martes, 31 de enero de 2017

Amorphis - Under The Red Cloud (2015)

Con "Under the Red Cloud", Amorphis sigue la senda marcada desde el lanzamiento de "Eclipse" en el ya lejano 2006 cuando firmaron su contrato con Nuclear Blast, una unión que dura hasta el día de hoy. En esta ocasión, la banda cuenta por primera vez con Jens Borgren en la producción, aunque he de decir que el cambio no se nota demasiado en una banda que nos tiene acostumbrados a unas producciones exquisitas. Eso sí, he de decir que esta portada me parece de las más feas que han sacado nunca.

No sé si ha sido a raíz de recuperar estos últimos años temas de la época del "Tales From The Thousand Lakes" y del "Elegy", pero en este disco se aprecia un acercamiento al sonido de esos álbumes en más de un pasaje, y diría que especialmente en los temas que compone Esa Holopainen. En cambio los de Santeri Kallio mantienen un poco más la línea de los últimos años y son los que aportan un aire más progresivo. Sin duda un equilibrio casi perfecto en el desarrollo de un álbum muy completo y que ha tenido una gran acogida en los fans.

Amorphis tienen desde hace unos años la costumbre de firmar los temas individualmente, y esto da la posibilidad de escuchar un álbum y jugar a adivinar de quién es cada tema. Si bien en otros de sus discos me ha costado más la diferenciación, en este he acertado casi de pleno y con bastantes pocas dudas.

Dentro de este juego voy a comenzar por comentar las canciones de Santeri Kallio, ya que el tema que abre el disco es suyo. "Under the Red Cloud" es el clásico temazo de Amorphis que además sirve para dar nombre al álbum. El tema se basa en un riff con una base sincopada y una bonita melodía principal alrededor de los cuales se va contruyendo un tema muy redondo, y en el que todo encaja a la perfección. Destaca desde las primeras escuchas el sonido agresivo de las guitarras que le dan un aire actual.

"Bad Blood" es un tema de corte muy progresivo, con un riff muy afortunado que descarga la tensión sobre un estribillo algo menos inspirado y con un tufillo algo Pop. Nada alarmante, pues es una más de las señas de identidad de la banda en los últimos años y que sin duda les ha ayudado a conectar con un mayor número de fans.

"Death of a King" sigue una línea muy similar a la anterior,con un riff de los más cañeros a cargo de Santeri, con el añadido de algunos toques folk. De hecho, la dureza de este riff y su deje old school, es lo que me hizo dudar y equivocarme al pensar en el compositor del tema. El estribillo es mucho más melódico, aunque en esta ocasión me gusta más que el del "Bad Blood". Comentar que este fue el primer single del disco y que cuenta con la colaboración del gran Martín López (ex-Opeth) en la percusión.

Finaliza su aportación con "Tree of Ages", una canción muy melódica y sencilla que engancha a la primera escucha, y que está ubicada en una posición estratégica hacia el final del álbum.

Sin duda he de mencionar de nuevo el gran trabajo de producción y de composición a nivel de arreglos que tienen los temas de Amorphis. Cada uno de ellos es un ejercicio de superponer capa tras capa para saturar los oídos del oyente, permitiendo descubrir nuevos matices en cada escucha del álbum, todo ello sin dejar de ser una banda muy accesible. Siempre pienso que Amorphis podría ser una banda mucho más popular si le dejasen algo de espacio en los medios masivos de comunicación.

Vamos ahora con algunos de los temas del bueno de Esa Holopainen, que para este disco parece dar un pequeño giro hacia terrenos sonoros más oscuros. Ejemplo de esto es "The Four Wise Ones" uno de los temas más brutos compuestos en los últimos años por Amorphis. Sorprende levemente el uso del tremolo picking durante la ejecución, y la abundancia de voces guturales sobre algunos riffs realmente duros. Eso sí, el pequeño impasse de la parte central, pese a buscar el contraste con el resto del tema, no termina de encajarme demasiado. Mención especial al apartado vocal, con unas voces realmente agresivas y algo más orientadas al Black de lo habitual en Tomi Joutsen.

"Sacrifice" rompe un tanto con ese aire "old school" del álbum y es una canción que suena muy actual. No en vano es uno de los singles del álbum y lo considero todo un acierto, especialmente por el gran estribillo y al buen trabajo de las guitarras. La elección de ambos singles es muy inteligente por parte de la banda o la compañía, ya que el primero de ellos está destinado a capturar al sector de fans más cañero, mientras que el segundo está más orientado al mainstream.

Sorprende la ubicación de los dos singles del álbum en las posiciones 5 y 6. Creo que es algo que de alguna manera habla del gran nivel del disco.

"Dark Path" retoma la senda más brutal, y nos muestra un tema en la línea del "The Four Wise Ones", con riff que destila una atmósfera y un sentimiento próximos al Black Metal, contrastando con el resto de secciones de la canción.

Por poner algún pero a la música de Amorphis, quizá se echa en falta algún elemento de sorpresa en las estructuras de las canciones, ya que todas siguen prácticamente el mismo patrón estándar. "Enemy At The Gates" es un tema más experimental, en el que la dureza va al revés que en resto del disco, ya que aquí la parte más brutal es el estribillo y la parte más suave y molona está en las estrofas.

"White Night" es el tema que cierra el álbum y el que destaca un estribillo con una línea vocal muy original, además de la inclusión de voces femeninas por parte de Aleah, vocalista de Trees of Eternity, que tristemente fallecería poco después.

Dejamos para el final "The Skull", la única aportación de Tomi Koivusaari y de nuevo lleva el sello de los viejos tiempos del "Elegy". Un riff potente y machacón que esta vez desemboca en un estribillo menos convencional y que se complementa con una suave sección instrumental central. De los temas compuesto por Tomi en los últimos discos, diría que este es de los mejores.

Sin duda una gran continuación en la exitosa de carrera de Amorphis, y vista la trayectoria de los últimos años, me parece que afortunadamente tenemos banda para rato.

La formación que graba el álbum:

Tomi Joutsen: Voces
Esa Holopainen: Guitarra
Tomi Koivusaari: Guitarra
Niclas Etelävuori: Bajo
Santeri Kallio: Teclados
Jan Rechberger: Batería

Nota Final: 8,5/10

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