltos, ya que la atmósfera que se crea desde la intro convierte la escucha en un viaje que consigue transportar al oyente a través de diferentes ambientes, alternando secciones suaves, con partes realmente enervantes y repletas de tensión que van descargando sobre pequeñas secciones melódicas.
Dentro del buen nivel global del álbum, y puestos a destacar algunos cortes, me quedaría con "And the Consequence Macabre" un auténtico temazo con una gran letra, "Bloodstains On the Captain's Log" que quizá sea la más pegadiza del álbum y con la que suelen cerrar los directos, y "The Course of a Spectral Ship", un tema con unos cambios increíbles.
Siguiendo la costumbre, he enlazado el vídeo oficial que corresponde al primer tema, así que queda en tu responsabilidad el escuchar alguno de los temas destacados.Sin duda una banda con una apuesta muy original que desde aquí animo a escuchar con detenimiento y desde luego recomiendo ver en directo.
La formación que graba el álbum:
Seregor: Voces, Guitarra
Ardek: Teclados y Orquestaciones
Namtar: Batería
Nota Final: 9/10
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