Como gran fan de Angra que soy, tengo que decir que cuando me enteré de la marcha de André Matos y compañía, me quedé realmente chafado. Una ruptura de estas características, en la que se marchan de golpe tres de los cinco componentes, suele traer consigo la desaparación de cualquier banda, pero esta vez no fue así. Los dos guitarristas, Kiko Loureiro y Rafael Bittencourt deciden seguir adelante con la banda, y a partir de ese momento comenzó un periodo de expectación que culmina con la edición de este gran disco.
Desde luego Kiko y Rafael eran al menos el 50% de la fuerza compositiva de Angra, y la merma que podía suponer la salida de André Matos, quedó suplida por el gran papel de ambos. Además, las nuevas incorporaciones, mantienen a la perfección el nivel y la calidad de Angra. Edu Falaschi, es el que a priori lo tiene más difícil, ya que tiene el papelón de llegar a los registros imposibles de André Matos, y aunque es cierto que en los directos le cuesta llegar en algún momento, en líneas generales lo hace a la perfección, además de aportar su propio toque en las nuevas composiciones. Felipe Andreoli, es un pedazo de bajista, al menos tan técnico como Luis Mariutti, y Aquiles Priester, es una auténtica máquina tras las baquetas, más rápido y preciso que Ricardo Confessori, aunque quizá, con algo menos de feeling a la hora de tocar.
Entrando de lleno en el disco, al inicio tenemos una pequeña intro que nos va dibujando la melodía del primer tema, que tiene el significativo nombre de "Nova Era". Un tema rápido y pegadizo, con un solo espectacular, y en cuya letra nos dicen que "Nova Era brings the ashes back to life". Desde este primer tema, queda claro que el estilo de Angra se mantiene al 100%. Excelentes melodías, solos brutales, y multitud de partes clásicas con amplia presencia de los teclados, que en esta ocasión son cortesía del genial Gunter Werno, teclista de Vanden Plas.
La fiesta continúa con "Millennium Sun". Este tema comienza con una parte lenta y melosa, para arrancar después con un ritmo animado y algo "bombástico". Buena canción, pero no es de las mejores. El primero de los platos fuertes del disco es "Acid Rain", que además fue el single del álbum. Algo más largo que en el single y con una producción diferente de la voz, ya que en el single la voz de Edu Falaschi era bastante más parecida a la de Matos, y en el álbum es más personal. Atención al estribillo de la canción, sin duda de lo mejor del disco.
"Heroes of Sand" relaja un poco el ritmo, y da paso a la segunda parte del disco. Este es un medio tiempo compuesto por Edu Falaschi, y que no está nada mal. La segunda parte del álbum comienza con "Unholy Wars". El comienzo tribal del tema y el desarrollo del mismo, parece que pretenda ser una segunda parte del "Carolina IV", pero en sí el tema tiene su propia identidad, sin llegar a las cotas del mencionado "Carolina IV".
"Rebirth", es un medio tiempo, con una parte un poco más cañera y un comienzo de baladita, que aun siendo un buen tema, es de los que menos me llama del disco. Existe un vídeo de este tema, cuyas imágenes son de un directo, pero que corta justamente la parte del punteo... En fin, es lo que tienen los vídeos pensados para el "mainstream".
"Judgement Day", es de nuevo un tema que mete bastante caña, con una fuerte presencia de percusiones tribales, y que da paso al que para mí es el otro temazo del disco. "Running Alone" no es el tema más rápido, ni quizá el más virtuoso, pero tiene una melodía que te engancha y no te suelta hasta el final. Es un tema bastante largo y que hubiese sido el final perfecto para el álbum. En cambio, para finalizar tenemos "Visions Prelude", una balada bastante floja y que está totalmente de relleno.
Así que cuando ya parecía que Angra iba a desaparecer, su regreso desde las cenizas con la grabación de "Rebirth", supuso una gran continuación para la banda.
La formación que graba el disco:
Edu Falaschi: Voces
Rafael Bittencourt: GuitarrasKiko Loureiro: Guitarras
Felipe Andreoli: Bajo
Aquiles Priester: Batería
Nota Final: 8,5/10
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