Para esta ocasión, Chuck Schuldiner se rodea de la que ha sido una de las mejores, si no la mejor formación que ha tenido Death en todos los tiempos. Al bajo, y siendo la primera de muchas colaboraciones juntos, tenemos al siempre genial Steve DiGiorgio, por aquella época conocido por formar parte de Sadus. A la segunda guitarra y a la batería están Paul Masvidal y Sean Reinert, ambos miembros de Cynic. Una formación de lujo para un álbum de lujo, que es el favorito para muchos de los fans de Death.
Una vez más, Chuck Schuldiner demuestra su avance como compositor y como guitarrista, con unos riffs cada vez más complejos y con la introducción de partes más progresivas, llevando el estilo hacia nuevos horizontes, y abriendo camino para el montón de bandas que venían siguiendo su estela. Una de las cosas que más me gustan de Death, son los brutales cambios de ritmo que meten en las canciones, y como los aprovechan para dinamizar al máximo las composiciones.
La producción del álbum es más que decente para el estilo y el año, y corre a cargo del propio Chuck, junto al mítico Scott Burns, que ha sido productor o ingeniero de prácticamente todas las bandas de Death y Thrash Norteamericanas, Atheist, Cannibal Corpse, Deicide, Obituary, por citar sólo algunas. Aunque las guitarras son predominantes en la producción, es posible distinguir todos los instrumentos a la perfección, y los músicos tienen su hueco para mostrar sus habilidades.
Una de las cosas que más me gustan del álbum, como en casi todos los discos de Death, es el trabajo de la batería. Sean Reinert demuestra una gran maestría en los ritmos y en sacar partido a los platos. Destacar también los dos estilos complementarios de las guitarras, y cómo van alternando los solos durante los temas.
El apartado lírico, lejos de quedar en segundo plano, es de nuevo impresionante. Personalmente me gustan mucho las letras de la segunda etapa de Death, alejadas de la temática Gore de los comienzos. Hablan de temas muy presentes en la sociedad, pero siempre a través de las personas, desde un punto humanista y con un cierto toque filosófico. Quizá esto sea un resumen algo pobre para explicarlo, pero sólo puedo animaros a echarlas una ojeada y juzgar por vosotros mismos. Me sorprende que soy capaz de entender parcialmente las letras del álbum al escucharlo, dejando la capacidad de vocalizar de Chuck Schuldiner en muy buen lugar. :)
Es muy complicado destacar unos temas sobre otros, porque el nivel de todos las canciones es absolutamente genial, pero le tengo especial cariño a "Lack of Comprehension", que fue el primer tema de Death que escuché en mi vida, y del que existe un videoclip que pongo como vídeo para que podáis escucharla.
Otra de las novedades del álbum es "Cosmic Sea", una de las dos únicas canciones instrumentales en toda la historia de la banda junto a "Voice of the Soul" del "The Sound of Perseverance". Además, creo que es de las poquísimas ocasiones que podemos escuchar unos teclados de fondo, y como anécdota adicional, comentar que en este tema, el bajo está grabado por Scott Carino.
El único pero que se le puede poner a "Human", es que sólo tiene ocho canciones para una duración total de 34 minutos, los cuales se pasan volando. Aunque a día de hoy resulta corto, en la época era bastante más habitual encontrar discos con esa duración. Existe una edición japonesa que viene con el "God of Thunder" de Kiss como bonus track.
Sin ninguna duda, este álbum es pieza clave en la historia del Death Técnico, y de la música extrema en general.
La formación que graba el álbum:
Chuck Schuldiner: Voces, Guitarra
Paul Masvidal: Guitarra
Steve DiGiorgio: Bajo
Sean Reinert: Batería
Nota Final: 9,5/10
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