Como suele ser habitual en el Doom, las canciones son bastante extensas, y únicamente tenemos cinco canciones para un total de 42 minutos de duración. A lo largo de álbum, es constante la presencia de influencias muy claras de los primeros Anathema y My Dying Bride quedando patente que ambas bandas son parte de la inspiración de los holandeses. Esto es una garantía para cualquier amante del Doom, aunque puede ser que se eche de menos algo que denote un poco más la personalidad de la banda.
El primer tema, "In Pouring Rain", es el más corto del álbum, ya que no llega a los 6 minutos de duración, y en él se aprecian claramente las influencias de Anathema, con esas melodías de guitarra melancólicas. El tema tiene un pequeño cambio a los 4 minutos, que la verdad no me termina de cuadrar demasiado, y es algo que me ocurre a lo largo del álbum alguna vez. Parece que hay canciones en las que se pegan dos trozos diferentes.
"The Silent Witness" es una de mis canciones favoritas, y que me recuerda un poco a Shape of Dispair, especialmente por el tratamiento que se hace de los teclados y la atmósfera creada. Es una canción con unas melodías sencillas y muy efectivas, y es capaz de mantener la emoción en el oyente durante los casi nueve minutos de duración. Además la canción aporta un pequeño solo que sin ser especialmente virtuoso, aporta algo de variedad al tema.
Las voces a lo largo del álbum son todas agresivas, y no tenemos voces en limpio. El cantante tiene una voz bastante profunda, que encaja a la perfección con el estilo de la banda y únicamente nos encontramos algunos pasajes hablados, recitados por una voz.
En de "The Inner Twist", especialmente en el comienzo, encontramos una clara referencia a los My Dying Bride, concretamente a la época del "The Dreadful Hours", que ya comentamos aquí en su día. De nuevo encontramos un solo a mitad del tema, que da paso a una parte ambiental, y que empalma con una parte totalmente diferente de la canción y un buen final.
"The Sun Doesn't Shine Anymore", además de ser la canción más larga del disco, es en la que mejor se entiende al cantante, o mejor dicho, en las pocas en las que, al menos yo, le entiendo lo que dice. La canción tiene un toque romántico-depresivo, que se hace muy pegadizo. Y es que las melodías de Officium Triste se introducen en tu cerebro con mucha facilidad, y en seguida sin darte cuenta estarás tatareando algunas partes de sus canciones.
El álbum finaliza con "A Flower in Decay", una canción que parece partida en dos. Desde el comienzo hasta el minuto 4:30 es un tema que va de menos a más intensidad, y que empalma con una parte totalmente diferente. Se trata de una melodía de esas que no quieres que terminen de sonar, y que aporta un toque algo optimista al álbum. El caso es que al final del tema, y con solo de por medio, vuelve al tema original, y nos deja un buen sabor de boca.
La formación que graba el álbum:
Pim: Voces
Gerard: Guitarra
Johan: Guitarra
Lawrence: Bajo
Martin: Batería, Synths
Nota Final: 8/10
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